Improvisado foro pol¨ªtico en una calle de Mosc¨²

"Gorbachov es un fullero y el l¨ªder de una mafia. Eso es lo que es", vocifera -es la ma?ana del lunes- un hombre enjuto a un grupo de paseantes en tina c¨¦ntrica calle de Mosc¨²."Gorbachov nos ha paralizado", insiste, tratando de retener a los viandantes con innumerables gestos que acompasa con su discurso. "?Qu¨¦ es lo que ha hecho por el pueblo sovi¨¦tico en los ¨²ltimos cinco a?os? Nada", remata su intervenci¨®n.

De entre el grupo de paseantes cercano a la plaza de Puslikin se destaca uno que toma la palabra.

"En mi opini¨®n", dice con calma, "no es el momento de reemplazar a Gorbachov. llace todo lo que puede por nosotros y no tiene otra opci¨®n".

La esquina de la calle, cerca de las oficinas del semanario Novedades de Mosc¨², se convierte de repente en un microcosmos donde hay opiniones y argumentos de todo tipo sobre el dirigente sovi¨¦tico y lo que ocurre en el 28? Congreso del PCUS.

Las escasas pensiones, el problema del ej¨¦rcito, el peso abrumador de los bur¨®cratas, la pobreza cultural y m¨¢s temas saltan al aire libre de Mosc¨² en el mismo momento que el congreso comunista inicia sus sesiones.

Algunos participantes dicen que todo ha explotado de forma repentina, al hacer menci¨®n a la libertad de expresi¨®n que florece bajo Gorbachov frente a las d¨¦cadas de miedo y censura bajo Stalin. Pero la discusi¨®n no avanza hasta que no se retoma el aspecto fundamental: la dura vida diaria en la URSS, con su desesperante racionamiento. En la plaza Roja, una mujer de mediana edad increpa a un agente sobre el que descarga su frustraci¨®n: "?Por qu¨¦ no hay alimentos en las tiendas?. Quiz¨¢s ¨¦l [refiri¨¦ndose al primer ministro, Nikol¨¢i Rizhkov] se los haya comido todos".