Higuita regal¨® la victoria a Camer¨²n
Roger Milla camina hacia al leyenda y hace historia en cada partido. Esta vez entreg¨® con dos goles, uno de ellos soberbio y el otro ejemplar, el pasaje a Camer¨²n hacia los cuartos de final. Nunca un futbolista tan veterano hab¨ªa logrado marcar en un Mundial de f¨²tbol. Milla, con 38 a?os, semiretirado del f¨²tbol en una remota isla del Indico, ha anotado cuatro goles en este torneo y ha entregado a su equipo la oportunidad hist¨®rica de jugar los cuartos de final del mayor torneo futbol¨ªstico del mundo, honor que nunca antes hab¨ªa correspondido a una selecci¨®n africana.Milla confirm¨® punto por punto el discurso de su equipo en esta competici¨®n. Camer¨²n lleva a sus adversarios a la desesperaci¨®n y los remata con un par de escapadas de su viejo delantero. Sus goles llegaron muy tarde, como ocurri¨® ante Rumania, despu¨¦s de que Colombia cayera aturdida en el heterodoxo juego que propugnaba Camer¨²n. Tambi¨¦n hubo una lectura amarga y ejemplar para la selecci¨®n suramericana: el juego de Higuita, excelente casi siempre, genera riesgos como el del segundo gol. Milla aprovech¨® un mal control del bal¨®n con el pie del guardameta colombiano y le birl¨® la cartera.
Como concepto democr¨¢tico es una excelente noticia que Camer¨²n contin¨²e su aventura en el Mundial. Su progresi¨®n revienta algunos mitos sobre la hegemon¨ªa indiscutible de dos continentes, Europa y Suram¨¦rica, y sirve como bander¨ªn de enganche al f¨²tbol de unos pa¨ªses que viven el juego de una forma directa y pasional, aunque muy precaria en el aspecto financiero. Sin embargo, el eficaz torneo de Camer¨²n responde a un modelo conservador y confuso del f¨²tbol. Sus victorias vienen generalmente del grado de aturdimiento que genera este equipo entre los adversarios. La idea b¨¢sica de Camer¨²n en el campo es una resistencia a ultranza, el vigor f¨ªsico de sus jugadores, los marcajes sever¨ªsimos y la espera de una oportunidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.