Guerra dice que no hay ninguna raz¨®n que justifique que pase un mal momento

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dijo ayer en Tur¨ªn (Italia), donde participar¨¢ en un seminario sobre Antonio Machado, que "no hay una raz¨®n especial" que justifique que haya atravesado un momento particularmente dif¨ªcil tras su reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados para responder a las preguntas de la oposici¨®n sobre el caso Juan Guerra. El vicepresidente anunci¨® a un grupo de periodistas que criticar¨¢ a parte de la oposici¨®n en un pr¨®ximo mit¨ªn que se celebrar¨¢ en Sevilla, en conmemoraci¨®n del aniversario del estatuto de Andaluc¨ªa.

"Nuestro partido y las personas que trabajamos en ¨¦l hemos conocido en la vida muchas etapas muy complicadas. No hay raz¨®n especial para que haya ahora una situaci¨®n diferente", asegur¨® el vicepresidente del Gobierno en una conversaci¨®n informal con periodistas. "Me sigo levantando a la misma hora, trabajando las mismas horas y teniendo los mismos problemas", a?adi¨®.Alfonso Guerra evit¨® hacer comentarios sobre la actitud de la oposici¨®n con el argumento de que "no ser¨ªa muy elegante" el hacerlo fuera de Espa?a, puesto que "no ser¨ªa un juicio muy ben¨¦volo". "Fuera de Espa?a, decir lo que pienso de alguna oposici¨®n, no ser¨ªa muy elegante, pero lo voy a decir con motivo del d¨¦cimo aniversario de la autonom¨ªa de Andaluc¨ªa", el 28 de febrero.

El vicepresidente del Gobierno neg¨® que su presencia en Tur¨ªn le sirva como evasi¨®n tras la pol¨¦mica del caso Juan Guerra. "Machado no es nada evasivo, es un hombre de profundas preocupaciones, de preocupaciones serias, importantes, no de preocupaciones ordinarias, m¨¢s cotidianas".

Campechano

Alfonso Guerra, quien lleg¨® ayer por la ma?ana afur¨ªn, no s¨®lo no huy¨® de los numerosos periodistas que lo acechaban, sino que se entretuvo con ellos en una charla informal en la que no rehus¨® ninguna de las preguntas, informa Juan Arias. El vicepresidente, que se hosped¨® en el mismo hotel de los periodistas, se mostr¨® en todo momento muy campechano. Un periodista espa?ol que sub¨ªa en el ascensor del hotel, mientras abr¨ªa la puerta le dec¨ªa a un compa?ero: "Lo que ten¨ªamos que hacer era preguntarle directamente y sin tapujos lo de su hermano". En ese momento se dieron de bruces con el vicepresidente que, en camisa y zapatillas, sal¨ªa de su habitaci¨®n y se dirig¨ªa a la de uno de sus colaboradores.Por la noche, el vicepresidente del Gobierno asisti¨® a un concierto en honor del presidente portugu¨¦s Mario Soares y m¨¢s tarde fue invitado a una cena por los 120 participantes al seminario sobre Machado en el restaurante de tipo ochocentista Del Cambio, donde sabore¨® las especialidades de la casa: fais¨¢n con trufa negra, arroz de la "casa real", "financiera a la moda antigua" y soufl¨¦ de fresas. A la pregunta de EL PA?S de si en la conferencia de hoy sobre Machado piensa dirigirse tambi¨¦n a Espa?a y no s¨®lo a Italia, Guerra sonriendo respondi¨®: "S¨ª, s¨ª, va tambi¨¦n para Espa?a". Y a?adi¨® con sorna: "Pero no se crea usted que voy a hablar as¨ª por los aires de Machado. Ser¨¢ una conferencia muy seria. Vamos, que va a ser un co?azo".

Guerra estar¨¢ en Tur¨ªn hasta ma?ana por la tarde. En la Italia de los esc¨¢ndalos, el asunto que tiene en pie a Espa?a acerca del vicepresidente es s¨®lo una an¨¦cdota de la que suelen comentar: "Aqu¨ª, en el tr¨¢fico de influencias somos todos maestros inigualables".