Los presidentes auton¨®micos ser¨¢n senadores sin voto
La mayor¨ªa de los grupos parlamentarios coinciden, aunque con matices, en el contenido de sus iniciativas para que el Senado se convierta en c¨¢mara de las nacionalidades y regiones y, ¨¦stas participen en la administraci¨®n del Estado. Un punto de coincidencia es la potenciaci¨®n de la actual Comisi¨®n de Autonom¨ªas, ampliando sus funciones y composici¨®n para que represente m¨¢s "intereses territoriales" que posturas pol¨ªticas.Para ello, dicha comisi¨®n deber¨ªa estar integrada, seg¨²n el criterio m¨¢s extendido, por los 46 senadores designados por los parlamentos de las autonom¨ªas y un n¨²mero variable, aunque menor, de los elegidos por sufragio universal. Formar¨ªan parte de esta super-comisi¨®n, con voz, pero sin voto, los presidentes de las Comunidades Aut¨®nomas o los miembros de sus gobiernos en quienes deleguen.
De acuerdo a algunas propuestas, los presidentes tendr¨ªan la facultad de pedir su convocatoria, para informar ante ella, o ante el pleno del Senado, de cuestiones referidas a su comunidad. Sin embargo, la misi¨®n m¨¢s importante que se asigna a la Comisi¨®n de Autonom¨ªas es la de dictaminar previamente los proyectos de ley que afectan a las comunidades, ya sea en su territorio o en las competencias que les otorgan sus estatutos.
La tercera lista
Los grupos de la oposici¨®n esperan que esta funci¨®n de control de las leyes, aunque no tenga car¨¢cter vinculante, frene la invasi¨®n de competencias por parte del Gobierno del Estado y reduzca el trabajo que tiene el Tribunal Constitucional.
El PP adjudica alguna de estas funciones a las comisiones territoriales (una por cada comunidad), que estar¨ªan compuestos por todos los senadores elegidos o designados en ellas. CIU, por su parte, plantea que los grupos parlamentarios de la C¨¢mara se formen no por adscripci¨®n ideol¨®gica, sino por la procedencia territorial de los senadores.
El PNV tiene la intenci¨®n de proponer un acuerdo amplio para que el Senado fije "la tercera lista" de competencias; aquellas que no se atribuyen con car¨¢cter exclusivo ni al Estado ni a las comunidades aut¨®nomas, sino que son compartidas. Con esa definici¨®n se resolver¨ªa, seg¨²n el PNV, "el gran problema" del Estado Auton¨®mico: la reducci¨®n de las funciones legislativas atribuidas a las autonom¨ªas mediante leyes de bases excesivamente detallistas.
Un planteamiento ampliamente compartido es el de institucionalizar todos los a?os la celebraci¨®n del debate sobre el Estado de las Autonom¨ªas. En algunas de ellas existe el temor de que los partidos de ¨¢mbito estatal aprovechen la reforma del reglamento para controlar en el Senado la gesti¨®n de los gobiernos aut¨®nomos que no controlan. Juan Jos¨¦ Laborda asegura que no lo consentir¨¢. "Tengo muy claro que los Gobiernos aut¨®nomos s¨®lo han de responder ante sus respectivos parlamentos".
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