Pierrot en un centro de recreo

El picasso m¨¢s costoso del mundo lo tiene, c¨®mo no, un japon¨¦s. Toinonori Tsurumaki, propietario de la firma de taxis Nippon Autopolis, pag¨® 51 millones de d¨®lares en noviembre del a?o pasado por Las bodas de Pierrot. El cuadro va a ser expuesto en un centro de recreo que la compa?¨ªa tiene previsto abrir en el sur del pa¨ªs.Otra obra valiosa del pintor espa?ol que lleg¨® a manos japonesas fue Saltimbanqui sentado con las manos cruzadas, adquirida por 3,3 millones de d¨®lares en 1980 por el Museo Bridgestone, de Tokio, fundado en 1952 por Shojiro Ishibashi, uno de los mayores coleccionistas privados que han existido en la historia de Jap¨®n, y que invirti¨® gran parte de la fortuna hecha con la empresa de neum¨¢ticos Bridgestone en comprar arte occidental. En 1986, su hijo, y actual presidente de la compa?¨ªa, Kanichiro Ishibashi, gast¨® 10 millones de d¨®lares para comprar Mlle. Georgette Charpentier Assise, de Renoir.

Otros coleccionistas de obras de primer orden son tambi¨¦n muchas de las gran des cadenas de almacenes que hay en Jap¨®n, que, adem¨¢s de organizar exposiciones, act¨²an como intermediarios. Por ejemplo, Mitsukoshi compr¨® hace dos a?os, en Londres, Acr¨®bata y joven arlequ¨ªn, de Picasso, por 38,7 millones de d¨®lares, y Seibu pag¨® 10,6 millones por Nimpheas, de Claude Monet. En general, los japoneses no buscan s¨®lo impresionistas, sino tambi¨¦n autores modernos, como Francis Bacon o Andy Warhol. El precio m¨¢s alto pagado hasta la fecha por un cuadro japon¨¦s es de 3,2 millones de d¨®lares, efectuado por la firma Yamatane Securities con una obra de Hayami Gyoshu.

El arte es ya una partida importante en el comercio japon¨¦s, y el gran volumen adquirido en los ¨²ltimos dos a?os ha tenido una repercusi¨®n inmediata en el descenso del super¨¢vit de la balanza comercial. Seg¨²n datos oficiales, las importaciones de arte se incrementaron en un 60% en 1989. Las compras japonesas representan actualmente el 25% del mercado mundial.