La 'ronda Uruguay' tiene garantizado el ¨¦xito si se acuerda la reducci¨®n de subsidios agr¨ªcolas
Diciembre es la fecha l¨ªmite, pero las negociaciones de esta semana ser¨¢n, en la pr¨¢ctica, las que decidan el ¨¦xito o el fracaso de la ronda Uruguay del GATT, que se inici¨® hace cuatro a?os en Punta del Este. El desarme de subsidios agr¨ªcolas es el principal escollo de las negociaciones maratonianas que comienzan hoy en Ginebra. Estados Unidos y la Comunidad Europea se situar¨¢n, en este campo, en bandas opuestas. El mundo desarrollado no estar¨¢ tan desunido al negociar la modificaci¨®n del acuerdo multifibras, en el sector textil, el segundo obst¨¢culo a salvar en las reuniones a celebrar a lo largo de esta semana.
Las playas del primer centro tur¨ªstico uruguayo, Punta del Este, donde en abril de 1986 se puso en marcha la ronda Uruguay, ofrecen una visi¨®n del mundo muy distinta a la que se divisa desde la Greenroom (la sala verde) de a sede central el GATT, en Ginebra. El objetivo, hace cuatro a?os, era desmantelar el proteccionismo. Ahora es suficiente con alcanzar un acuerdo que permita una reducci¨®n progresiva de las barreras comerciales que subsisten en los sectores m¨¢s tradicionales: la agricultura y el textil. Incluso esto ser¨¢ dif¨ªcil.El primer avance para la reducci¨®n de los subsidios agr¨ªcolas se alcanz¨® a principios de este mes durante la reuni¨®n del Grupo de los Siete, en Houston. En la cumbre del G-7, Estados Unidos abandon¨® finalmente su defensa de la opci¨®n cero, por la que pretend¨ªa la desaparici¨®n, de una tacada, de todas las subvenciones a la agricultura.
La cambio de opci¨®n supone la aceptaci¨®n por parte de Estados Unidos de una reducci¨®n gradual de todas las ayudas hasta anularlas al final de un periodo transitorio que est¨¢ por acordar. Este recorte progresivo exige, en primer lugar, la definici¨®n de qu¨¦ se entiende por medida global de ayuda; un concepto que, en principio, ya est¨¢ admitido pero que falta por cuantificar en todos los pa¨ªses. Tras esa medici¨®n hay que acordar el n¨²mero de a?os que durar¨¢ el periodo transitorio y la rapidez con la que debe efectuarse el desarme.
La desaparici¨®n de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC) en la Comunidad Europea, a pesar de su elevado coste (absorbe cerca del 70% del presupuesto comunitario), no ser¨¢ f¨¢cil. Desde su constituci¨®n, en enero de 1962, ha colaborado a la cohesi¨®n europea y a reducir las tensiones migratorias del campo a la ciudad. Adem¨¢s, a pesar de la PAC, la balanza comercial agraria de la Comunidad Europea es def¨ªcitaria, mientras que la de Estados Unidos arroja un abultado super¨¢vit.
Agricultura m¨¢s barata
El objetivo final -que la agricultura cueste menos y que est¨¦ en manos de quienes puedan producir m¨¢s eficientemente- s¨ª cuenta con cierto consenso, comenta el secretario general de Comercio espa?ol, Jaime Comenge, que estar¨¢ esta semana al frente de las negociaciones desde la delegaci¨®n espa?ola. Las discrepancias surgir¨¢n si el pa¨ªs que tiene menos que ceder en este punto de la agenda, Estados Unidos adopta una postura especialmente inflexible frente a su principal oponente, la Comunidad Europea.
La agricultura, un tema tradicionalmente espinoso en el GATT, ser¨¢ la prueba de fuego de esta semana. Tras esa negociaci¨®n entre ricos por el sector m¨¢s tradicional le tocar¨¢ el turno al comercio en el sector textil, con el que buena parte de los pa¨ªses en desarrollo quieren acelerar su ritmo de crecimiento.
La sustituci¨®n del acuerdo multifibras y la adaptaci¨®n del comercio textil a las normas generales del GATT es uno de los objetivos que la Comunidad Europea considera prioritarios. La ronda Uruguay le ha dedicado uno de los 15 grupos de trabajo durante estos cuatro a?os, y ahora queda por ver qu¨¦ sistema conviene adoptar para evitar el dumping comercial con el que algunos pa¨ªses en desarrollo colocan sus textiles en el mercado.
Las reglas anti-dumping del GATT tendr¨ªan que funcionar muy bien, lo que ahora est¨¢ lejos de ocurrir. La soluci¨®n, tras cuatro a?os de discusiones en el grupo de trabajo que se ha dedicado a este problema, pasa por implantar un periodo transitorio de adaptaci¨®n. Queda por alcanzar un acuerdo sobre cu¨¢l es el sistema de contingentaci¨®n que conviene adoptar, en caso de dumping, durante ese periodo transitorio.
Estados Unidos defiende la adopci¨®n de una cuota global, es decir, un volumen de compras anual que, de superarse, llevar¨ªa al cierre de sus fronteras para los textiles. La Comunidad considera m¨¢s adecuado un sistema de contingentaci¨®n por pa¨ªses, ya que permitir¨ªa discriminar entre los pa¨ªses que practiquen dumping y los que act¨²en de acuerdo a las reglas del GATT. El futuro de las relaciones comerciales norte-sur tambi¨¦n dependen del ¨¦xito en estos dos cap¨ªtulos.
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