Los novilleros-banderilleros se ofrecen para torear mano a mano
Las grandes ovaciones que restallaron cuando los novilleros Miguel Rodr¨ªguez y Sergio S¨¢nchez, actuando juntos o por separado, banderillearon en el festejo de ayer les han animado a ofrecerse para actuar de nuevo en Las Ventas mano a mano. Ambos se mostraban muy satisfechos del resultado de sus respectivos segundos tercios sobre todo cuando intercambiaron los palos, pese a que s¨®lo han toreado juntos una vez.Lo primero que quer¨ªa destacar Rodr¨ªguez es que no ten¨ªan ensayada su actuaci¨®n conjunta con las banderillas: "La hemos improvisado y creo que sali¨® muy bien hasta en los quites que nos hicimos a cuerpo limpio". Estimaba que el haber gustado al p¨²blico hasta el punto de ponerle en pie deber¨ªa ser tenido en cuenta por la empresa: "Un mano a mano entre nosotros ser¨ªa muy atractivo para los aficionados, que supongo acudir¨ªan en masa a la plaza de nuevo, ?no?". A?ad¨ªa que tampoco le importar¨ªa si los anunciaban con otro novillero.
S¨¢nchez coincid¨ªa y agregaba otro argumento: "Tomar¨¦ la alternativa en Pamplona y ser¨ªa magn¨ªfico despedirme de novillero con Miguel en Las Ventas. Si es mano a mano, mejor". Valoraba la entrega con que ambos realizaron la suerte de banderillear, a?adiendo que, adem¨¢s, les sopl¨® la inspiraci¨®n a los dos al tiempo. Terminaba el tema con una intencionada frase: "Tampoco nos opondremos a que nos anuncien en otras plazas, ?eh?."
Con respecto al resto de sus faenas ayer tambi¨¦n hab¨ªa un lugar com¨²n: la entrega propia de novilleros con hambre de contratos de la que presum¨ªan. Luego, Rodr¨ªguez se quejaba de los fallos con el descabello frente a su primer enemigo, pues pensaba que de haber acertado habr¨ªa obtenido una oreja: "Con la falta que me hace para que lleguen otros contratos, pero la tranquilidad que tuve con las banderillas me falt¨® con el verduguillo. Por lo menos conf¨ªo en que esos contratos vengan gracias a las banderillas". Se vio bien con capote y muleta y s¨®lo se lamentaba de que las escasas fuerzas de los novillos se agotaran r¨¢pidamente.
Su compa?ero tambi¨¦n realizaba un an¨¢lisis positivo del resto de su actuaci¨®n: "Creo que sin llegar al nivel que alcanz¨® con las banderillas, pegu¨¦ buenos muletazos a los dos novillos, aunque por su endeblez fall¨® algo la transmisi¨®n con los tendidos".
Los bajonazos de Luguillano
La cruz de la moneda era un disgustado Luguillano, que admit¨ªa que lo peor de su labor fueron los bajonazos con que mat¨® a sus dos novillos. "En el primero se me fue la mano sin intenci¨®n", se justificaba, para reconocer despu¨¦s: "Al cuarto, un regalito, le busqu¨¦ los bajos porque ten¨ªa peligro y no se iba a dejar entrar a matar dos veces seguidas". Tambi¨¦n admit¨ªa que no tuvo su tarde, en v¨ªsperas de alternativa, pero puntualizaba que, con la excepci¨®n del segundo bajonazo, se entreg¨® en todo momento sin que le influyese el compromiso de hoy en Valladolid".
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