Richard Gere: "Hago el papel de infame"
El actor interpreta en la pel¨ªcula 'Asuntos sucios' el personaje de un polic¨ªa corrupto
Asuntos sucios es una pel¨ªcula sobre "el control y la manipulaci¨®n, dos fuerzas continuamente presentes en la vida", dice Richard Gere, estrella de la cinta, que confiesa, que su papel no es de malo, "es de infame". El actor est¨¢ tan a gusto cuando habla de la pel¨ªcula y de sus proyectos como cuando se le inquiere sobre sus creencias filos¨®ficas o su activismo pol¨ªtico. Ronald Reagan, George Bush y Margaret Thatcher, a quienes ve como consumados practicantes de la moral selectiva, no gustan a este budista, defensor de la causa de los pobres de la Tierra.
Gere no es un divo. Todo lo contrario. Frente al distanciamiento personal y la ignorancia del mundo de que hacen gala otras estrellas, Gere se ofrece como un ser humano preocupado por la suerte de sus m¨¢s desfavorecidos cong¨¦neres, v¨ªctimas an¨®nimas por millones de lo que ¨¦l da en llamar "moral selectiva" de quienes tienen las riendas del poder.La conversaci¨®n comienza con la pel¨ªcula que acaba de estrenarse en Espa?a -una historia de lucha contra la corrupci¨®n policial- y en seguida deriva hacia ¨¢reas alejadas de la creaci¨®n art¨ªstica. "He hecho papeles de malo con anterioridad, pero no de tan infame; aqu¨ª soy el antagonista m¨¢s que el protagonista", dice Gere. "En otras pel¨ªculas, el protagonista sufre un proceso de translormaci¨®n, pero en ¨¦sta el antagonista no cambia, sino que se manifiesta de diversas maneras. Para m¨ª lo dificil ha resultado actuar sin cambiar a lo largo de la pel¨ªcula".
Los felinos y la moral
El polic¨ªa corrupto Dennis Peck tiene un parentesco con los felinos. "Los felinos no tienen moral. Los animales, al contrario que los hombres, no matan por celos, ira o ambici¨®n, s¨®lo lo hacen por comida o por defender a la familia. Los felinos son bellos y seductivos, pero tambi¨¦n asesinos. Peck seduce a todos y eso nos lleva a lo que es la pel¨ªcula, una historia sobre control y manipulaci¨®n".
El actor cree que este papel no lo hubiese podido desempe?ar con tanta convicci¨®n hace cinco a?os. "Tiene que ver con el madurar y con el activismo pol¨ªtico y espiritual que he desarrollado en los ¨²ltimos a?os".
Gere acaba de llegar de la India, donde ha estado con "su santidad el Dalal Lama", del que es seguidor. Fundador de la Casa del Tibet en Nueva York dedicada a la defensa del patrimonio cultural y religioso del pa¨ªs asi¨¢tico, Richard Gere en seguida desgrana cifras sobre "el horrendo genocidio que sufre el T¨ªbet" y anuncia que se est¨¢ preparando la estrategia para convertir 1991 en el a?o internacional del Tibet.
El inter¨¦s por el budismo le lleg¨® en sus tiempos de estudiante universitario de filosoflia "cuando me preguntaba qui¨¦n soy y c¨®mo se puede ordenar el caos". Unas lecturas sobre el realismo subjetivista le convencieron de que la mente crea la realidad" y le llevaron a estudiar durante a?os el budismo zen. "Me fue ¨²til para entender c¨®mo funciona la mente".
El actor no ve contradicci¨®n en compartir la bonhom¨ªa budista con los fren¨¦ticos y c¨ªnicos valores de la industria cinematogr¨¢fica. "Los celos, la ira, la envidia... son los mismos en Hollywood que en la vida normal, pero all¨ª hay m¨¢s dinero, m¨¢s poder, m¨¢s destrucci¨®n, m¨¢s de todo". "En la industria del cine est¨¢ todo m¨¢s acentuado, lo que es muy ¨²til porque puedes verlo y actuar en consecuencia". Gere reside en Nueva York y dice que cuando va a Hollywood vive la misma vida que aqu¨ª, porque mi vida est¨¢ donde estoy yo". El actor habla repetidamente de control y manipulaci¨®n y, a trav¨¦s del ejemplo de la escena de Asuntos sucios en la que est¨¢ acariciando amorosamente a su hija mientras con la otra mano registra al amigo, pasa a referirse a la moral selectiva, de la que, dice, hacen continuo uso los Reagan, Bush y Thatcher del mundo: "Hacen algo que creen que es defendible desde su punto de vista y que causa da?o a miles de personas". Por ejemplo, la pol¨ªtica norteamericana en Centroam¨¦rica, el apoyo al Gobierno genocida de Guatemala o la brutal invasi¨®n de Panam¨¢. O el poll-tax impuesto por la primera ministra brit¨¢nica. "Thatcher no est¨¢ preparada para entender el sufrimiento de los pobres". "La moralidad aut¨¦ntica no es selectiva", apostilla. Su contribuci¨®n al alivio de la tragedia de los refugiados centroamericanos pasa por el apoyo a El Rescate, una entidad de Los ?ngeles que les presta ayuda legal y social.
Argentina
Los cineastas tienen una gran responsabilidad, "porque las pel¨ªculas pueden influir en la gente". La que ¨¦l ya tiene en la cabeza se desarrolla en la Argentina de la guerra sucia de los a?os setenta, la del libro Imagining Argentina, cuyos derechos ha adquirido. Quiere producirla y protagonizarla: "Es la historia de la b¨²squeda por un despolitizado director de teatro infantil de su mujer, una periodista pol¨ªtica que ha sido secuestrada; en esa b¨²squeda se produce el descubrimiento de Argentina por parte del marido".
El blanco que toca la trompeta como un negro
Richard Gere es un actor de formaci¨®n musical. Ya ha compuesto pasajes para varias de las cintas en que ha intervenido, y en Cotton Club, de Coppola, toca la trompeta. Gere agradece con ¨ªntima nostalgia el empe?o de su madre porque los cinco hermanos estudiaran m¨²sica. "Nos llevaba a cuatro o cinco horas de clase diarias y se quedaba fuera, esperando en el coche", recuerda con afecto. Adem¨¢s de la trompeta, toca el piano, el bajo y la guitarra, pero no he conseguido encontrar una novela, relato o idea que pueda convertir en una pel¨ªcula". Y pide la colaboraci¨®n de los lectores: "Si saben de alguna, que me escriban a Columbia Pictures".Dice el actor que sus amigos opinan que en Asuntos sucios hay mucho de ¨¦l. Gere no est¨¢ totalmente de acuerdo. "Lo que no hay de m¨ª es la violencia del personaje", puntualiza. "Lo que he aportado es mi sentido del humor. Yo puedo hacer las cosas de muchas formas en la vida y en las pel¨ªculas".
Cuando a Richard Gere se le comenta su imagen de hombre ideal desde el punto de vista femenino, Gere se r¨ªe y disimula: "S¨ª, en la imagen de 20 x 10 metros de la pantalla".
Babelia
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