El futuro plural de la izquierda
Afirmar que el comunismo cometi¨® errores graves es una obviedad; llegar a la conclusi¨®n de que el error son las ideas de los comunistas es una simplificaci¨®n. A juicio del articulista, la nueva izquierda ha de ser cr¨ªtica y autocr¨ªtica.
Hoy se reinicia la reflexi¨®n sobre conceptos que, como el socialismo, no son un¨ªvocos, sino sujetos a diversas interpretaciones.En la discusi¨®n se sit¨²a en lugar preferente la Revoluci¨®n de Octubre. En mi opini¨®n, este acontecimiento fue un hito para el desarrollo de la humanidad. Constatar los errores producidos en el proceso revolucionario o las deformaciones posteriores no puede conducir a la negaci¨®n de su trascendencia, a no ser que se pretenda reescribir la historia para hacerla coincidir con ideolog¨ªas concretas; de igual forma que no puede negarse el papel hist¨®rico de la Revoluci¨®n Francesa por m¨¢s que se repudien las sangrientas acciones de los Robespierre de turno o las pr¨¢cticas liberales-conservadoras que condenan al hambre y al subdesarrollo a la mayor¨ªa de la humanidad. Las grandes aportaciones de ambas revoluciones recobran especial vigencia, debiendo unirse en un mismo concepto las ideas de libertad y de justicia social.
Es una nueva puesta en escena del concepto del socialismo democr¨¢tico, positivamente acentuado con el fin del socialismo estalinista. Con la utilizaci¨®n de este concepto quiero mostrar mi convicci¨®n de que el principal problema pol¨ªtico del pensamiento comunista reside en las barbaridades del estalinismo y sus consecuencias, sin que esta afirmaci¨®n me lleve a adoptar una posici¨®n acr¨ªtica sobre algunas de las teor¨ªas y pr¨¢cticas de Lenin.
Recordemos, por ejemplo, que Rosa Luxemburgo defend¨ªa la necesidad para el proceso revolucionario de la C¨¢mara representativa. Parece obvio que ten¨ªa raz¨®n y que la anulaci¨®n de la Asamblea Legislativa en la URSS origin¨® la posterior implantaci¨®n del modelo antidemocr¨¢tico del partido ¨²nico.
Me parece obvio afirmar el pluralismo pol¨ªtico y social, el sistema parlamentario y la identificaci¨®n con el concepto de Estado de derecho, que son notas imprescindibles para la construcci¨®n del socialismo y forman parte del acervo cultural de los comunistas espa?oles.
Al lado de estos principios, han de rese?arse teor¨ªas sobre la organizaci¨®n partidaria desde una perspectiva renovada y democratizadora.
Pienso que un partido no puede ser considerado como un elemento globalizador de toda la sociedad, y, en consecuencia, el pensamiento comunista debe ser considerado como una parte de la izquierda, sin ninguna pretensi¨®n redentorista, como contribuci¨®n a la construcci¨®n de una sociedad plenamente democr¨¢tica y por ello socialista. Parad¨®jicamente, escucho voces que afirman sin rubor que el partido gobernante en Espa?a es "la casa com¨²n de la izquierda". La propuesta reproduce un viejo concepto totalizante que cre¨ªa superado, poniendo en evidencia la necesidad de reflexi¨®n cr¨ªtica en todos los campos del pensamiento. Es necesario reafirmar el car¨¢cter laico de los partidos y rechazar cualquier interpretaci¨®n doctrinaria de las teor¨ªas, acentuando el programa como instrumento para el di¨¢logo entre la formaciones de la izquierda. La plena democracia interna ha de ser nota dominante o imprescindible para el funcionamiento partidario.
Autocr¨ªtica
No puedo dejar de se?alar que estos planteamientos democr¨¢ticos se abrieron paso hace mucho tiempo en el comunismo espa?ol. Como se recordar¨¢, nos llevaron a la confrontaci¨®n con las teor¨ªas y las pr¨¢cticas de algunos de los partidos gobernantes en el Este.
Hoy esos criterios son aportaciones positivas para la construcci¨®n de la izquierda europea.
He afirmado como hecho relevante el fin del socialismo estalinista. Ahora bien, esa posici¨®n no me induce a avalar las teor¨ªas que afirman el triunfo hist¨®rico del reformismo sin exigirle la m¨ªnima reflexi¨®n autocr¨ªtica. Willy Brandt, en un reciente trabajo y hablando de la Internacional Socialista, afirmaba: "En el camino recorrido no ha habido s¨®lo ¨¦xitos y logros imborrables, sino tambi¨¦n tr¨¢gicos errores de c¨¢lculo".
Quien en Espa?a no reflexione sobre los errores de la socialdemocracia cl¨¢sica adopta una posici¨®n que puede ser interpretada como intento de apuntalar al partido dominante.
Desaparecida la divisi¨®n antag¨®nica de Europa y devenidos los bloques militares en estructuras obsoletas, es posible alumbrar nuevas ideas para las relaciones internacionales y crear pol¨ªticas de seguridad que garanticen la paz y propicien el desarme. Es imprescindible liberar recursos econ¨®micos para ser aplicados en la cooperaci¨®n con el Tercer Mundo y en la creaci¨®n de un nuevo orden internacional.
Ahora bien, ese proceso no est¨¢ garantizado. Las recientes elecciones de la RDA han mostrado que la construcci¨®n europea puede ser hegemonizada por las fuerzas conservadoras, incrementando la acci¨®n del m¨¢s rancio capitalismo. Por consiguiente, es imprescindible acelerar la cooperaci¨®n de la izquierda europea, buscando, con inventiva, instrumentos de di¨¢logo. La intern acionaliz aci¨®n global de la sociedad exige ref¨®rmular un internacionalismo renovado que permita superar la actuaci¨®n de los partidos en los marcos estatales. Es obligado buscar l¨ªneas de s¨ªntesis, haciendo coincidir, sobre bases program¨¢ticas, a los partidos de todo el continente que proceden del pensamiento marxista. Ha de contarse tambi¨¦n con otras culturas de la izquierda que tienen ideas renovadas sobre el ecologismo o el feminismo, sin ignorar las aportaciones del cristianismo progresista.
Esa izquierda emergente no puede ser excluida, y menos descalificada, porque sus propuestas o acciones no concuerden con los par¨¢metros pol¨ªticos cl¨¢sicos. Considero que su valor reside en los m¨¦todos originales qu aportan. Quien pretenda construir la izquierda sin contemplar esa realidad emergente o intentando Integrarla en un solo pensamiento hist¨®rico est¨¢ condenado al fracaso.
En el marco de este proyecto ha de insertarse la construcci¨®n de IU.
Conviene aclarar que es una idea totalizante y menos excluyente.
Pretende ser -en gran medida ya lo es- un punto de referencia para la pluralidad de la Izquierda, uniendo la acci¨®n cr¨ªtica con las propuestas program¨¢ticas.
La izquierda transformadora en Espa?a obligatoriamente ha de ser beligerante con la actual acci¨®n del Gobierno para realizar un trabajo consecuente con el concepto de socialismo democr¨¢tico.
Lo definitorio para la izquierda no son las proclamas nominalistas y s¨ª los programas y acciones concretos.
No es posible separar las grandes declaraciones de hechos tan elocuentes como son el tr¨¢fico de influencias, la econom¨ªa del paro, las bases de EE UU, el deterioro de la naturaleza, las sospechas nunca aclaradas sobre la actuaci¨®n del GAL o la acci¨®n del fiscal general del Estado. Cuando se hace abstracci¨®n de estos hechos puede caerse en un ejercicio de hipocres¨ªa pol¨ªtica que no ayuda a la construcci¨®n de la izquierda en Europa.
es secretario de pol¨ªtica exterior del Partido Comunista de Espa?a.
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