Salegui, el dirigente 'aut¨®nomo' que mando matar a Enrique Casas, pidi¨® la entrada en ETA Militar
El dirigente de los CC AA Jos¨¦ Luis Salegui Elorza, Txipi, al que se atribuye la orden de asesinar al senador socialista Enrique Casas en 1984, pidi¨® la entrada en ETA Militar en una entrevista que mantuvo con Francisco M¨²gica Garmendia, Artapalo, a mediados del pasado a?o. Seg¨²n algunas fuentes, la petici¨®n fue rechazada. Desde el asesinato, hace seis a?os, del senador vasco Enrique Casas, las siglas CC AA, de los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas, llevan el sello de la violencia descontrolada. Pese al tiempo transcurrido, las siglas de los aut¨®nomos conservan la capacidad de invocar a la desestabilizaci¨®n.
El escalofr¨ªo que sacudi¨® entonces a la clase pol¨ªtica vasca activ¨® la alarma en las pasadas elecciones, una vez recibido el aviso, v¨ªa Herri Batasuna, de que un comando aut¨®nomo se dispon¨ªa a atentar contra un dirigente vasco.Aquellas secuencias siguen estando relativamente borrosas, pero sus secuelas permanecen tan latentes como el interrogante que suscitan los encuentros entre activistas aut¨®nomos y el dirigentede ETA Militar Francisco M¨²gica Garmendia, Artapalo, y Pakito.
El recurso a las fuentes solventes, incluso altamente cualificadas, permite constatar que cuando se trata de las organizaciones terroristas, la realidad hay que buscarla a menudo en un puzzle de informaciones necesariamente fragmentadas, equ¨ªvocos y pistas falsas, donde las suposiciones y deducciones aparentemente estables se proyectan en hip¨®tesis contrapuestas.
Jos¨¦ Luis Salegui Elorza, Txipi, el dirigente de los CC AA que a mediados de enero burl¨® a los gendarmes franceses huyendo por el tejado de una casa de Bayona, conoce sin duda muchas de las claves del asunto. Txipi, el activista a quien se atribuye la orden de matar a Enrique Casas, se entrevist¨® a mediados del pasado a?o en una poblaci¨®n del sur de Francia con el dirigente de ETA Militar Francisco M¨²gica Garmendia, Artapalo, y Pakito.Fuentes igualmente solventes a?aden a este dato que el propio M¨²gica Garmendia se reuni¨® con otros activistas aut¨®nomos en el per¨ªodo en el que se desarrollaron las frustradas conversaciones de Argel. Aunque se ignora el contenido exacto de estos encuentros, algunas de estas personas creen poder afirmar que Jos¨¦ Luis Salegui pidi¨® a Artapalo la entrada de su grupo en ETA Militar y deducen, por los hechos posteriores, que la oferta no fue tomada en consideraci¨®n.
Sea como fuere, Txipi estuvo en Guip¨²zcoa en octubre ¨²ltimo en v¨ªsperas de la ¨²ltima campa?a electoral, y pidi¨® a un militante de HB que le trasladara en coche a un punto determinado de la provincia. El militante de HB crey¨® que Salegui Elorza se dispon¨ªa a perpetrar un atentado en plena campa?a electoral e inform¨® a la direcci¨®n de su partido.
La Mesa Nacional de HB consider¨® el peligro de que se repitiera un atentado como el de febrero de 1984 contra el senador y candidato socialista Enrique Casas y opt¨® por avisar al resto de las fuerzas pol¨ªticas.
Alertados por el PNV de que se preparaba un atentado aut¨®nomo contra "un dirigente vasco" ' los representantes pol¨ªticos adoptaron entonces medidas extremas de precauci¨®n, desde la protecci¨®n policial permanente hasta el cambio de domicilio y de h¨¢bitos. El Ministerio del Interior contrast¨® la informaci¨®n con la polic¨ªa francesa y "con una fuente directa", y varios d¨ªas despu¨¦s confirm¨® la existencia de un peligro real precisando incluso los posibles objetivos del comando.
Para algunas fuentes, la actuaci¨®n de HB muestra que ETA Militar tuvo gran inter¨¦s en evitar que se perpetrara un atentado altamente desestabilizador en plena campa?a electoral. Opinan que los aut¨®nomos, despechados por no haber sido admitidos, quisieron asustar a ETA Militar y de paso negar con los hechos que estuvieran definitivamente liquidados.
Utilizar los CC AA
Otros medios apuntan, por el contrario, la posibilidad de que ETAm, "o alguien de ETAm", est¨¦ tratando de utilizar a "los CC AA" como pantalla, o est¨¦ sirvi¨¦ndose directamente de algunos de ellos "para las acciones inconfesables".Hay tambi¨¦n quien, tras destacar la ausencia da datos fehacientes, opina que todo puede haber sido un montaje de ETAm para atemorizar a los dirigentes de los partidos del pacto de Ajuria Enea.
"ETAm", afirman las mismas fuentes, "parece haber optado por economizar sus fuerzas dosificando sus acciones, porque se ha desmantelado toda su estructura de comandos legales y andan escasos de gente". Mantienen dos comandos en Madrid con dos infraestructuras intactas, otros dos en Vizcaya, uno en Navarra, uno en Guip¨²zcoa y quiz¨¢ otro en Barcelona, pero saben que se han pasado ya, irremisiblemente, los tiempos en los que manten¨ªan hasta 30 comandos en activo.
En su opini¨®n, el relativo par¨®n de la actividad terrorista registrado en los ¨²ltimos meses se debe a la detenci¨®n antes de la Navidad, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, de uno de los responsables del pase de mugas (frontera).
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