Medias verdades
El autor, como miembro de la Inspecci¨®n de Trabajo, afirma que el fraude en la contrataci¨®n temporal no es supuesto, sino real Asimismo recuerda a CEOE que los acuerdos entre el Gobierno y los sindicatos sobre control de la contrataci¨®n no suponen un traspaso de facultades de la Inspecci¨®n a las centrales.
El reiterado empe?o de la CEOE y otras organizaciones empresariales de falsear demag¨®gicamente el verdadero alcance de los acuerdos Gobierno- sindicatos sobre contrataci¨®n laboral, est¨¢ acabando por causar fastidio y hasta indignaci¨®n.En particular, nos agobia la viva defensa que se est¨¢ haciendo de la Inspecci¨®n de Trabajo y su independencia, y en general de que sea el Estado el que controle la legalidad laboral, por parte de quienes, cuando se discut¨ªa en el Parlamento la que luego ser¨ªa Ley, de Infracciones y Sanciones del Orden Social de 1988, dec¨ªan que iba a suponer "un grave riesgo para el actual modelo de relaciones laborales, que tan buenos resultados ha dado a nuestro pa¨ªs". Y se llegaba a decir tambi¨¦n que el citado proyecto de ley establece "una actuaci¨®n beligerante de la Inspecci¨®n de Trabajo en contra de una de las partes sociales: los empresarios". (Bolet¨ªn Informativo de la CEOE, n¨²mero 98, octubre de 1987).
Por tanto, a las organizaciones empresariales no les gusta el control sindical de los contratos, pero, como hemos visto, tampoco el de la Administraci¨®n. Y as¨ª lo ha confirmado el se?or S¨¢nchez Fierro, representante de la CEOE, en unas Jornadas T¨¦cnicas de Inspectores de Trabajo, celebradas recientemente. El modelo de inspecci¨®n de trabajo que quiere la CEOE es aquel que prime el asesoramiento y la informaci¨®n a los empresarios, todo lo m¨¢s que se les haga advertencias, pero que no se sancionen administrativamente los incumplimientos empresariales.En la campa?a desatada por las organizaciones empresariales se han dicho verdades a medias y aut¨¦nticas mentiras. La culminaci¨®n de todas ellas es la aparecida en un reciente art¨ªculo de Juan Jim¨¦nez Aguilar, secretario general de la CEOE, publicado en este diario el 5 de julio: "A la CEOE no le pareci¨® de recibo que la represi¨®n de ese supuesto fraude (se refiere al de la contrataci¨®n temporal) quedase en manos de los sindicatos, en lugar de realizarla la Inspecci¨®n".Fraude real
Pues bien, al se?or Jim¨¦nez Aguilar le consta que el fraude en la contrataci¨®n temporal no es supuesto, sino real, y queda de manifiesto en la actuaci¨®n diaria de los inspectores de Trabajo y en el n¨²mero de actas de infracci¨®n que se practican todos los a?os; y le consta tambi¨¦n que los acuerdos no suponen un traspaso de facultades de la Inspecci¨®n de Trabajo a los sindicatos. El control de la legalidad sigue correspondiendo a la Inspecci¨®n de Trabajo, y la potestad sancionadora a la Auditor¨ªa Laboral.
Lo que s¨ª suponen los acuerdos es un desarrollo o plasmaci¨®n legal del reconocimiento que la Constituci¨®n de 1978 hace de los sindicatos, que, dice, "contribuyen a la defensa de los intereses que les son propios". La Constituci¨®n recoge, junto con el reconocimiento del derecho de huelga y la libertad sindical, un nuevo modelo de defensa de los derechos de los trabajadores. El r¨¦gimen pol¨ªtico anterior, dicha defensa la reservaba en exclusiva al Estado, pero tras la Constituci¨®n ya no es as¨ª, y de ello no parecen darse cuenta las organizaciones empresariales.
Los acuerdos Gobierno-sindicatos no hacen sino plasmar ese nuevo modelo y recoger las normas de la OIT. En ellos, los supuestos "sovietizaci¨®n de las empresas", "los sindicatos al poderse quedan reducidos a un derecho de informaci¨®n y a un reconocimiento de colaboraci¨®n con la Inspecci¨®n de Trabajo por parte de los sindicatos.
No sabemos qu¨¦ eficacia van a tener los acuerdos cuando, convertidos en normas, comiencen a aplicarse. Pero lo que s¨ª sabemos es que tanto la informaci¨®n que tendr¨¢n los representantes de los trabajadores en los centros de trabajo como las comisiones de seguimiento de la contrataci¨®n (en las que, por cierto, aunque no se dice por las organizaciones empresariales, tambi¨¦n est¨¢n ellas mismas, los sindicatos y la Administraci¨®n) pueden permitir con un tratamiento adecuado de dicha informaci¨®n la localizaci¨®n de bolsas de fraude, y, a partir de ello, se puede conseguir una actuaci¨®n m¨¢s eficaz de la Inspecci¨®n, que hasta la fecha se mueve en base a denuncias aisladas de trabajadores o representantes de los mismos, o campa?as indiscriminadas sin programaci¨®n
Por ¨²ltimo, queremos referirnos a la reacci¨®n dentro de los integrantes de la Inspecci¨®n de Trabajo en relaci¨®n con los acuerdos sobre contrataci¨®n laboral. En primer lugar me gustar¨ªa manifestar al se?or Jim¨¦nez Aguilar, utilizando su frase, que al menos el colectivo de inspectores de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo nos sentimos protegidos a la fuerza por la CEOE, cuando no consideramos que dichos acuerdos afecten a la independencia de la Inspecci¨®n, de la manera que dicha organizaci¨®n quiere hacer ver en sus apariciones p¨²blicas.Colaboraci¨®n sindical
Nuestra asociaci¨®n, y en general la pr¨¢ctica totalidad del colectivo de inspectores, ¨²nicamente ha mostrado preocupaci¨®n en relaci¨®n con la parte del acuerdo que reconoce la posibilidad de los representantes de los trabajadores de acompa?ar a los mismos durante sus visitas: y no por el hecho en s¨ª que hasta ahora en la pr¨¢ctica se daba, sino porque dichos acuerdos no recog¨ªan expresamente la facultad de los inspectores a decidir la exclusi¨®n de dicho acompa?amiento cuando el mismo pudiera ser perjudicial para la eficacia de su labor.
Este motivo de preocupaciu¨®n tambi¨¦n est¨¢ comenzando a desaparecer, pues los propios sindicatos vienen reconociendo dicha facultad; recientemente lo hizo Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur en las jornadas t¨¦cnicas referidas m¨¢s arriba, y desaparecer¨¢ del todo si, como as¨ª se ha pedido al Ministerio de Trabajo, se incluye su reconocimiento en el reglamento sobre procedimiento para la Imposici¨®n de sanciones por infracciones de orden social, actualmente en fase de informe. es vicepresidente de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo.
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