Dos ecuatorianos encapuchados vigilaron al empresario

El empresario taurino Pablo Mart¨ªn Berrocal estuvo siempre vigilado por dos ciudadanos ecuatorianos, que en todo momento aparecieron encapuchados, y que presumiblemente eran delincuentes a sueldo del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional colombiano. Al fin del secuestro, se uni¨® al grupo una mujer.El di¨¢logo entre secuestrado y captores fue muy escaso, y se sol¨ªa limitar a las ocasiones en las que Mart¨ªn Berrocal les hac¨ªa alguna petici¨®n. No obstante, en m¨¢s de una ocasi¨®n v¨ªctima y secuestradores mataron las horas jugando al domin¨®. Por otro lado, el due?o de la plaza de toros de Quito ense?¨® a torear a sus dos secuestradores, a los que bautiz¨®, a la vista de que ellos nunca se presentaron con ning¨²n nombre, como Sebasti¨¢n y Antonio Jos¨¦, en homenaje a los toreros Sebasti¨¢n Palomo Linares y Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n.

El reh¨¦n solicit¨® entre otras cuestiones a los captores que le lavaran la ropa, que tardaban ocho d¨ªas en devolverle limpia. Asimismo, recab¨® de sus captores libros, y en ese sentido ley¨® obras de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Camilo Jos¨¦ Cela y Enrique Jardiel Poncela y Julio Verne. Los secuestradores intentaron amenizar su cautiverio con m¨²sica de Jos¨¦ Luis Perales, cuyas canciones confiesa el secuestrado conocer ahora de memoria.

El pasado viernes santo, Mart¨ªn Berrocal, solicit¨® a sus captores que pusieran m¨²sica cl¨¢sica en atenci¨®n a la fecha. Al parecer, el secuestrado en ning¨²n momento perdi¨® la noci¨®n del tiempo. Su lugar de cautiverio inicial dispon¨ªa de una ventana pero no de luz el¨¦ctrica, mientras que el ¨²ltimo lugar s¨®lo dispon¨ªa de este ¨²ltimo tipo de iluminaci¨®n. Mart¨ªn Berrocal soport¨® una p¨¦sima alimentaci¨®n m¨¢s engordante que nutritiva, que inclu¨ªa "sopas repugnantes", mucha patata, un huevo cada dos d¨ªas, mucho ma¨ªz y ocasionalmente queso y carne. Mart¨ªn Berrocal asegura que pas¨® sed.