Creaci¨®n

El tipo que hizo este perro mundo se cree un dios. Cualquiera en su lugar, por pudor, hubiera callado, pero ¨¦l insiste a trav¨¦s de sus representantes en la Tierra en reclamar para s¨ª toda la gloria de este invento. Respet¨¦mosle la patente. El tipo mont¨® la vida sobre la muerte, de modo que es imprescindible matar para vivir; cincel¨® el dolor en *la carne de sus criaturas con el gusto de un orfebre; tambi¨¦n les regal¨® la abyecci¨®n moral. En el camino hacia la destrucci¨®n sembr¨® algunas flores y supo imaginar la crueldad como una de las variaciones del placer. Luego mand¨® que el sol cada ma?ana se paseara con cierta lentitud por encima de su obra. Los p¨¢jaros comenzaron a cantar y todav¨ªa no han parado. Ante semejante situaci¨®n caben algunas posturas: hincar nuestras rodillas en el basurero y entonar alabanzas en honor al fabricante de este tinglado; colaborar con ¨¦l arrojando cuellos de pollo en las cunetas, espumarajos de petr¨®leo al mar y toda clase de ponzo?a en el aire, hasta completar el exterminio total del planeta, o trazar en se?al de protesta una l¨ªnea imaginaria de belleza, convertirla en una barricada y construir detr¨¢s de ella un sue?o desesperado. Si all¨ª un d¨ªa decides apartar la suela del zapato para respetar la vida de una hormiga, ser¨¢s m¨¢s imaginativo que el supremo creador, y ese acto de compasi¨®n se convertir¨¢ en una provocaci¨®n universal. Despu¨¦s, con la ternura podr¨¢s .levantar un nuevo reino en medio de la ruina de todos los seres. Adorar a las lechugas antes de devorarlas, sentirte hermano de los tiburones y de los berberechos, llorar de emoci¨®n contemplando el musgo de la pared cuando la aurora lo ilumina, reflejar tu alma en los ojos de un perro, caer de hinojos ante cualquier sembrado y coronarte de ajos, saber que tu cuerpo es tambi¨¦n el fondo del mar lleno de algas y peces fosforescentes, burlarte de la suerte de morir para hacerte inmortal s¨®lo lo que dura el salto de un delfin. Cada ma?ana un mundo m¨¢gico a tu imagen y semejanza volver¨¢ a crearse a partir de un sentimiento de piedad. ?sta es la ¨²ltinia barricada.