Ochocientos millones de aplausos
La prensa italiana calific¨® de "m¨¢gico" el concierto en Roma de Pavarotti, Domingo y Carreras
La prensa italiana calificaba ayer de "m¨¢gica" la noche del concierto que ofrecieron en Roma el pasado s¨¢bado los tres tenores de la l¨ªrica mundial, el italiano Luciano Pavarotti y los espa?oles Pl¨¢cido Domingo y Jos¨¦ Carreras. El espect¨¢culo fue retransmitido en directo por la RAI a 54 pa¨ªses y lo vieron 800 millones de espectadores. Un mill¨®n de ejemplares entre discos, v¨ªdeos y compacts del concierto ben¨¦fico que clausur¨® art¨ªsticamente el Mundial de f¨²tbol han sido ya reservados para cuando se pongan a la venta el pr¨®ximo mes de septiembre.
Los tres tenores interpretaron el s¨¢bado por la noche fragmentos de ¨®pera y de zarzuela junto con canciones populares, sobre todo espa?olas, mexicanas y napolitanas, como Granada, Cielito lindo, Amapola y O sole mio. El director de orquesta Zubin Metha dirigi¨® el concierto.El espa?ol Carreras, el m¨¢s aplaudido de todos, de quien recordaba ayer La Repubblica que "ha vencido la dif¨ªcil y desesperada batalla contra la leucemia" y que quiz¨¢s por ello presentaba "un rostro a¨²n amargo aunque con una voz vigorosa", acosado por la prensa italiana e internacional, coment¨® ayer por la tarde su experiencia de vida, "su milagro", en un hotel de Roma.
De Carreras, el diario Il Messaggero alababa ayer su "enorme generosidad" al haber querido escoger, a pesar de sus recientes problemas de salud, las piezas de m¨¢s compleja interpretaci¨®n".
Pl¨¢cido Domingo, el tenor del que ha sido subrayada su "voz dulce, segura y sin tensiones", divirti¨® mucho a los 6.000 espectadores presentes -jam¨¢s las Termas de Caracalla, donde se interpreta ¨®pera cada verano, hab¨ªa visto un p¨²blico tan imponente, internacional y de prestigio- por su naturalidad, su vivacidad, su dominio y su falta de complejos.
El 'sant¨®n'
El mismo Pavarotti, apodado "el sant¨®n" o el mago de la l¨ªrica italiana, el m¨¢s popular de los tres, se mostr¨® en algunos momentos -incluso frente a un p¨²blico que lo conoce hasta el tu¨¦tano- concentrado y tenso como uno de los violines de las dos orquestas que le acompa?aban: la del Teatro de la ¨®pera de Roma y la del Mayo musical de Florencia, que tocaban juntas por vez primera.
Pavarotti, que nunca hasta ahora hab¨ªa aceptado interpretar un concierto junto a otros tenores, puso en pie a la platea como un gran torero, cuando cant¨® Nadie duerma. Pero en, ning¨²n momento olvid¨® que estaba casi pasando un examen junto a las dos estrellas espa?olas, con las que el gran p¨²blico de Caracalla no fue menos generoso en aplausos que con el gran espada de casa.
Algunos especialistas musicales, con un punto de rabieta, comentaron ayer que ante un espect¨¢culo "nacional-popular" como el de la noche de magia de Caracalla, iluminada por la luna llena y las estrellas y acariciada por el viento, un cr¨ªtico se siente impotente. As¨ª lo escribi¨® ayer Michelangelo Zurletti, quien afirm¨®:, "El espect¨¢culo fue bell¨ªsimo, ¨²nico, de importancia planetaria. De acuerdo. Los tres tenores estaban en ¨®ptima forma, cantaron muy bien, aunque de los tres Carreras parec¨ªa el m¨¢s entrenado, al mismo tiempo que el director de orquesta, el indio Zubin Mehta, revel¨® lo grande que es. Todo bien, pues, aunque en aquella fiesta vocal con tant¨ªsimos agudos, en aquella querm¨¦s popular-musical, el cr¨ªtico de m¨²sica tiene muy poco que hacer". Aunque al final acababa criticando el que se les deje cantar canciones populares a los tenores, con el peligro, dijo, de que "se conviertan en voces melodram¨¢ticas del peor g¨¦nero".
Tambi¨¦n critic¨® el que hubiesen hecho uso, tanto los tenores como la orquesta, de micr¨®fonos y amplificadores; algo, seg¨²n el cr¨ªtico, insoportable e inaudito en un escenario donde siempre se hace ¨®pera "en carne viva".
Y conclu¨ªa, con una cierta resignaci¨®n, diciendo: "Pero las fiestas populares se miden con el metro del ¨¦xito popular. Y sobre esto no hay nada que comentar. Cuando el p¨²blico, como en Caracalla, se puso a cantar junto con los tenores Occi ciornia, quiere decir que se sent¨ªa feliz hasta de haber pagado la entrada. All¨¢ ¨¦l".
Por el contrario, los cronistas subrayaban ayer la excepcionalidad de un acontecimiento que ser¨¢ irrepetible, y que hab¨ªa sido tal la batalla, en los meses pasados, por encontrar un puesto en "el banquete de la l¨ªrica bajo la luz de la luna en el templo sagrado de la Roma imperial", que cuando entr¨® en las Termas Giovanni Spadolini, el presidente del Senado, y como tal la segunda autoridad del Estado tras el presidente de la Rep¨²blica, y vio que su puesto, en la tercera fila, estaba ya ocupado, agarr¨® tal berrinche que cogi¨® y se march¨® sin que hubiese forma de convencerle para que aceptase otra silla.
Otra figura oficial, el alcalde de Roma, Franco Carraro, tuvo problemas y lleg¨® con 45 minutos de retraso al concierto, que le hicieron perder el bell¨ªsimo vals de Franz Lehar entonado por Pl¨¢cido Domingo y el extraordinario Improvviso del Andrea Chenier de Jos¨¦ Carreras.
El Mundial de la l¨ªrica
La prensa destac¨® ayer que si Italia ha perdido el Mundial de f¨²tbol, ha ganado, sin embargo, "el Mundial de la l¨ªrica" en Caracalla, donde no hubo vencedores ni vencidos, ni necesidad de penaltis, porque los tres ases de la canci¨®n cl¨¢sica fueron consagrados por el p¨²blico, que no renunci¨® a los tiempos suplementarios, es decir, a otra media hora de bises que los vencedores concedieron.Y las 54 televisiones que retransmit¨ªan en directo, incluidas las de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de los otros pa¨ªses del Este, con cuyos gastos carg¨® la empresa Ferruzzi-Montedison, uno de los patrocinadores, no se atrevieron a cortar, aunque quiz¨¢s un bis tan largo resultara m¨¢s natural y espont¨¢neo all¨ª, ante el p¨²blico insaciable, que no en el directo televisivo, que, alarg¨¢ndose, pudo perder parte del embrujo ya conseguido.
Los tres tenores transmitieron al p¨²blico no solo su maestr¨ªa y pasi¨®n sino tambi¨¦n su alegr¨ªa, especialmente en las canciones populares. Y eso fue, quiz¨¢, lo que los asistentes al escenario de las Termas de Caracalla no olvidar¨¢n, aunque las estrellas de las que esperaban una emoci¨®n especial, estuvieran all¨¢ a lo lejos, al fondo de un escenario a mas de cien metros del fondo de la platea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.