El 'blues' de Pulgarcito
Hace 10 a?os fue el h¨¦roe de una historia tan apasionante como la del cuento infantil que le prest¨® el nombre. Todo el mundo recuerda a aquel guitarrista callejero, talla 17 a?os, que un buen d¨ªa sali¨® en televisi¨®n y engatus¨® a un orondo directivo de casa discogr¨¢fica. En la calle le llamaban Pulgarcito y ampli¨® la estirpe titulando igual su primer elep¨¦.Luis Rodr¨ªguez, El P¨²lgar, podr¨ªa haberse hecho millonario, pero les sali¨® demasiado crecido para ser un talento-bonsal como Joselito. Demasiado gru?¨®n para ir de Marisol. O quiz¨¢ demasiado punki para parecerse a Pablito Calvo. Ahora vuelve al ¨ªntimo escenario de un caf¨¦ madrile?o para tocar blues. "Como en la calle".
Guitarrista precoz
El P¨²lgar era el guitarrista m¨¢s precoz que pis¨® los adoquines de la estaci¨®n de metro de Arg¨¹elles, subterr¨¢neo estrat¨¦gico para la recaudaci¨®n. "Trabajaba dos d¨ªas a la semana y viv¨ªa bastante bien, aunque no recuerdo cu¨¢nto dinero pod¨ªa llegar a sacar. Hicieron un reportaje de m¨²sicos callejeros para la televisi¨®n y el director general de una multinacional discogr¨¢fica se qued¨® con mi historia porque yo era el m¨¢s jovencito. Y ya sabes c¨®mo son estos personajes. Mi lanzamiento le sirvi¨® para presumir de descubridor de talentos, y cuando cambi¨® de compa?¨ªa sus socios pasaron de m¨ª".
Sin dejar de ser El P¨²lgar, emprendi¨® la carrera por su cuenta. Form¨® bandas como los Punkies Asociados, Tapones Visente, su ¨¦poca de m¨¢s radical entrega al rock and roll, o Yu-Yu. Reconoce que le ha costado decidirse otra vez por esa f¨®rmula musical que ¨¦l define con gusto como "primitiva y callejera. Tocas para 20 personas y consigues crear una corriente con el p¨²blico. Antes Madrid era una ciudad muy receptiva, no como ahora. Hoy la cultura es un producto m¨¢s de la firma del 92 y te la venden aunque no exista. La prueba est¨¢ en que no paran de cerrar locales. Esto es una persecuci¨®n constante a cualquier forma alternativa al puro negocio".El P¨²lgar podr¨ªa haber sido otra v¨ªctima de ese s¨ªndrome de Lolita musical que con tanto ah¨ªnco y m¨¢s torpeza se ha practicado en Espa?a. "Si no fuera yo as¨ª como soy", explica reconociendo cierta falta de tacto para contemporizar en el ignorante mundo del show business y, ?por qu¨¦ no?, un radical mal humor cuando ha hecho falta. Eso que, para suavizar, algunos llaman "tener mucho car¨¢cter". Tampoco puede negar que su eclecticismo es otro instrumento de letal acci¨®n para los muchos que se pierden cuando intenta recorrerse a s¨ª mismo. Heavy, punki, rocanrolero o acid house...
Cada jueves de este mes de agosto recupera la calma tocando blues, con licencia municipal, en el caf¨¦ Maravillas de Madrid Se lo pasa casi tan bien como en las ¨¦pocas en que algunas escenas de su carrera musical se convert¨ªan en aventuras f¨¢cilmente trasladables a t¨ªtere de vi?eta underground, como el viaje a las Ramblas con los Tapones Visente en pro de encargar una portada a Gallardo y Mediavilla, previo desparramo absoluto de las 20.000 pesetas entregadas por su discogr¨¢fica. "Nos fuimos a Barcelona y conseguimos la portada gratis". Despu¨¦s de haber sido un street boy desde los 12 a?os, todav¨ªa escucha con frecuencia la moraleja sin practicar. "T¨² ten¨ªas que haber hecho lo mismo que Joaqu¨ªn Sabina". le explica. "Yo no reniego de ser un cantautor, pero el rollo ese siempre me ha dado mucho el co?azo".
Licenciado en desparpajo
Esc¨¦ptico, pizpireto, c¨¢ustico y licenciado en desparpajo, hoy quiere ser hippy. Pero, eso s¨ª. Con la calma de un guru mareado por el s¨¢ndalo y en una actitud conciliadora motivo de esc¨¢ndalo para quienes no pueden ver la guasa de su gesto. Conocido por todos los alias que no figuran en el DNI, ahora quiere llamarse Fidel Bocanegra, "por aquello del acercamiento entre lo poquito que queda de la izquierda y la pesada actitud de la derecha".
M¨²sico de apoyo con los Toreros Muertos o La Dama se Esconde, el ¨²nico oficio que dice no haber aprendido, o no haber querido aprender, es la autopromoci¨®n.
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