Homosexualidad
Las im¨¢genes de la muerte que pudira tener Federico Garc¨ªa Lorca, "la muerte como reflexi¨®n en la vida" y la "esterilidad como imagen de la muerte", dieron ocasi¨®n a Jorge Sempr¨²n para realizar una cierta disgresi¨®n sobre la homosexualidad, "de la que es imposible no hablar en Federico, ni dejar de reconocer en algunos de nuestros m¨¢s grandes poetas"."Es hora de que la homosexualidad se asuma en una sociedad democr¨¢tica sin rechinar machista de dientes", afirm¨®, para realizar despu¨¦s diversas ejemplificaciones sociol¨®gicas.
Casa de citas
"Recuerdo que en una de nuestras frecuentes conversaciones, Dionisio Ridruejo me cont¨® que, en una cena oficial a la que asisti¨® siendo a¨²n militante de Falange, un general le gritaba a otro desde su mesa: ?Fulano! ?C¨®mo se llamaba aquel maric¨®n que fusilamos en Granada?", explic¨® Sempr¨²n.
La an¨¦cdota, con ser terror¨ªfica, dio paso a otra m¨¢s cercana; un libro publicado en los a?os setenta por la editorial Anagrama, que conten¨ªa entrevistas con l¨ªderes pol¨ªticos de aquellos d¨ªas. En ellas, le¨ªdas literalmente por Sempr¨²n, los l¨ªderes de la Organizaci¨®n Comunista de Espa?a el Partido de los Trabajadores (el de entonces) y alg¨²n otro partido de izquierda radical, condenaban sin paliativos la homosexualidad como una perversi¨®n, una desviaci¨®n producto de la sociedad capitalista, e incluso propon¨ªan como deseable que se tomaran medidas contra ella.
P¨¢smense, pareci¨® querer decir Sempr¨²n: el mismo Tierno Galv¨¢n hablaba de "personas que han desviado sus instintos". Sempr¨²n concluy¨® el cap¨ªtulo de citas incre¨ªbles solicitando a su audiencia autorizaci¨®n "para una brizna de demagogia". Se trataba de leer la respuesta dada por Felipe Gonz¨¢lez, "cuando a¨²n era marxista; no se hab¨ªa renunciado a¨²n al marxismo". Gonz¨¢lez hablaba de una forma de sexualidad, de una libre elecci¨®n. Una respuesta normal sobre algo no es una licencia s¨®lo po¨¦tica.
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