El control de la frontera
El agente del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa que hace guardia en el paso fronterizo melillense de Mari-Guary no se hace ilusiones. Naci¨® en la ciudad hace 45 a?os, pero la incertidumbre ante el futuro siempre pudo m¨¢s que el deseo de comprarse una casa. Es como el exiliado del poema de Bertolt Brecht, que nunca puso un clavo para colgar la chaqueta porque siempre crey¨® en un regreso pr¨®ximo.
El agente de polic¨ªa vive con un sentimiento de prestado y contempla con gesto esc¨¦ptico el paso incesante de ciudadanos marroqu¨ªes que van y vienen de Espa?a. Opone su experiencia a las declaraciones realizadas por el delegado del Gobierno, Manuel C¨¦spedes.
"El control de la frontera es un desastre. Las c¨¢maras de televisi¨®n han desaparecido o no funcionan. Los sensores tampoco sirven y la alambrada se puede pasar per fectamente", afirma el agente.
Su desencanto llega hasta la ley de extranjer¨ªa. "Hay muchos musulmanes nacionalizados espa?oles que venden el DNI por 2.000 duros y luego vienen a comisar¨ªa a que les hagamos uno nuevo. Tambi¨¦n hay otros que tienen el carn¨¦ de identidad nuestro y la nekua marroqu¨ª", a?ade.
Tanto las asociaciones musulmanas como el Partido Nacionalista de Melilla coinciden en que se deber¨ªa mejorar sustancialmente el control de la frontera. El delegado del Gobierno en esta ciudad cree que "siempre que haya una fuerte diferencia econ¨®mica habr¨¢ problemas de inmigraci¨®n ilegal".A Manuel C¨¦spedes, que ocupa el cargo desde agosto del a?o 1986, no le gusta la ley de extranjer¨ªa. "No creo que las medidas represivas solucionen el problema. La ¨²nica v¨ªa es que los pa¨ªses ricos sean generosos y ayuden al desarrollo de las naciones pobres".
25.000 millones de inversi¨®n
El representante gubernamental tiene fe en el desarrollo econ¨®mico de la ciudad. "Hasta el a?o 1992 se invertir¨¢n 25.000 millones de pesetas, sobre todo en infraestructura de servicios, industrial y tur¨ªstica. El sector p¨²blico est¨¢ actuando mucho y ha servido de est¨ªmulo a la inversi¨®n privada", afirma.
A menos de un kil¨®metro del puesto fronterizo de Mari-Guary est¨¢ la Ca?ada de la Muerte, el barrio musulm¨¢n donde nacieron las movilizaciones ocurridas en 1985. Sobre ¨¦l se levanta una guarnici¨®n de la Legi¨®n. "Esto ha mejorado mucho", afirma Allal Mohamed, uno de los vecinos m¨¢s antiguos.
Abdal¨¢, un chiquillo de unos doce a?os, corretea hacia la reci¨¦n pintada mezquita. "De vez en cuando alg¨²n legionario me pide que le lleve hach¨ªs y yo se lo busco",cuenta.
Es uno de los 11 hijos de un oficial de primera de alba?iler¨ªa, pero ¨¦l querr¨ªa ser arquitecto. Al peque?o Abdal¨¢ le gusta su barrio. "D¨ªcen que van a poner un jard¨ªn por arriba, pero seguro que los moros lo estropear¨¢n enseguida", afirma sorprendentemente.
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