Las rep¨²blicas b¨¢lticas sincronizan su estrategia
PILAR BONET ENVIADA ESPECIAL, Las rep¨²blicas b¨¢lticas cierran filas y sincronizan una pol¨ªtica independentista reforzada por las ¨²ltimas elecciones parlamentarias, con el convencimiento de que el Kremlin acabar¨¢ negociando lo que Lituania ha puesto en pr¨¢ctica por su cuenta y riesgo. Vilna, la capital lituana, estaba ayer tranquila, y el ultim¨¢tum dado a los desertores del Ej¨¦rcito para reincorporarse se cumpli¨® sin que se registrara ninguna detenci¨®n en el hospital donde se hab¨ªan refugiado.
El descanso dominical llen¨® de fieles las numerosas iglesias de la ciudad. Tanto la catedral como el templo cat¨®lico polaco de los dominicos estaban repletos. En sus portales se instalaban los vendedores de crucifijos, estampas y rmedallas. Algu nas mujeres mayores sub¨ªan de rodillas las empinadas escaleras de la capilla de Santa Teresa. Ning¨²n desertor hab¨ªa buscado refugio all¨ª, dijo el p¨¢rroco Kazimir Melius.Letonia, que ya tiene una de legaci¨®n dispuesta a negocia con Mosc¨², va a seguir los pa sos de la vecina Lituanla en la primera reuni¨®n del nuevo Par lamento, seg¨²n dijo el s¨¢bado el l¨ªder del frente opular let¨®n Dainis Ivans. Estoma, en cambio, seguir¨¢ un proceso de do ble v¨ªa, a¨²n no definido p¨²blica mente, pero que tiene en cuenta tanto al Parlamento como al Congreso de los Ciudadanos, un excluyente organismo repre sentativo paralelo.
La coordinaci¨®n pol¨ªtica y el apoyo a la declaraci¨®n de inde pendencia de Lituanla fueron tratado en la reuni¨®n del Consejo B¨¢ltico que se celebr¨® en Vilna el s¨¢bado por la noche. El Consejo re¨²ne a representantes de los movimientos populares de las tres rep¨²blicas (los frentes populares de Estonla y Letoma, y el Sajudis o Movimien to de Lituania) que se han con solidado como las principales fuerzas pol¨ªticas en ¨¦stas.
En Estonia el Frente Popular tiene una mayor¨ªa m¨¢s d¨¦bil que en Letonla y las fuerzas de los sectores opuestos a la inde pendencia se refleja en un no despreciable contingente de diputados prosovi¨¦ticos.
De las tres rep¨²blicas b¨¢lticas, Lituania es la que ha roto m¨¢s a fondo con todo lo que puede calificarse de sovi¨¦tico y la que tiene la mayor¨ªa nacional m¨¢s numerosa, ya que el 80% de la poblaci¨®n es lituana. Rusos (9%) y polacos (8%) participan con cierta reticencia en la v¨ªa, emprendida por el presidente Landsbergis.
A tono con los tiempos, los lituarlos buscan hoy en su historia elementos que les afirman ante Mosc¨². En lugar preferente, las librer¨ªas de Vilna exhiben ¨¢rboles geneal¨®gicos de los caudillos de Lituania, cuya figura central es el gran pr¨ªncipe Vytautas (1392-1430). Cualquiera que pase unos d¨ªas en Vilna acaba familiariz¨¢ndose con el perfil severo de Vytautas que aparece en libros, postales y banderines. En su ¨¦poca, el Estado lituano alcanz¨® el apogeo y abarc¨® desde el B¨¢ltico hasta el mar Negro, incluyendo toda Ucrania y llegando m¨¢s all¨¢ de Tula a las cercan¨ªas de Mosc¨². Un mapa de reciente impresi¨®n recoge estas fronteras. La lista de novedades editoriales lituanas incluye un s¨®li do tomo titulado El problema de Klaipeda. Esta ciudad, la antigua Memel, que perteneci¨® a Lituania entre 1923 y 1939 es el centro de un conflicto con Mos c¨², ya que qued¨® fuera del pacto germano- sovi¨¦tico.
Un tema que parece neutralizado son las demandas, que algunos consideran instigadas desde Mosc¨², de la minor¨ªa polacas. ?sta constituye la mayor¨ªa poblacional en diversas zonas, como en los alrededores de Vilna, que fue de Polonia en el per¨ªodo de entreguerras. "Los polacos no tenemos pretensiones territoriales sobre Vilna, pero creemos que la direcci¨®n lituana debe prestar m¨¢s atenci¨®n a esta minor¨ªa", afirma Czeslaw Okinczuc, uno de los diputados polacos del Parlamento lituano. De ellos, tres votaron a favor de la declaraci¨®n de independencia y seis se abstuvieron. Los polacos esperan que la direcci¨®n lituana atienda sus reinvindicaciones.
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