Una versi¨®n de 'La madre', de Gorki, revela su actualidad en la URSS
Hay tres versiones cinematogr¨¢ficas de la gran novela de M¨¢ximo Gorki La madre. La primera es la legendaria pel¨ªcula de Vsevolod Pudovkin, una de las cumbres del cine mundial. La segunda es un ama?o estalinista dirigido por Mark Donskoi. La tercera est¨¢ en Cannes, la ha escrito y dirigido Glen Panfilov (autor de Tema, el primer filme de la perestroika), con casi cuatro horas de duraci¨®n, y es la primera que respeta ¨ªntegramente la obra de Gorki. As¨ª se revela como un relato de sorprendente actualidad en la vida social y pol¨ªtica de la URSS.
La comparaci¨®n de las tres versiones de La madre permite distinguir perfectamente las tres etapas esenciales del cine sovi¨¦tico: la vanguardista de los a?os veinte, que es una de las m¨¢s originales de la historia del cine; la de domesticaci¨®n del cine sovi¨¦tico fundacional por la burocracia estaliniana, y la del despertar, que ahora comienza a dar los primeros pasos fuertes.La versi¨®n de Glen Panfilov de La madre de M¨¢ximo Gorki se ve, pese a su larga duraci¨®n, sin cansancio, y es una obra muy emotiva y de notable rigor formal.
Un canto
Al respetar integralmente la novela pone de manifiesto que la tr¨¢gica historia de aquella miserable familia rusa entre los a?os 1898 y 1902 narrada por Gorki est¨¢ muy lejos de ser, como pretend¨ªan los estalinistas, un canto a la dictadura del proletariado. Es, por el contrario, un canto a la libertad obrera, o, m¨¢s exactamente, un canto a la libertad a secas.Las primeras luchas de las f¨¢bricas contra la tiran¨ªa medieval de los zares eran las de un pueblo sojuzgado durante siglos, sediento de libertad, que comenzaba a enfrentarse formalmente contra el despotismo. Ah¨ª reside el hallazgo de Panfilov, un Gorki no adulterado ideol¨®gicamente.
Lenin y el t¨¢bano
Hay una secuencia del filme, que es una de las pocas libertades que Panfilov se permite en el relato, en la que Lenin aparece, y de manera un tanto inquietante. Es aquella en la que el entonces joven dirigente socialista escribe una llamada a la sublevaci¨®n en las f¨¢bricas rusas sentado en un cementerio londinense, junto a la tumba de Marx. Un t¨¢bano se posa en la cabeza de Lenin y ¨¦ste lo aplasta de un manotazo: en la calva del futuro fundador de la Uni¨®n Sovi¨¦tica queda una mancha de sangre, mientras proclama que la historia se abre para los socialistas rusos.Este simple signo, de gran pureza cinematogr¨¢fica por su car¨¢cter estrictamente visual, lo dice todo acerca de la pel¨ªcula, que es, vista a la luz de los acontecimientos actuales, un rescate para la libertad de un legendario libro-fetiche, manipulado desvergozadamente por la dictadura.
Es La madre una obra muy seria, impecablemente realizada, maravillosamente interpretada por Inna Churicova, y que dar¨¢ mucho que hablar, pues ser¨¢ vista en todo el mundo. De dificil distribuci¨®n en salas convencionales por su largu¨ªsima duraci¨®n es, en cambio, f¨¢cilmente troceable en tres partes, lo que garantiza -y ya est¨¢ siendo comprada por muchas televisiones- su exhibici¨®n mundial como serie.
Un tragedi¨®n
Complet¨® el d¨ªa una pel¨ªcula franco-africana titulada Tila?. Es obra de Idrissa Uedraogo, del que en Espa?a se estren¨® La abuela, y tiene originalidad tanto en la imagen como en el complicado argumento: una especie de tragedi¨®n griego lleno de enrevesadas an¨¦cdotas familiares, pero contado con la sencillez de un cuento de hadas, cosa nada f¨¢cil que el cineasta de la antigua colonia del Alto Volta, el actual Burkina Faso, consigue con admirable facilidad.
Babelia
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