Los c¨¢lculos, pulverizados por los precios reales

Adem¨¢s de las dos instalaciones deportivas m¨¢s destacadas de Barcelona 92 -el estadio Ol¨ªmpico y el palacio Sant Jordi-, otros proyectos emblem¨¢ticos han sufrido importantes incrementos sobre el coste inicialmente previsto.La ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat, a cargo del Ministerio de Transportes, ha pasado de los 12.000 millones de pesetas en que se cifraba en 1988 a los 26.000 millones en que ahora se calcula su valor, lo que supone un incremento del 116%.

La aportaci¨®n del Ministerio de Obras P¨²blicas al Cintur¨®n Litoral, fijada en 1987 en 24.000 millones de pesetas, tuvo que ser incrementada dos a?os m¨¢s tarde en 10.000 millones (41% de aumento) para hacer frente a una fuerte desviaci¨®n presupuestarla causada por la subida de los costes de la construcci¨®n y, sobre todo, por las modificaciones del proyecto.

El II Cintur¨®n, a cargo de la Generalitat, tampoco ha mantenido su c¨¢lculo inicial. En 1987 se presupuest¨® en 15.600 millones y a finales de 1988 hubo que incrementar ese c¨¢lculo en 3.300 millones m¨¢s (21%) para modificar el proyecto original. Pero la cosa no acab¨® ah¨ª: pocos meses despu¨¦s, el Gobierno catal¨¢n se vio obligado a aumentar un 20% los presupuestos de dos de los tramos de esa obra, ya que ninguna constructora estaba dispuesta a construirlos a los precios fijados en las bases de la licitaci¨®n.

La reforma ferroviaria derivada de la apertura de Barcelona al mar, presupuestada inicialmente en 8.451 millones de pesetas, costar¨¢ cerca de 11.000 millones, ya que el soterramiento de las v¨ªas a su paso por la plaza de Les Gl¨®ries, uno de los futuros centros urbanos de la ciudad, sobrepasar¨¢ con holgura la previsi¨®n de costos de Renfe. La reforma de los dos complejos de piscinas de Montju?c costar¨¢ unos 2.600 millones, 1.000 m¨¢s de lo previsto. El puerto de la Villa Ol¨ªmpica pasar¨¢ de los 3.000 millones iniciales a los m¨¢s de 8.000 en los que se calcula ahora. La torre de comunicaciones de Collserola, de 1.700 a 4.500 millones, y la de Montju?c, de 625 a 1.800.

El monumento del gremio

"El gremio de la construcci¨®n deber¨ªa hacernos un monumento", ironiz¨® hace tres meses el alcalde de Barcelona. Con o sin monumento, el sector de la construcci¨®n, que entre 1976 y 1985 hab¨ªa perdido 90.000 puestos de trabajo en Catalu?a, se ha convertido hoy en el paradigma de la reactivaci¨®n econ¨®mica surgida al amparo de los JJ OO.

La constante licitaci¨®n de obra p¨²blica y contrataci¨®n de obra privada ha llegado a hacer dif¨ªcil encontrar contratistas. La demanda es tan elevada que algunas constructoras tienen dificultades para concursar solas y, en much os casos, concurren en asociaci¨®n con otras empresas.