Varios psiquiatras declaran que el brigada juzgado por violaci¨®n tiene una personalidad sadomasoquista

El juicio del brigada Rafael Peregr¨ªn Alcal¨¢, acusado de la violaci¨®n y asesinato frustrado de Mar¨ªa de los ?ngeles M. B., entr¨® ayer en su recta final con las pruebas periciales. Los psiquiatras dijeron que el acusado padece una "personalidad sadomasoquista", con rasgos de gran agresividad, pero "ten¨ªa conciencia de lo que hac¨ªa". Los cirujanos explicaron que algunas lesiones de la v¨ªctima pudieron ser originadas por una agresi¨®n sexual, de la que no se percataron al centrarse en el desgarr¨®n anal que presentaba tras ser atropellada.

El psiquiatra Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Andrade, que estudi¨® la personalidad del brigada en los primeros momentos de su detenci¨®n, cuando a¨²n estaba en los calabozos de los juzgados, defini¨® a Peregr¨ªn como una persona que presenta una "hipertrofia del yo, con rasgos de gran agresividad debido a su falta de adaptaci¨®n a la sociedad de su entorno". "Tiene un car¨¢cter sombr¨ªo, carente de compasi¨®n y arrepentimiento", asegur¨® el perito.Garc¨ªa Andrade admiti¨® que Peregr¨ªn tiene una "personalidad psicop¨¢tica" pero se resisti¨® a definirle como "un psic¨®pata" en el sentido vulgar del t¨¦rmino: "La suya no es una personalidad normal", puntualiz¨®, "pero tampoco es un enfermo mental". Tambi¨¦n apunt¨® que Peregr¨ªn "tiene rasgos paranoides, lo que no quiere decir que sea un paranoico".

A preguntas del acusador Juan Baeza, el perito sostuvo que Peregr¨ªn, por su personalidad sadomasoquista, "s¨ª pudo obtener satisfacci¨®n" al maltratar a su v¨ªctima. "No es que valore a la mujer como un ser inferior", dijo, "es que ni siquiera la valora". "?l tiene esa forma de ser, y no de padecer, por lo que cl¨ªnicamente hablando es perfectamente imputable".

Los psiquiatras Fabriciano Jim¨¦nez Cubero y Juan Jos¨¦ Carrasco G¨®mez disintieron de Garc¨ªa Andrade en que no hab¨ªan apreciado en Peregr¨ªn "rasgos tan acusados como para una alteraci¨®n de la personalidad". Pero coincidieron con su colega en que el brigada "no es un enfermo mental" y es "plenamente imputable".

Subordinado-dominador

"Mantuvo una buena percepci¨®n de la realidad, ten¨ªa capacidad para discernir el bien del mal y ten¨ªa conciencia de lo que hac¨ªa", asegur¨® el doctor Jim¨¦nez Cubero, antes de explicar que el brigada Peregr¨ªn, debido a su agresividad, posee la personalidad del subordinado-dominador".

Esta personalidad, seg¨²n Jim¨¦nez Cubero, se estructura en un "nivel de mando" o "relaci¨®n de disposici¨®n y servicio" y una relaci¨®n respecto "al grupo, del que procede su prestigio y poder". En un tercer "nivel jer¨¢rquico", el procesado considera que la mujer "est¨¢ subordinada a ¨¦l y tiene ese uso y disposici¨®n sobre ella".

Jim¨¦nez Cubero prosigui¨® explicando que "la agresividad" de Peregr¨ªn, "unida a su suspicacia y a sus caracter¨ªsticas de subordinado-dominador" fueron "las bases de lo que luego ha pasado". Al o¨ªr esta frase, el defensor del brigada, Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, expres¨® su protesta formal y recus¨® de inmediato a los dos peritos, al entender que hab¨ªan emitido un juicio de valor que prejuzgaba los hechos.

Respecto a la personalidad de la v¨ªctima, Garc¨ªa Andrade destac¨® que "no es una persona fabuladora". El psiquiatra justific¨® plenamente que la v¨ªctima no recuerde hoy nada relativo a su atropello por un coche, aunque en el momento de su hospitalizaci¨®n repitiese ante un inspector de polic¨ªa que la hab¨ªan violado y arrojado de un veh¨ªculo en marcha.

"Esa amnesia es un mecanismo de defensa. La v¨ªctima tuvo una vivencia cierta de la muerte y trata de eliminarla mediante un mecanismo que elimina la angustia de morir. Es normal que en un primer momento recordase los hechos porque ese mecanismo act¨²a como si se tratase de una pesadilla: al despertar la recordamos perfectamente, pero seg¨²n pasa el tiempo la olvidarnos".

El traumat¨®logo Isaac Capela Fern¨¢ndez, jefe de guardia de Cirug¨ªa en el hospital Ram¨®n y Cajal cuando fue ingresada Mar¨ªa de los ?ngeles, describi¨® dos tipos de lesiones en la v¨ªctima, unas producidas por arrastramiento y una serie de golpes, principalmente en los ojos, nariz y muslos.

Desgarr¨®n anal

El doctor Capela explic¨® que Mar¨ªa de los Angeles presentaba una herida con desgarro que se iniciaba en el esfinter anal y se prolongaba 12 cent¨ªmetros hacia arriba, "abriendo como si fuera un libro ambos gl¨²teos". Toda la herida aparec¨ªa manchada de "grasa de coche", lo que hizo imposible apreciar otro tipo de traumatismos.

El cirujano explic¨® que la joven ingres¨® como "v¨ªctima de un atropello" y al contemplar la magnitud de la herida anal centr¨® su atenci¨®n en ella. "Fue imposible que me percatase de una violaci¨®n porque no oper¨¦ la vagina". "SI hubiera habido macrolesiones en la zona vaginal me hubiese percatado inmediatamente, pero al tratarse de lesiones internas como las producidas por una violaci¨®n, no. Pudo haber violaci¨®n y pasar desapercibida", a?adi¨®.

Otro de los cirujanos que atendieron a la joven se?al¨® que no exclu¨ªa "en ning¨²n momento una agresi¨®n sexual". A?adi¨® que el "hematoma en antifaz" sobre ambos ojos y algunos de los golpes que presentaba en cuello y muslos eran "normales en casos de violaci¨®n".

El juicio qued¨® interrumpido hasta ma?ana por la tarde para dar tiempo a los letrados a la preparaci¨®n de sus respectivos informes finales.