Madonna venci¨® pero no convenci¨®
55.000 personas abarrotaron la explanada de Gotemburgo
Ante las cerca de 55.000 personas que llenaron la explanada destinada en Gotemburgo a los grandes acontecimientos musicales, Madonna comenz¨® su gira europea con un ¨¦xito de convocatoria que no se vio totalmente correspondido desde el punto de vista art¨ªstico. El gran ambiente vivido en la ciudad, tomada desde fechas previas por una aut¨¦ntica madonnaman¨ªa, desemboc¨® en el lleno total del recinto, testigo durante casi dos horas de un espect¨¢culo basado en coreograf¨ªas y n¨²meros de baile inspirados en Broadway.
Por razones que no llegaron a hacerse p¨²blicas, el grupo belga Technotronic no figur¨® en el cartel, del que forma parte en calidad de telonero. Se espera que esta omisi¨®n no se vuelva a producir en el resto de la gira, y, en todo caso, puede atribuirse a puntuales problemas de tipo t¨¦cnico.Por lo que hace a la considerada reina del pop durante los ochenta, hizo acto de presencia en escena a las 20.20 horas. Un cuerpo de siete bailarines comenz¨® a evolucionar en la parte frontal del escenario, antes de que Madonna apareciese en lo alto de una escalera situada en su parte trasera. Express yourself es la pieza escogida para abrir el recital, y su tono bailable consigui¨® llamar tibiamente a un p¨²blico al que parece costarle manifestar su complacencia. En las siguientes piezas -Open your heart, Causing a commotion y Wheres the party- ya se pudieron constatar la mayor parte de las claves de un espect¨¢culo fundamentalmente coreogr¨¢fico.
Pregrabado
En descargo del espect¨¢culo, se ha de se?alar que ¨¦ste se realiz¨® con luz natural, de manera que el impacto del montaje en su conjunto no existi¨®. Habr¨¢ que esperar a ver el concierto con todos sus elementos en juego para calibrar su verdadera dimensi¨®n.
Lo que s¨ª funcion¨® fue el sonido. Su calidad fue irregular, dependiendo ¨¦sta de la zona desde donde se escuchaba el recital, y, desde luego, en su configuraci¨®n hay un porcentaje dif¨ªcil de determinar de elementos pregrabados. El espect¨¢culo de Madonna no tiene el t¨ªpico sonido del directo, sino que da la sensaci¨®n de estar construido sobre elementos pregrabados, en especial las bases de ritmos y algunos arreglos, sobre los que los m¨²sicos tocan en directo. Este hecho, dejando al margen toda una discusi¨®n te¨®rica sobre su legitimidad, puede dar grandes resultados al servicio de un espect¨¢culo dise?ado para grandes multitudes, y el que ofreci¨® Madonna en Gotemburgo no lo fue.
No hay jadeos
La otra gran duda, saber si Madonna canta o no totalmente en directo, presenta dif¨ªcil soluci¨®n. Las actuales t¨¦cnicas de los ingenieros de sonido dificultan sobremanera discernir hasta qu¨¦ punto se oye una voz en directo sin refuerzo alguno de bases pregrabadas. Ahora bien, teniendo en cuenta el tremendo esfuerzo f¨ªsico para quien canta, baila y se cambia de ropa cada dos por tres, se puede pensar en la imposibilidad f¨ªsica de que una persona cante durante 110 minutos sin ning¨²n tipo de ayuda.
La pr¨¢ctica inexistencia de los naturales jadeos producidos por una respiraci¨®n forzosamente agitada refuerza la hip¨®tesis, desmentida con persistencia por la organizaci¨®n, de que la artista norteamericana se apoye en alg¨²n elemento pregrabado. De cualquier modo, nos movemos siempre en el pantanoso terreno de las hip¨®tesis.
Yendo al aspecto pr¨¢ctico de la cuesti¨®n, el p¨²blico sueco que presenci¨® el primer concierto europeo de Madonna no vio el gran espect¨¢culo anunciado. Blond Ambition no es un v¨ªdeo musical, sino m¨¢s bien un musical de Broadway; varios n¨²meros de baile que, ejecutados en una ambiciosa escenograf¨ªa, ilustran un repertorio lleno de ¨¦xitos que se cierra con Keep it together. En pa¨ªses como el nuestro, en el que el espect¨¢culo se desarrollar¨¢ de noche, se podr¨¢ calibrar hasta qu¨¦ punto Madonna ha acertado en el concepto de base de su puesta en escena.
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