Victoria, Camps: "El poder desgasta la virtud"
La escritora gana el Premio Espasa de Ensayo con 'Virtudes p¨²blicas'
"La corrupci¨®n, que significa perseguir un inter¨¦s particular, es un sentimiento natural en el ser humano. No existe la tolerancia general ni la simpat¨ªa general: tendemos a privilegiar lo que tenemos m¨¢s cerca, y, en este sentido, el poder desgasta la virtud y propicia la tentaci¨®n de la corrupci¨®n", dijo a este diario la fil¨®sofa y ensayista Victoria Camps, nacida en Barcelona hace 48 a?os, que ha obtenido el Premio Espasa de Ensayo por su libro Virtudes p¨²blicas. Esta obra es una reflexi¨®n, seg¨²n la autora, "sobre los valores colectivos de nuestra sociedad y sobre la ¨¦tica de las virtudes que merece ser recuperada en su sentido original, el que concibe las virtudes como disposiciones y actitudes de los particulares hacia la sociedad".
Virtudes p¨²blicas es el tercer libro de Victoria Camps sobre temas de ¨¦tica. Entre sus otras obras est¨¢n La imaginaci¨®n ¨¦tica (Seix Barral, 1983), Pragm¨¢tica del lenguaje y filosof¨ªa anal¨ªtica (Edicions 62, 1976) y Los te¨®logos de la muerte de Dios (Nova Terra, 1968), pero la autora afirma: "Este libro es distinto a los dem¨¢s en el sentido de que es m¨¢s afirmativo, porque subraya una serie de valores que configuran lo que entiendo por virtud; yo apuesto por una ¨¦tica de la virtud entendida en el sentido griego, la excelencia de las personas para la funci¨®n y la vida p¨²blica". La fil¨®sofa explica tambi¨¦n: "He tratado de abordar estas cuestiones desde una perspectiva femenina, porque me parece que es una ¨¦tica formulada desde el sentimiento y subraya el valor de unas actitudes que, creo, las mujeres son m¨¢s proclives a desarrollar".Las cualidades intelectuales y c¨ªvicas que Camps analiza en su ensayo son "la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad colectiva y el respeto a las formas por respeto a los otros, todas ellas como cualidades contra puestas a la indiferencia y la apat¨ªa. Tambi¨¦n se analiza en el ensayo la profesionalidad como valor universalmente reconocido como marca de excelencia, pero que encierra peligros en la moral del ¨¦xito y la idolatr¨ªa del dinero Hoy d¨ªa hay una ¨¦tica de trabajo que favorece la profesionalidad y el trabajo bien hecho, pero que se diferencia de la ¨¦ti.ca calvinista en que el trabajo bien hecho ha de tener su compensaci¨®n en la riqueza y la ostentaci¨®n de la misma"."Estos valores que he citado y que analizo en mi ensayo son fundamentales en la democracia", afirma la fil¨®sofa; "la democracia se hace sobre la marcha y necesita la colaboraci¨®n de todos, no s¨®lo para el proceso pol¨ªtico, sino para determinar el inter¨¦s com¨²n".?tica e imagenAcerca de las derivaciones ¨¦ticas de temas tan actuales como la corrupci¨®n de los pol¨ªticos o el tr¨¢fico de influencias, la ganadora del Premio Espasa opina que ¨²ltimamente "se han perdido u olvidado ciertas formas; hoy es importante la imagen. p¨²blica, pero hay que ver de qu¨¦ imagen se trata y por qu¨¦ es importante. La imagen del triunfo, el dinero y el ¨¦xito sirve de muy poco, pero la cultura de la imagen se puede utilizar de muchas maneras y para muchas cosas".La paradoja que supone en Occidente la coexistencia de la corrupci¨®n con la institucionalizaci¨®n de la libertad y, la probidad la explica Camps con el argumento de que "la libertad de Occidente est¨¢ muy ligada a una econom¨ªa que favorece el consumo y la ostentaci¨®n; es una libertad de consumidores y el poder, en este sentido, propicia la tentaci¨®n de perseguir intereses particulares. En un r¨¦gimen totalitario, se da por supuesto que esto ocurre, porque los que tienen el poder ya son corruptos; en un r¨¦gimen pluralista, esto tiende a olvidarse y ah¨ª est¨¢ la funci¨®n de la cr¨ªtica de la informaci¨®n y de la libertad de expresi¨®n".
Pol¨ªtica y realidad
"No me gusta", dice Victoria Camps, la actitud del pol¨ªtico que se defiende al descalificar a otros. Un pol¨ªtico no deber¨ªa tener miedo a pedir excusas cuando se ha equivocado. La actitud correcta es la de arriesgarse a dejar la pol¨ªtica cuando ve que lo que hace no es coherente. La tendencia a no rectificar revela una actitud agresiva, la agresividad se confunde con la coherencia y se prima el modelo de pol¨ªtico que no manifiesta su humanidad. Yo mezclo la pol¨ªtica con la ¨¦tica, pero en pol¨ªtica, la integridad ¨¦tica es virtualmente imposible; de ah¨ª quie la palabra Realpolitik tenga un sentido peyorativo, porque, al hacerse realidad, la pol¨ªtica pierde su dimerisi¨®n ¨¦tica, s¨®lo es pol¨ªtica y s¨®lo se busca a s¨ª misma".Las oscilaciones en la percepci¨®n p¨²blica de la virtud son tambi¨¦n objeto del an¨¢lisis de Camps, quien explica que "durante los a?os sesenta hab¨ªa una serie de ideolog¨ªas de cambio de estructuras, de transformaci¨®n de la sociedad. Hoy, por un lado, parece que no es tan grande el peligro de los fascismos y los totalitarismos, y la socialdemocracia se impone como la gran ideolog¨ªa europea, pero es imperativo pensar lo que significa la socialdemocracia, del mismo modo que es preciso pensar en el significado del individuo, en la formaci¨®n de la persona, de su ethos como car¨¢cter en el sentido cl¨¢sico. Creo que no hay que olvidar la importancia de la educaci¨®n permanente ni el hecho de que, como dice Hannah Arendt, educar tiene que ser ensenar algo'. En los a?os sesenta se habl¨® tambi¨¦n mucho de la muerte del sujeto' y ahora el sujeto vuelve a aparecer, pero en t¨¦rminos de intersubjetividad; el sujeto que se quiere recuperar es el sujeto comunitario, el que sabe que no est¨¢ solo".
Babelia
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