Agua, tocado, hundido
La reconversi¨®n naval, obligada a un nuevo reajuste despu¨¦s de haber perdido 26.500 empleos
La reconversi¨®n naval ha empezado a hacer agua justo cuando estaba a punto de llegar a puerto. Tras 12 a?os de ajuste, con un saldo de 26.500 empleos perdidos, y ahora que las condiciones de mercado parec¨ªan ser las m¨¢s propicias para que el sector pudiera renacer de sus cenizas, la CE acaba de poner en tela de juicio el plan de reestructuraci¨®n del Gobierno espa?ol. La traducci¨®n del contencioso con Bruselas implica una nueva reconversi¨®n que el Ministerio de Industria quiere saldar con la reducci¨®n de otros 2.000 empleos y que los sindicatos han rechazado abiertamente en un intento de evitar "que el n¨¢ufrago termine ahog¨¢ndose de madrugada despu¨¦s de haber estado toda la noche nadando".
"La construcci¨®n naval espa?ola puede quedar abocada al cierre por una reducci¨®n de subvenciones o de primas, pero tambi¨¦n por una reducci¨®n de los puestos de trabajo". Con estas palabras, el secretario general de la Federaci¨®n del Metal de Comisiones Obreras, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, resum¨ªa el argumento central de la oposici¨®n un¨¢nime y manifiesta con que han reaccionado los sindicatos ante la propuesta del ministro de Industria, Claudio Aranzadi. El ajuste propugnado por la Administraci¨®n constituye, en realidad, una soluci¨®n de compromiso, ya que la pretensi¨®n de la CE no es otra que el cierre de alguno de los grandes astilleros. El Ministerio de Industria se compromete a convencer a sus interlocutores de Bruselas -empezando por el comisario de la Competencia, Leon Brittan con una reducci¨®n de empleo que afectar¨ªa a 2.000 personas durante el pr¨®ximo a?o, pero necesita consensuar antes con las centrales sindicales esta segunda fase de reconversi¨®n. De lo contrario, Aranzadi corre el riesgo de asumir unos compromisos con la CE que luego, en ¨¦l peor de los casos, podr¨ªan convertir el sector en un polvor¨ªn de conflictos sociales.
El problema es que si el Gobierno no consigue convencer a las centrales sindicales, la CE suspender¨¢ el r¨¦gimen especial de ayudas a la construcci¨®n naval espa?ola y adem¨¢s impedir¨¢ la aportaci¨®n de nuevas compensaciones por p¨¦rdidas a los astilleros. No se puede olvidar, por otro lado, que Espa?a tiene abierto en Bruselas un expediente por incompatibilidad de ayudas a la industria naval, lo cual significa que, al margen de las cautelas impuestas por la Comisi¨®n Europea, los movimientos en el sector est¨¢n vigilados por el resto de los 12 pa¨ªses miembros de la Comunidad.
Un sector, a la mitad
El Gobierno se ve obligado, por consiguiente, a nadar entre dos aguas. La presi¨®n de los responsables comunitarios ha tenido su r¨¦plica inmediata en los sindicatos, que se han apresurado a desempolvar de sus archivos la memoria hist¨®rica de un sector, que, como es el caso de la industria naval, se erige en paradigma de la reconversi¨®n llevada a cabo por el Gobierno socialista. Es m¨¢s, cuatro a?os antes de que el PSOE llegase al poder, en 1982, UGT y CC OO ya firmaron con el Gobierno de UCD los Pactos de la Castellana, que, en definitiva, constituyen el pr¨®logo de la reestructuraci¨®n naval y que supusieron un primer ajuste de casi 7.500 trabajadores en los astilleros espa?oles.
La reconversi¨®n industrial implicar¨ªa despu¨¦s una reducci¨®n del 50% d¨¦ los puestos de empleo, de tal suerte que las plantillas conjuntas de los astilleros, situadas en 37.500 personas a principios de 1984, pasar¨¢n este a?o a contabilizar tan s¨®lo la cifra de 18.500. La diferencia, 19.000 trabajadores, constituye el n¨²mero de excedentes generados en el sector naval durante los ¨²ltimos seis a?os. De ellos, 8.780 fueron incorporados a los Fondos de Promoci¨®n de Empleo (FPE), quedando todav¨ªa pendientes de recolocaci¨®n a fecha de hoy unos 500 trabajadores de Astano y otros 50 procedentes de Aesa en Bilbao. El ajuste se complet¨® con un programa sucesivo de prejubilaciones, que permiti¨® amortizar otros 10.200 empleos.
Paralelamente a todo este proceso de ajuste laboral, la reconversi¨®n ha motivado tambi¨¦n una reducci¨®n dr¨¢stica de la capacidad de producci¨®n, que ha pasado en este mismo periodo de 600.000 a 350.000 toneladas de registro bruto compensado.
Entretanto, las inversiones en la industria naval espa?ola se mantienen paralizadas desde hace 15 a?os, lo que impide a los astilleros aprovechar la ¨¦poca de vacas gordas derivada como consecuencia de la recuperaci¨®n econ¨®mica y el crecimiento de los intercambios comerciales, a los que tambi¨¦n se ha unido la renovaci¨®n de la flota mercante y pesquera. Dicho de otra forma el incremento de la demanda motivado por todos estos factores ha estado precedido de un largo periodo de contracci¨®n de oferta que, a la postre, dificulta la capacidad del sector para atender los nuevos pedidos.
'Gradas vac¨ªas'
Los sindicatos recuerdan ahora m¨¢s que nunca la denominada pol¨ªtica de gradas vac¨ªas (paralizaci¨®n de redes comerciales y de contrataci¨®n de buques) que fue llevada a cabo por la Administraci¨®n como fen¨®meno de apoyo log¨ªstico para demostrar la necesidad imperiosa de una reconversi¨®n en el sector. Ello dio lugar a una p¨¦rdida sustancial de cuota de mercado. No en vano la industria naval espa?ola controlaba en 1980 una participaci¨®n en el concierto mundial del 5%, pasando en 1985 a representar tan s¨®lo el 1,3%.
Todo ello ha provocado los consiguientes efectos perniciosos que los sindicatos resumen en una "imagen deteriorada de los astilleros, carentes de evoluci¨®n tecnol¨®gica, con unas instalaciones realmente obsoletas y unas plantillas desajustadas en las que han desaparecido gremios fundamentales, am¨¦n de otras deficiencias de gesti¨®n, principalmente en el sector privado".
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