Las distribuidoras del cine norteamericano quieren 'pactar' con los exhibidores espa?oles

"Vamos a ser respetuosos con esta propuesta de resoluci¨®n del Tribunal de Defensa de la Competencia y, al margen de tribunales, queremos negociar directamente con los exhibidores de cine", afirmaron ayer en Madrid representantes de la Asociaci¨®n de Distribuidores e Importadores Cinematogr¨¢ficos de ?mbito Nacional (ADICAN), la empresa que agrupa en Espa?a a las majors, las grandes distribuidoras del cine norteamericano que operan en Espa?a.

El imperio, la todopoderosa industria del cine norteamericano est¨¢ preocupado y contraataca de una manera bastante diferente a los tiempos pasados, en que -ellos mismos lo confirman "podemos haber tenido un comportamiento autoritario, de querer imponer nuestras pel¨ªculas. Ahora lo que queremos es encontrar unas nuevas reglas del juego y hacemos un ofrecimiento honesto de di¨¢logo a los exhibidores", afirm¨® ayer, en conferencia de prensa, Luis Hern¨¢ndez, directivo de ADICAN.La diferencia entre el antes y el ahora radica en que, hace escasamente un mes, una sentencia -recurrida por estas grandes distribuidoras- del Tribunal de Defensa de la Competencia les ha impuesto multas, que casi alcanzan los 200 millones de pesetas, por "pr¨¢cticas de competencia desleal y restrictiva".

Esta sentencia, que puede ser aprobada por el Consejo de Ministros, ha sido originada por una denuncia de la Federaci¨®n de Empresarios de Cine.

Las majors proponen lo siguiente: "Vamos a suspender la c¨¢mara que hab¨ªamos creado para el tratamiento de los morosos, y en segundo lugar, estudiar como se acopla a la realidad el pol¨¦mico tema de la contrataci¨®n de pel¨ªculas por lotes", afirma Luis Hern¨¢ndez, de ADICAN.

El tema de los lotes significa que, por poner un ejemplo, junto con la venta del ¨²ltimo Oliver Stone, Nacido el 4 dejulio, la multinacional de turno obliga a los exhibidores a comprar toda una lista que incluye t¨ªtulos menores pel¨ªculas, para entendernos, de relleno. La c¨¢mara es una especie de pull creado por las distribui doras multinacionales para que, cuando un empresario no paga una de ellas, las dem¨¢s, de manera autom¨¢tica, dejan de suministrarle pel¨ªculas.

Las grandes distribuidoras agrupadas en ADICAN afirman: "Desde 1940 hasta 1988, las rela ciones entre exhibidores y distribuidores se regulaban en base a un reglamento arbitral que se iba renovando y amoldando a la realidad peri¨®dicamente. El ¨²ltimo se renov¨® en 1985, con vigencia hasta 1988, y desde entonces estamos sin acuerdo entre ambas partes. Esta situaci¨®n ha desembocado en la denuncia que han hecho al Tribunal de Defensa de la Competencia los exhibidores, y nosotros estamos dispuestos a llegar a acuerdos y pensamos que es mejor que no intervenga la Administraci¨®n".

Las majors han decidido, como gesto de buena voluntad", dicen, suspender la c¨¢mara de cobro de morosos, y a?aden: "Estamos dispuestos a negociar el sistema de los lotes de pel¨ªculas, aunque vemos muy dif¨ªcil la soluci¨®n".

Lo cierto es que la fecha del 1 de enero de 1993 cambiar¨¢ las relaciones entre la industria cinematogr¨¢fica norteamericana y las de los pa¨ªses europeos, porque, desde esa fecha, Europa se convierte en un mercado ¨²nico.

Jos¨¦ del Villar, presidente de la Federaci¨®n de Empresarios de Cine, que re¨²ne a los exhibidores de cine espa?oles, declar¨® ayer a este peri¨®dico: "Antes de denunciar a las grandes distr¨ªbuidoras estuvimos durante seis meses intentando el di¨¢logo, y fue imposible". "Son tres los temas que tenemos en conflicto: uno es el porcentaje que estas distribuidoras cobran a los exhibidores espa?oles por las pel¨ªculas de gran ¨¦xito, pues, mientras en Europa cobran alrededor del 50%, el porcentaje en Espa?a est¨¢ entre el 60% y el 70%". "El otro tema", contin¨²a Del Villar, "el de la suspensi¨®n de la c¨¢mara de morosos, nos parece bien, pero nosotros siempre hemos apostado porque a los morosos se les d¨¦ el trato que les corresponda. Y el tercer gran tema, el de la adquisici¨®n de pel¨ªculas por lotes, es evidente que no podemos seguir acept¨¢ndolo, porque no solamente nos perjudica a nosotros, sino tambi¨¦n al espectador".