Los ropajes del virus

Es en la capacidad del virus de cambiar frecuentemente su composici¨®n molecular donde reside su resistencia: las modificaciones en los ant¨ªgenos de los virus -las zonas de su superficie frente a las cuales el sistema inmune crea anticuerpos espec¨ªficos-, hacen que las defensas del organismo sean ineficaces, ya que los anticuerpos dejan de corresponderse con las nuevas formas del virus y no lo pueden identificar y neutralizar. Las variaciones que sufren los virus gripales (en especial el tipo A) pueden ser menores y de lenta evoluci¨®n y causan brotes de gripe estacionales o epidemias polianuales que pueden llegar a afectar a un 20% de la poblaci¨®n.Las llamadas "variaciones mayores", en cambio, condicionan la aparici¨®n de nuevos subtipos cada 10 o 20 a?os y suelen traducirse en las grandes epidemias mundiales que producen unas tasas de mortalidad generalmente importantes. En todo el mundo se recuerda la virulencia de la gripe de 1918, que acab¨® con la vida de 20 millones de personas o el brote de gripe asi¨¢tica de 1957, que desde el norte de China afect¨® a m¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial.

En Estados Unidos, la gripe ha ocasionado 1.143 muertes en menos de dos meses, el mayor n¨²mero de muertes provocadas por esta enfermedad en los siete ¨²ltimos a?os, informa Efe. Los cient¨ªficos responsabilizan al virus A-Shangai, pero advierten que existe otro, no identificado, que podr¨ªa ser igual de mortal.