"Las cuerdas de mi guitarra son mis nervios"
"Blues es muchas cosas para mucha gente", dijo a su llegada a C¨®rdoba el propio King, poco antes del recital que ofreci¨® al aire libre, la noche del pasado s¨¢bado en el teatro de La Axerqu¨ªa dentro de la programaci¨®n del X Festival Internacional de la Guitarra que organiza el Ayuntamiento de la ciudad. Las 1.500 personas que acudieron a la cita con el rey del blues tuvieron que contentarse con un final casi de emergencia, ya que un peque?o incendio hizo que la organizaci¨®n pidiera el desalojo del teatro. El fuego, que lleg¨® a avanza unos 25 metros, trunc¨® lo que promet¨ªa ser una larga lista de bises . Sus blues son como un libro en el que se encuentra el reflejo de lo cotidiano, el amor y la amistad, y su m¨¢xima aspiraci¨®n con siste en que, al conectar la radio "sintonices con la misma frecuencia un blues que un tema de rock o de m¨²sica pop".King, que esta noche ofrecer¨¢ el ¨²ltimo recital de su minigira por Espa?a en el Festival de Jazz de San Sebalti¨¢n, vive una apasionada historia de amor con su guitarra, a la que llama Lucille. "Lucille es casi como los nervios de mi cuerpo; si alguien la toca demasiado fuerte me duele a m¨ª. Es la ¨²nica mujer de mi vida que m¨¢s tiempo me ha soportado" precis¨® el bluesman. La Lucille con la que B. B. King comparte su vida actualmente es la numero 15 de la lista. El m¨²sico le pone este mismo nombre a todas sus guitarras, despu¨¦s de que, a finales de la d¨¦cada de los cuarenta, dos hombres que luchaban por una mujer llamada Lucille murieran en un incendio que se produjo en el club en el que ¨¦l tocaba con su banda.
Cuatro grammies y m¨¢s de 50 ¨¢lbumes publicados son el resultado de una carrera que ha contribuido al acercamiento del blues al mundo de la m¨²sica comercial, sobre todo en Europa. "Durante todos estos a?os he tenido la suerte de actuar con los n¨²mero uno del momento. En 1968 aparec¨ª con los Rolling Stones en 18 de sus conciertos y hace poco lo hice con U-2. Esto le abri¨® muchas puertas a B. B.", comenta entre risas el m¨²sico.
Su voz y su particular manera de tocar la guitarra han influido en m¨²sicos como Eric Clapton, Mike Bloomfield o Jimmi Hendrix, quienes, a su vez, han hecho que el blues se ponga de moda. "El blues tiene cada vez m¨¢s seguidores entre los j¨®venes. Yo pienso que a ellos les gusta aferrarse a algo puro, que tenga s¨®lidos cimientos". Su vida es el argumento perfecto para una pel¨ªcula del chico que, partiendo de la nada, llega a la c¨²spide. A los 20 a?os, despu¨¦s de trabajar como tractorista en las plantaciones de algod¨®n del Sur, se march¨® a Memphis y tras varios intentos frustrados obtuvo su primer ¨¦xito en 1951 cuando grab¨® Three o'clock blues. A partir de entonces comienza una peregrinaci¨®n para B. B. King -Blues Boy King- y su banda por las carreteras de casi todos los Estados americanos. "Hemos llegado a ofrecer m¨¢s de 300 conciertos al a?o".
El padre de la guitarra
Su ¨²ltimo trabajo, que el guitarrista acab¨® de grabar despu¨¦s de que, en abril, King tuviera que ser hospitalizado en Las Vegas, se titula Live at San Quentin. Peace to the world es el t¨ªtulo de una de las canciones del disco que King interpret¨® en C¨®rdoba y en la que retorna el tema del mundo de las prisiones.Conversar con los amigos y leer son las ocupaciones favoritas del m¨²sico cuando sus giras se lo permiten. King, que actualmente vive en un apartamento en Las Vegas, "o al menos es all¨ª donde pago el alquiler", est¨¢ divorciado de su segunda mujer. King ha pasado de ser un ¨ªdolo minoritario de m¨²sicos blancos como Ringo Starr, Peter Green o Bono -el l¨ªder de U-2-, a contar entre sus seguidores con el p¨²blico m¨¢s fiel al rock.
Para el autor de You don't know me y The thrill is gone, Andr¨¦s Segovia es el ¨²nico que mastered (domin¨®) totalmente la guitarra. "?l es el padre de la guitarra ante el que todos nos arrodillamos", precis¨® King.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.