El Gobierno polaco encara su primer desaf¨ªo con la huelga de ferroviarios

La huelga de hambre de 40 ferroviarios y protestas de otros 2.000, que desembocaron en la pr¨¢ctica paralizaci¨®n de la octava parte de la red de ferrocarriles polacos, est¨¢n causando honda preocupaci¨®n en el Gobierno de Tadeusz Mazowiecki, que por primera vez desde su formaci¨®n, en septiembre del pasado a?o, se enfrenta con fuertes protestas sociales.El Gobierno, que considera, seg¨²n declar¨® su portavoz, que las eventuales concesiones en materia salarial "dar¨ªan al traste con todo el programa econ¨®mico", teme asimismo el precedente, y decidi¨® no entrar en negociaciones con los huelguistas, que mantienen el ayuno desde hace 12 d¨ªas.

El ministro de Trabajo, el ex disidente Jacek Kuron, advirti¨® por televisi¨®n que el Gobierno "no puede hacer otra concesi¨®n que la de dimitir".

El tono dram¨¢tico de Kuron se explica por la convicci¨®n del Ejecutivo de que acceder a las demandas salariales de los ferroviarios, que reclaman subidas en torno a un 10% de su sueldo actual, desencadenar¨ªa una oleada de acciones similares en otros sectores de la econom¨ªa polaca.

Grave situaci¨®n

En vista de la gravedad de la situaci¨®n, el primer ministro Mazowiecki habl¨® por tel¨¦fono con los huelguistas para explicarles la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, alegando que ello impide la satisfacci¨®n de sus demandas.

No obstante, los huelguistas no se mostraron dispuestos a abandonar la protesta y vienen reclamando que el presidente del Gobierno se desplace personalmente a la ciudad de Slupsk (Pomerania occidental), que se ha convertido en el centro de la protesta ferroviaria.

La huelga, la primera en este sector desde hace m¨¢s de medio siglo, afecta a toda la parte noroccidental del pa¨ªs, y cort¨® los accesos a importantes puertos mar¨ªtimos, entre ellos el de Szczecin, en el norte, el segundo m¨¢s importante de Polonia.

Hasta el momento la huelga de los ferroviarios no cuenta con el apoyo de ninguna central sindical.