Leguina: "Solchaga ha demostrado que sabe hacer pol¨ªtica"

Viene de la p¨¢gina 1Pregunta. ?Le basta con el apoyo de la FSM o precisa adem¨¢s del respaldo de la c¨²pula de su partido?

Respuesta. Naturalmente, la ejecutiva federal del PSOE se atierie siempre -se debe atener- a los resultados democr¨¢ticos y tendr¨¢ que apoyar a quien se elija en Madrid. As¨ª lo ha hecho siempre.

P. Usted ha reiterado que los partidos, incluso el suyo, precisan m¨¢s democracia interna.

R. S¨ª, incluso el m¨ªo. El PSOE se ha convertido, como es l¨®gico y natural, en una sociedad muy atenta al Estado, quiz¨¢ m¨¢s que a la sociedad espa?ola, al ocupar institucionalmente una gran cantidad de poder. Pero la democracia interna se mide por los debates y por el voto.

P. El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, ha dicho que desconoce su pol¨¦mica con el presidente de la FSM, Jos¨¦ Acosta. ?Sigue compenetrado con Acosta?

R. Creo que Guerra tiene raz¨®n, la pol¨¦mica no existe. Lo que ocurre es que Acosta ha tomado posiciones: me comunic¨® que yo no le parec¨ªa bien como candidato, y obviamente eso ha br¨¢ que explicarlo. Advierto que me voy a defender si me atacan.

P. ?Con qu¨¦ armas?

R. Con la ¨²nica que hay en la democracia, convencer a los de m¨¢s de que uno tiene las ideas que tiene para que, si gustan, se apoyen en las urnas.

P. ?Mantiene contactos con el ex alcalde de Madrid, Barranco?

R. De forma continua. De hecho, es raro el d¨ªa en que no hablamos. Considero que un t¨¢ndem Barranco-Leguina es un buen t¨¢ndem, y si hay otro mejor, alguien tendr¨¢ que proponerlo.

P. ?Barranco volver¨¢ a ser alcalde de Madrid?

R. Estoy convencido de que s¨ª, y no lo digo a humo de pajas. Tal y como va la evoluci¨®n pol¨ªtica, digo muy seriamente que, si no cometemos errores, si salimos al exterior y no nos encerramos en nostros mismos, ser¨¢ inevitable que el partido socialista vuelva a gobernar. Parece muy dificil que el Partido Popular pueda formar un Gobierno municipal.

P. ?Y Rodr¨ªguez Sahag¨²n?

R. Eso es una locura de verano. Es pr¨¢cticamente imposible que vuelva a ser alcalde, a no ser que gane el PP encabezando Rodr¨ªguez Sahag¨²n la candidatura.

El manto de Pen¨¦lope

P. Despu¨¦s de las declaraciones de los fiscales andaluces, ?qu¨¦ opina del caso Juan Guerra?

R. Bueno, eso es como el manto de Pen¨¦lope. Me produce una gran preocupaci¨®n como sociahsta que este caballero, hermano del vicepresidente y que ha sido funcionario del pa rtido socialista, siga hablando como socialista en la Prensa y en la televisi¨®n en nombre del PSOE, cosa que no tiene ning¨²n derecho a hacer. Pero m¨¢s me perocupa todav¨ªa el mensaje que emite. Eso de que aqu¨ª vale el enriquecimiento, y que ha llegado la hora de que nos enriquezcamos los que hasta ahora no hemos podido me parece un mensaje atroz.

P. ?A¨²n le acusan de haber pactado contra natura con el diputado Nicol¨¢s Pi?eiro para mantenerse en el cargo?R. La verdad es que ya no me queda ni gota de rencor.

P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno central?

R. Hasta este momento, el ministro de Econom¨ªa [Carlos Solchaga] est¨¢ demostrando que, aparte de saber econom¨ªa, sabe mucho de pol¨ªtica. En los ¨²ltimos meses hemos asistido, muchos de nosotros alborozados, al acuerdo con los sindicatos.

P. ?Seguir¨ªa al frente de la Autonom¨ªa sin contar con el respaldo de Felipe Gonz¨¢lez?

R. Ser¨ªa. una falta a la democracia interna recabar otros apoyos. Yo tengo el del secretario general de mi partido porque soy secretario general de la FSM. Como espero seguir si¨¦ndolo, seguir¨¦ teniendo ese apoyo. Creo que eso est¨¢ claro y mis conexiones personales y pol¨ªticas son clar¨ªsimas. Si existiera el felipismo, que no existe -entre otras cosas porque no quiere el presidente del Gobierno, y hace muy bien-, yo, desde luego, estar¨ªa all¨ª.

P. ?El guerrismo tampoco existe?

R. Como dicen de las meigas: no existen, pero haberlas, haylas.

Retos sociales enormes

P. La historia reciente demuestra que si alguien se enfrenta con el guerrismo acaba mal dentro del partido.

R. Soy antisectario. Nadie se puede arrogar el patrimonio del partido. Jam¨¢s me he metido con Alfonso Guerra ni con nadie y respeto sus; posiciones, auque no est¨¦ de acuerdo con algunas de ellas. Este partido no puede ser un pozo de silencio, porque los retos sociales son enormes.

Pregunta. ?Qu¨¦ ha podido gestionar el presidente de la Comunidad de Madrid en esta legislatura que ya toca a su fin?Respuesta. Al final de la legis latura se ver¨¢ que hemos cumpli do de sobra el programa electo ral. Despu¨¦s de las dificultades de gobernar en minor¨ªa y de la gran batalla pol¨ªtica de la moci¨®n de censura -que se salv¨® por los pelos, pero se salv¨®-, el pasado mes de noviembre plante¨¦ a la Asamblea una serie de puntos vitales para la vida de la Comunidad. Primero, un Acuerdo por Madrid con el Estado, centr¨¢ndonos especialmente en el transporte, que en pocos d¨ªas se ver¨¢ que va adelante. Tambi¨¦n me pa reci¨® fundamental la concerta ci¨®n social.

Moci¨®n "para poco"

P. As¨ª que todo ha quedado para el final de la legislatura, mientras se suced¨ªan, por ejerr¨ª plo, los atascos y las protestas de los viajeros de Renfe.

R. Evidentemente, en el transporte las previsiones se han quedado cortas porque no se ha calculado bien que con una demograf¨ªa pr¨¢cticamente estacionaria el crecimiento eco n¨®mico genera una movilidad enorme. No pretendo polemi zar, pero la moci¨®n de censura en el Ayuntamiento de Madrid y el cambio de equipo de gobierno no ha servido para mucho, m¨¢s bien al contrario.

P. ?Esa movilidad tiene algo que ver el problema de la vivienda?

R. No. ?sta es una cuesti¨®n m¨¢s abarcable, lo digo sinceramente, que el problema del transporte-tr¨¢fico. Aunque se nos haya disparatado en dos a?os, afecta a menor cantidad de gente, en la medida en que la subida de los precios tambi¨¦n revaloriza los patrimonios de los propietarios de pisos.

El fen¨®meno especulativo

P.?Qu¨¦ parte de responsabilidad asume, desde su gesti¨®n sl frente de la Comunidad, respecto a estas deficiencias denunciadas por los ciudadanos? R. En tr¨¢fico, nada. Eso es competencia del Ayuntamiento Aunque no puedo eludir que est¨¢ ligado con el transporte colectivo. En el transporte hemos creado el Consorcio Regional de Transportes, un ¨®rgano elemental. Y con la oposici¨®n de la derecha, por cierto. Nos cuesta coordinar a la Empresa Municipal de Transporte, que tiene tendencia permanente a hacer su pol¨ªtica fuera de la coordinaci¨®n. En cuanto al suelo y a la vivienda, voy a devolver la pelota. Si la Administraci¨®n socialista es responsable de la subida del suelo, lo es en la medida en que sea responsable tambi¨¦n de que de 1979 a 1985 el precio del suelo estuvo congelado. El fen¨®meno especulativo es inherente a los procesos de producci¨®n de suelo, y no hay quien lo evite. S¨®lo de una forma: nacionalizando todo el suelo. Pero eso choca con la Constituci¨®n; aparte de que acaba chocando tambi¨¦n con la racionalidad.

P. La Comunidad posee potentes instrumentos urban¨ªsticos y se plantea aprobar una Ley del Suelo para Madrid, sin embargo no reaccion¨® a tiempo ante el boom especulativo.

R. El boom no se arregla con leyes. Un instrumento b¨¢sico es la propiedad p¨²blica del suelo y su buen uso, que ser¨¢ siempre cuesti¨®n prioritaria de los ayuntamientos y, secundariamente, de la Comunidad. Es posible que se hayan tomado decisiones tard¨ªas, pero no es un an¨¢lisis serio pensar que hubi¨¦ramos podido evitar el boom del precio del suelo. Ni teniendo en las manos todos los instrumentos del Estado, del los ayuntamientos y de la propia Comunidad se hubiera podido evitar.

P. Resulta parad¨®jico que controlando s¨®lo una parcela de la sanidad en Madrid su Gobierno haya recibido tantas quejas de los pacientes.

R. La Comunidad controla la n-¨²tad de la red sanitaria de Madrid, pero tenemos el hospital m¨¢s grande y conflictivo, el Gregorio Mara?¨®n, que jam¨¢s se debi¨® de construir.

P. ?Persiste el riesgo de dualizaci¨®n en la sociedad madn'le?a?

R. La sociedad madrile?a ha sufrido una crisis econ¨®mica muy profunda entre 1973 y 1985. Son muchos a?os, y los m¨¢s d¨¦biles han sufrido un proceso de marginaci¨®n. Me preocupa tanto la redistribuci¨®n de la renta como la integraci¨®n de esos grupos marginales en la sociedad. En una sociedad urbana siempre habr¨¢ grupos marginales; se trata de que sean lo menos numerosos posible.

P. ?Para conseguir sus objetivos la Comunidad precisar¨ªa asumir mayores competencias?.

R. Tener mayores competencias no representa un b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s. Lo importante es c¨®mo se gestionan esas competencias. Si realmente significaran una mejora en la gesti¨®n de la Administraci¨®n habr¨ªa que exigirlo ya a voces, pero eso no va a ocurrir, no seamos ingenuos.

P. ?Por qu¨¦ ha perdido votos el PSOE desde 1982 en Madrid?

R. Un matem¨¢tico dir¨ªa que es una mon¨®tona decreciente. Tiene algo que ver con la gesti¨®n, aunque tiene un componente ideol¨®gico mucho mayor Sinceramente, y a lo mejor me equivoco, creo que la gesti¨®n que hemos hecho es bastante presentable. Pero la p¨¦rdida del voto socialista en absoluto tiene que ver con la composici¨®n sociol¨®gica de Madrid -mucho m¨¢s compleja que la de Extremadura o Andaluc¨ªa-, con unas capas rriedias potent¨ªsimas y con una fuerza sindical nada despreciable. Espero que nuestro desgaste haya.acabado, y en ese sentido estamos trabajando los socialistas madrile?os para recuperar esas capas medias o sindicalizadas que, en una peque?a parte, han abandonado al partido socialista.

P. Como estad¨ªstico, usted estar¨¢ acostumbrado a manejar encuestas y sondeos de opini¨®n. ?Cree que los madrile?os respaldan su gesti¨®n?

R. Las encuestas reflejan un apoyo mayoritario a nuestra gesti¨®n; aunque eso no quiere decir que vayamos a sacar mayor¨ªa absoluta en las pr¨®ximas elecciones.

P. ?Le aburre la gesti¨®n pura y dura?

R. Es duro. Hay dos tipos de pol¨ªticos. Unos que sobrevuelan sobre la gesti¨®n y, desde luego, tienen mucho m¨¢s tiempo libre, y van con m¨¢s frescura pol¨ªtica. Otros est¨¢n m¨¢s metidos en la gesti¨®n. No me quiero poner ninguna medalla, pero conozco muy bien casi todos los temas que se tratan en la Comunidad.