La familia de 'Pertur' acusa al jefe de ETA del asesinato del que fue ide¨®logo de los 'polimilis'

Los familiares de Eduardo Moreno Bergareche, Pertur, el dirigente de ETA Pol¨ªtico-militar desaparecido en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s hace ya 14 a?os, reclamar¨¢n pr¨®ximamente la reapertura del caso, convencidos de que su hijo fue secuestrado y muerto por el hoy m¨¢ximo dirigente de ETA Militar, Francisco M¨²gica Garmendia, y por Miguel ?ngel Apalategui, Apala. Los padres de Pertur se proponen asimismo pedir de un juzgado donostiarra la declaraci¨®n de fallecimiento.

La reapertura de la investigaci¨®n judicial en un caso archivado por falta de pruebas, aunque no prescrito, requiere, en principio, la aportaci¨®n de nuevos datos, pero la familla confia en que, con la perspectiva de los a?os transcurridos, la justicia francesa considere ahora el conjunto de los hechos y circunstancias que incidieron en la desaparici¨®n. La abogada de Biarritz que tramit¨® la denuncia de la familia, Mar¨ªa Teresa Maniort, sostiene que aquella investigaci¨®n fue puramente rutinaria y superficial. "La justicia y la polic¨ªa francesas abordaron la cuesti¨®n como un problema interno entre vascos-espa?oles y se limitaron a tomar nota de lo que se les dijo".Lourdes Auzmendi, compa?era de Pertur en aquellos a?os opina que la actitud de la polic¨ªa francesa fue hasta cierto punto normal, "teniendo en cuenta que la propla ETA Pol¨ªtico-militar los propios compa?eros de la v¨ªctima, prefirieron orientar las sospechas hacia la extrema derecha". El europarlamentario de Euskadiko Ezkerra, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, abogado de los padres de Pertur, indica que ¨¦stos no piden la reapertura del caso con ¨¢nimo de venganza, sino porque les parece terriblemente injusto no saber siquiera d¨®nde est¨¢ en terrado su hijo.

Personas vinculadas a la familia se?alan que se trata sobre todo de conseguir que la polic¨ªa y la justicia francesas no se olviden del caso Pertur en el supuesto de que se detenga a Franciso M¨²gica, a Miguel ?ngel Apalategui o a otros que pueden saber lo que pas¨® el 23 de julio de 1976. "Eugenio Etxebeste, Antxon, por ejemplo, fue detenido en Francia, despu¨¦s estuvo en Argel, donde se entrevist¨® con representantes del Gobierno espa?ol, y ahora vive en Santo Domingo. Que se sepa, nadie se ha tomado la molestia de preguntarle d¨®nde est¨¢ Pertur", a?adieron.

La sospecha inicial se sustentaba ya entonces en los antecedentes de aquellos a quienes hoy se vuelve a se?alar como supuestos autores, pero la certeza moral que comparten hoy los familiares, amigos y ex compa?eros de Pertur procede de la depuraci¨®n consciente o no de los datos acumulados y se alimenta de hechos como los asesinatos de Mikel Lezaun y de Yoyes, y de otros sucesos oscuros igualmente siniestros.

Secuestrado varios d¨ªas

Pocos meses antes de su desaparici¨®n, Eduardo Moreno Bergareche permaneci¨® secuestrado durante varios d¨ªas por miembros de su propia organizaci¨®n integrados o alineados con los denominados comandos bereziak (especiales), un grupoique dispon¨ªa de cierta autonom¨ªa en raz¨®n de su supuesta mayor operatividad en la acci¨®n violenta. Se sabe que fueron Apala y Antxon, tambi¨¦n conocido como Troglodita, y el entonces responsable de la denominada comisi¨®n de seguridad, Sim¨®n Loyola -expulsado del partido radical HASI hace un par de a?os-, quienes obligaron a Moreno Bergareche a salir de su casa en San Juan de Luz bajo la acusaci¨®n de indisciplina y de fugas de informaci¨®n.

El objetivo del secuestro, impedir la participaci¨®n de Pertur en una reuni¨®n de dirigentes, fue frustrado por la actitud de los asistentes a la asamblea, que exigieron y finalmente lograron, pese a la dura oposici¨®n de los bereziak, la presencia entre ellos del que era considerado el dirigente m¨¢s destacado de la organizaci¨®n. La reuni¨®n hab¨ªa sido convocada por el propio Pertur y otros dirigentes para exigir a los bereziak que explicaran por qu¨¦ hab¨ªan tomado por su cuenta la decisi¨®n de matar al industrial secuestrado ?ngel Berazadi y para conminar a Apala a que reconociera que su comportamiento negligente -llegar tarde a la cita en el Pirineo con los presos huidos de Segovia por haberse quedado dormido- hab¨ªa hecho fracasar la operaci¨®n. Doce d¨ªas antes de su desaparici¨®n, Pertur escribi¨® a su compa?era una carta en la que, aludiendo a sus secuestradores, indicaba: "Estos bestias han creado un clima tal que han transformado ETA, en Euskadi norte, no en un colectivo de revolucionarios, sino en un Estado policial".

El hecho es que el 23 de julio de 1976 Eduardo Moreno cay¨® en una trampa, urdida, evidentemente, por alguien que se sirvi¨® de los mecanismos internos de la organizaci¨®n. Pertur sali¨® esa manana para acudir a las diez a una cita, en el bar Consolation de San Juan de Luz, con una persona que hab¨ªa solicitado el contacto por medio de una llamada telef¨®nica a la librer¨ªa Mugalde de Hendaya.

Esa persona, que durante la llamada telef¨®nica dijo haber conocido a Pertur un mes antes, nunca se ha dado a conocer, y Pertur no lleg¨® jam¨¢s a la cita del bar Consolation. Fue visto por un refugiado a eso de las diez en las proximidades de ese bar, pero dentro de un coche Renault 5 conducido por Apala. El mismo refugiado, vinculado a ETApm, afirm¨® que Pertur ocupaba el puesto de copiloto y que Francisco M¨²gica Garmendia iba sentado detr¨¢s. Una descripci¨®n que no concuerda con la que M¨²gica Garmendia (Artapalo y Pakito) suministr¨® a los polic¨ªas franceses, ante los que declar¨® forzado por sus compa?eros. En su testimonio a la polic¨ªa, Artapalo se ubic¨® mentalmente en el puesto de copiloto y dijo que Pertur ocupaba la parte trasera del coche. Quienes vivieron de cerca aquellos sucesos, previos a la escisi¨®n de los bereziak, consideran ciertamente extra?o que Eduardo Moreno accediera voluntariamente a viajar en esa compa?¨ªa, pero tampoco lo juzgan enteramente imposible, siempre que hubieran concurrido circunstancias muy especiales.