M¨¢s o menos, como siempre

Ni siquiera la proximidad en el tiempo de la reapertura del teatro Real como centro de ¨®pera ha alterado el modelo. La temporada del teatro de la Zarzuela mantiene su tono discreto, modesto, de ciudad de provincias. Un t¨ªtulo al mes durante siete meses (enero a julio), de cinco funciones. Resulta dif¨ªcil entender por qu¨¦ se realizan representaciones ¨²nicamente un d¨ªa de cada seis. Resulta dif¨ªcil tambi¨¦n explicarse la penuria de t¨ªtulos, la falta de actividad continuada.Aunque el cambio de domicilio est¨¦ a la vuelta de la esquina, no se percibe demasiada celeridad en las obras, ni en las medidas organizativas. Existe un director musical del Real, s¨ª. Pero a¨²n no se ha producido el nombramiento de un director art¨ªstico, ni de un maestro del coro... El Ministerio de Cultura sigue sin querer enterarse de que hay que crear un h¨¢bito en el p¨²blico, de que se debe aumentar la oferta (muy por debajo de la demanda). Mientras en la m¨²sica sinf¨®nica o de c¨¢mara proliferan los conciertos, la escasez en ¨®pera es cr¨®nica.

Tras los pobres niveles art¨ªsticos conseguidos en la temporada anterior, las perspectivas ante la que comienza hoy en el teatro de la Zarzuela son inciertas. Cinco de los seis t¨ªtulos tradicionales anunciados son en italiano y tres de ellos poseen inter¨¦s con equilibrio foso-escena-voces. Il turco in Italia (enero), de Rossini, es una ¨®pera bufa poco habitual. Supone la vuelta de Llu¨ªs Pasqual al montaje l¨ªrico. Alberto Zedda es un gran conocedor del ¨²ltimo detalle del compositor de Pesaro. La soprano norteamericana Lella Cuberli encarnar¨¢ el personaje de Fiorilla, como hizo en el festival de P¨¦saro. Son alicientes m¨¢s que suficientes para la inauguraci¨®n de la temporada.

Con La Traviata (febrero) debuta oper¨ªsticamente en Madrid Nuria Espert. Violeta ser¨¢ Diana Soviero, y Alfredo, el tenor mexicano Francisco Araiza, una pareja de garant¨ªa. En cuanto a Las bodas de F¨ªgaro (abril) ser¨¢ Ros Marb¨¢ el que tenga a su cargo dar vida a un elenco vocal atractivo: Cubberli, Lloris, Montague, Chausom, Stiwell.

La programaci¨®n de las otras dos ¨®peras cantadas en italiano es m¨¢s discutible, sobre todo pensando que no se va a escuchar nada en alem¨¢n o franc¨¦s. El teatro de la Zarzuela no tiene un coro en condiciones para enfrentarse a La flarnma (mayo) y su estreno en Barcelona no ha dejado un grato recuerdo. I puritani Gulio) se acaba de representar en Bilbao con Merritt y est¨¢ anunciada esta temporada en Barcelona con Blake; en ambos lugares con un bar¨ªtono de moda como Paolo Coni. El reparto madrile?o est¨¢ a bastante distancia.

Es oportuna, sin embargo, la inclusi¨®n de La dama de picas (mayo), de Chaikovski, en el mes que se cumple el 150? aniversario de su nacimiento (precisamente el d¨ªa de la segunda funci¨®n). Pl¨¢cido Domingo estar¨¢ acompa?ado de dos cantantes rusas -Obrabsova y Proitskaia- en la cabecera de cartel. Dirigir¨¢ (como en La Traviata) Miguel ?ngel G¨®mez Mart¨ªnez.

Monteverdi, Janacek y un largo etc¨¦tera de m¨²sicos fundamentales siguen estando ausentes de la cartelera.

Como contrapunto al repertorio cl¨¢sico, dos estrenos. Luis de Pablo sube a los escenarios su segunda ¨®pera, El viajero indiscreto (marzo), con libreto de Vicente- MolinaFoix, direcci¨®n musical de Jos¨¦ Ram¨®n Encinar y esc¨¦nica de Sim¨®n Su¨¢rez.

La presencia en el libreto de un novelista tan apreciado como Antonio Mu?oz Molina eleva el inter¨¦s previo de El bosque de Diana (abril), de Jos¨¦ Garc¨ªa Rom¨¢n, anunciada en la sala Olimpia y fuera de la temporada de abono.