Filaret: "El hombre es la base de la 'perestroika"
El exarca de Bielorrusia destaca el papel de la Iglesia ortodoxa rusa en los cambios en la URSS
"Mijail Gorbachov ha colocado como piedra angular de la perestroika el factor humano. Los valores humanos universales y espirituales son primordiales en las reformas de la URS S", afirma en declaraciones a EL PA?S el metropolitano Filaret, de 55 a?os, exarca de Bielorrusia, equivalente a cardenal- arzobispo en la Iglesia cat¨®lica. Filaret es miembro del S¨ªnodo de la Iglesia ortodoxa rusa como metropolitano de Minsk y Grodno, uno de los seis de su mismo nivel jer¨¢rquico presentes en el m¨¢ximo ¨®rgano de gobierno de su confesi¨®n.
Filaret, mirada enigm¨¢tica y fisicamente corpulento, alardea de su ecumenismo y de ser hombre de su tiempo, y por eso invita a que est¨¦ presente en sus declaraciones, por si tiene algo que puntualizar, al padre Albinas Dumbliauskas, de 65 a?os, abad de la Iglesia cat¨®lico-romana de Karaganda, Rep¨²blica de Kazakist¨¢n. Los dos estuvieron en Espa?a la semana pasada para asistir al I Encuentro Hispano-Sovi¨¦tico por la Paz, organizado por el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) espa?ol como representantes del movimiento cristiano de la URSS.El exarca bielorruso destaca el papel de la Iglesia ortodoxa en los cambios pol¨ªticos y sociales propiciados por las reformas de Gorbachov. "En general", dice, "hemos tomado parte en las reformas que se est¨¢n produciendo, insistiendo en el reconocimiento de los derechos humanos y del individuo, que es donde siempre hemos mantenido diferencias con el Estado sovi¨¦tico. La Iglesia siempre ha planteado tales cuestiones ante los dirigentes del pa¨ªs. Es verdad que lo hac¨ªamos con nuestros propios m¨¦todos. No mediante la protesta, sino con la discusi¨®n y el di¨¢logo".
"Incluso antes de la perestroika", a?ade, "pudimos resolver una serie de cuestiones. Con ocasi¨®n de los preparativos para el milenario del cristianismo en Rusia. fueron resueltas muchas de nuestras diferencias conforme al nuevo estilo de pensamiento pol¨ªtico. Salvados los obst¨¢culos burocr¨¢ticos, nuestros contactos culminaron con el encuentro en el Kremlin del patriarca de Mosc¨² y el s¨ªnodo con Mijail Gorbachov, resultado del cual fue el entendimiento entre Iglesia y Estado. No s¨®lo hablamos en el Kremlin en nombre de la Iglesia ortodoxa, sino de todas las confesiones religiosas de nuestro pa¨ªs, ya que nuestras relaciones con la Iglesia cat¨®lica y las dem¨¢s confesiones son excelentes".
A pesar de ello, una de las grandes diferencias entre las confesiones cat¨®lica y ortodoxa -las dos muy importantes en la URSS- es el problema de los uniatas, es decir, de los cinco millones de cat¨®licos clandestinos de- Ucrania, cuyas propiedades fueron confiscadas y muchas de las, cuales pasaron a manos de la Iglesia ortodoxa.
Filaret asegura que el problema no est¨¢ resuelto, pero dice: "Estamos dispuestos a resolverlo con la Iglesia de Roma, y para ello fue creada una comisi¨®n cuatripartita, integrada por dos representantes del Vaticano, dos de la Iglesia ortodoxa rusa, dos del patriarcado de Ucrania y dos de los grecocat¨®licos. Esta comisi¨®n decidir¨¢ sobre el tema de la devoluci¨®n de las propiedades confiscadas a los uniatas. En cualquier caso, los uniatas deben tener todas las facilidades para poder ejercer su culto de acuerdo con sus convicciones".
Sobre las acusaciones de colaboracionismo de la Iglesia ortodoxa rusa con el r¨¦gimen comunista, Filaret afirma que es cierto que hubo acusaciones de ese tipo, pero ya no se dan. Existi¨® una cierta colaboraci¨®n pero no alianza con el Estado sovi¨¦tico. "Si hubiese sido as¨ª", afirma, "no hubi¨¦semos sufrido las p¨¦rdidas que hemos sufrido".
Filaret asegura que ahora ya no hay una iglesia ortodoxa clandestina o disidente, disconforme con el conservadurismo de la oficial. "En este per¨ªodo de glasnost ya no hay divisiones. Hay diferencias, pero fuera de la Iglesia ortodoxa, que es una Iglesia ¨²nica y unida. En las regiones occidentales de Ucrania se ha creado paralelamente con los uniatas una formaci¨®n religiosa, pero no es reconocida por el s¨ªnodo y es considerada cism¨¢tica".
Respecto a la nueva ley de libertad religiosa, responde que es un asunto del Soviet Supremo (Parlamento), pero est¨¢n presionando para acelerar la legislaci¨®n. Uno de los aspectos fundamentales del debate ser¨¢n las relaciones Iglesia-Estado. "La se paraci¨®n de la Iglesia y el Estado es un hecho en nuestro pa¨ªs. La Iglesia quiere obtener personalidad jur¨ªdica, que s¨®lo tiene parcialmente ahora".
Hay una cierta opini¨®n de que si la Iglesia cat¨®lica saliese de las catacumbas arrasar¨ªa en la URSS... Los dos religiosos se mantienen muy prudentes al respecto, y consideran que si hay libertad religiosa lo que cabe esperar es que haya trasvase de unas creencias a otras. Filaret dice que en el caso concreto de Bielorrusia, en donde la poblaci¨®n es de 10 millones y las creencias mayoritarias son la cat¨®lica y la ortodoxa, en el per¨ªodo de la peresiroika se abrieron 120 nuevas parroquias y ahora hay 480 comunidades ortodoxas y 160 cat¨®licas. "Incluso", a?ade Filaret "se ha designado un nuevo obispo cat¨®lico por primera vez en 50 a?os, y nos llevamos muy bien. No hay problemas con la Iglesia cat¨®lica".
Visita del Papa
Indica que es fantas¨ªa pensar que el Papa celebre pronto misa en Ia catedral de la Asunci¨®n de Kremlin. "Sin embargo, vivimos tiempos de fantas¨ªa y fant¨¢stico", a?ade, "y debemos trabajar todos para que el Papa visite URSS. Tenemos que preparar muy bien todo tanto desde e punto de vista estatal como eclesi¨¢stico para que sea simult¨¢nea mente hu¨¦sped del Kremlin como jefe del Estado vaticano, de la Iglesia ortodoxa rusa y de patriarca de Mosc¨² y de toda Rusia, como l¨ªder espiritual de los cat¨®licos". Filaret no se arriesga a decir cu¨¢ndo podr¨ªa suceder, pero el abad Albinas asegura: "Antes de venir a Espa?a pas¨¦ por Mosc¨², y la jerarqu¨ªa cat¨®lica de all¨ª me dijo que el d¨ªa 10 de marzo estuvieron en Mosc¨² un cardenal y tres obispos de Vaticano para hablar sobre la vi sita del Papa. Creo que en 1991 es posible que se produzca".
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