Rebajas en el Pent¨¢gono
El Departamento de Defensa de Estados Unidos recorta su presupuesto por primera vez
Cuando el presidente George Bush entregue esta ma?ana al Congreso su presupuesto para el pr¨®ximo a?o fiscal -1,23 billones de d¨®lares (135 billones de pesetas)-, muchos norteamericanos se dar¨¢n cuenta de que ha llegado el momento de apretarse el cintur¨®n o buscar otro trabajo. Algunos de estos desafortunados tendr¨¢n que cambiar sus uniformes militarespor la vestimenta civil, porque en esta ocasi¨®n, a pesar de su exitosa invasi¨®n de Panam¨¢, el pasado mes de diciembre, las fuerzas armadas no se escapar¨¢n del efecto de los recortes.
El presupuesto de Bush para 1991 prev¨¦ mayores ingresos, procedentes de los impuestos, y la reducci¨®n de inversiones p¨² blicas de todo tipo. El presidente espera que esa medida le permita reducir en 63.100 millones de d¨®lares del d¨¦ficit federal acumulado durante la pasada d¨¦cada. Para conseguir cuadrar su balance y convencer al Congreso con sus n¨²meros, Bush ha arrancado millones de aqu¨ª y de all¨ª y su mutilaci¨®n ha alcanzado incluso al Pent¨¢gono. Esto ha motivado que el secretario de Defensa, Dick Cheney, se haya visto obligado a llevar a cabo algunos retoques en el aparato militar sin debilitar el brazo armado de la Uni¨®n, "la clave de nuestra seguridad na cional", como dice Bush.
El departamento de Defensa, la m¨¢quina militar de este pa¨ªs, ha contribuido al esfuerzo presupuestario del presidente Bush sin rechistar y, por primera vez en mucho tiempo, ha soltado lastre y ha dado paso a las rebajas. Los recortes en defensa afectar¨¢n a muchos programas militares previstos para 1990 y 1991. Algunos deber¨¢n paralizarse. La nueva pol¨ªtica significa el desempleo para miles de personas y el cierre de algunas bases militares, as¨ª como la reducci¨®n armament¨ªstica y el regreso a casa de tropas estacionadas en el exterior. Estas medida afectar¨¢n especialmente a los soldados estacionados en Asia.
Est¨¢ previsto que durante el pr¨®ximo ejercicio fiscal, que da comienzo el 1 de octubre, el Pent¨¢gono elimine 8.000 puestos de trabajo en su Administraci¨®n civil y otros 8.000 entre su personal militar, adscritos todos ellos a la maquinaria burocr¨¢tica del Departamento de Defensa.El Pent¨¢gono ha propuesto a Bush un presupuesto para 1991 de 295.000 millones de d¨®lares, lo que representa si se tiene en cuenta el factor inflaci¨®n, que el Departamento de Defensa ver¨¢ recortado su presupuesto en relaci¨®n al de este a?o en un 2%.
Recortes de personal
Algunos congresistas desean que ese porcentaje aumente, pero Bush ha declarado que el Pent¨¢gono no debe sufrir nuevos recortes porque "en un momento en que el mundo est¨¢ cambiando, Am¨¦rica debe estar preparada". Lo que s¨ª ya est¨¢ preparado es el nombre de las bases que van a resultar afectadas por la liquidaci¨®n dise?ada por Cheney. La lista de bases que se cerrar¨¢n, y ser¨¢ presentada hoy lunes p¨²blicamente, incluye la instalaci¨®n del ej¨¦rcito de Fort Ord, en California, todas las bases de la Marina en la bah¨ªa de San Francisco y en Filadelfia.
Los recortes afectar¨¢n tambi¨¦n a los programas armament¨ªsticos. El desarrollo del B-2, el superbombardero invisible capaz de eludir la vigilancia de los radares enemigos, est¨¢ en peligro, as¨ª como algunos programas cient¨ªficos de la guerra de las galaxias, la pol¨¦mica Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI). Cheney ha asegurado, sin embargo, que el desarrollo del armamento nuclear no sufrir¨¢ modificaciones y que los recortes s¨®lo afectar¨¢n al personal y a la fabricaci¨®n de armas no nucleares.
Est¨¢ previsto que las 28 divisiones del ej¨¦rcito se reduzcan a 23, que las 36 alas de las fuerzas a¨¦reas pasen a ser 31. Cheney recomienda que la Marina retire algunos barcos de combate, pero se muestra partidario de que los 14 portaviones en activo sigan funcionando. En este sentido ser¨¢ el Congreso el que a a partir hoy va a tener la ¨²ltima palabra.
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