Un r¨ªo con muchos or¨ªgenes

La determinaci¨®n de las fuentes del r¨ªo Guadiana fue durante mucho tiempo un asunto geogr¨¢fico tan discutido como las del mism¨ªsimo Nilo. Pero investigaciones como las llevadas a cabo en el primer cuarto de este siglo por ilustres ge¨®logos, como H¨¦ctor Hern¨¢ndez Pacheco, se?alaron definitivamente la cuesti¨®n para la ciencia. Se trata de uno de los pocos r¨ªos espa?oles cuyo origen no est¨¢ en una cabecera monta?osa. Sus nacederos tienen lugar en diversos puntos geogr¨¢ficos, como los r¨ªos Cig¨¹ela y Z¨¢ncara, que nacen en las proximidades de la carretera Madrid-Cuenca (a trav¨¦s del cauce del Cig¨¹ela se suministra desde 1988 un aporte h¨ªdrico suplementario, procedente del trasvase Tajo-Segura, para mantener el nivel de las Tablas de Daimiel) y el peque?o r¨ªo Azuer, en Ciudad Real.Pero el nacedero m¨¢s famoso de todos es el que tiene lugar en las lagunas de Ruidera. Desde estas zonas lacustres del l¨ªmite entre Albacete y Ciudad Real escurri¨® tradicionalmente un caudal sobrante hasta las inmediaciones de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), punto geogr¨¢fico donde desaparec¨ªa (en el lugar del antiguo molino de La Membrilleja) bajo tierra. Pasaba as¨ª a engrosar las enormes reservas de agua contenidas en el subsuelo manchego, el llamado acu¨ªfero 23 (comprendido, aproximadamente, dentro de los v¨¦rtices Alc¨¢zar de San Juan-Villarrobledo-Manzanares-Ciudad Real), una aut¨¦ntica esponja bajo tierra, cuyos recursos h¨ªdricos volv¨ªan a resurgir unos 50 kil¨®metros m¨¢s al oeste mediante uno de los fen¨®menos hidrogr¨¢ficos m¨¢s excepcionales de Europa: los Ojos del Guadiana.

En las inmediatas Tablas de Daimiel ten¨ªa lugar a continuaci¨®n la confluencia de todas estas aguas de La Mancha, tanto subterr¨¢neas como superficiales. Esta descripci¨®n es la oficial, cient¨ªfica e internacionalmente aceptada para definir la compleja cuenca alta del r¨ªo Guadiana.