Una pol¨ªtica espa?ola ante Irak
Aunque parezca extra?o, puede ocurrir que los diplom¨¢ticos espa?oles no hayan solicitado formalmente a las autoridades iraqu¨ªes la repatriaci¨®n de los espa?oles residentes en Bagdad, y en tal cas¨® se estar¨ªa reproduciendo la misma situaci¨®n de hace 10 a?os, en septiembre de 1980, cuando el inicio de la guerra Ir¨¢n-Irak. ,En aquel momento, las autoridades iraqu¨ªes estaban en contra de las repatriaciones de los extranjeros, porque ello supondr¨ªa detener proyectos en marcha imprescindibles para la celebraci¨®n de la cumbre de pa¨ªses no alineados que Bagdad preparaba con gran ambici¨®n. Sadam Husein se hab¨ªa comprometido en la anterior cumbre de La Habana a celebrar la pr¨®xima en Bagdad y hab¨ªa tomado como un reto personal y para su pa¨ªs demostrar los logros sociales y de desarrollo que el partido Baaz hab¨ªa aportado a Irak.La estancia de Sadam Husein en La Habana en aquella cumbre es clave para entender su actitud desde entonces.' El prestigio de Fidel Castro en Cuba y ante todos los movimientos de liberaci¨®n de Latinoam¨¦rica le pareci¨® un modelo a imitar, y esa ambici¨®n ha guiado todos sus pasos despu¨¦s. El mismo tipo de discursos, las mismas apariciones inesperadas para comprobar personalmente la marcha de proyectos, la misma actitud confiada y desafiante ante sus enemigos y, sobre todo, no hay que olvidarlo, una coherencia real entre su ideolog¨ªa y sus realizaciones pr¨¢cticas.No se puede confundir a Sadam Husein con un dictador barato ¨²nicamente interesado en mantener su poder a toda costa o a enriquecerse personalmente a costa de su pa¨ªs. Desconozco si desde el poder ha incrementado su fortuna personal o no; pero no interesa saberlo. Lo importante es que no es ¨¦sa su motivaci¨®n personal para hacer lo que hace. Sadam Husein cree ciertamente en la raz¨®n que le asiste y dirige sus acciones hacia sus objetivos con una profunda coherencia.Y hay que reconocer que si bien sus razones no son suficientes para justificar su pol¨ªtica desde una ¨¦tica occidental, s¨ª bastan de sobra para justificar sus objetivos. El problema es que se equivoca en los medios y en las alianzas.Hay algunos datos geopol¨ªticos que son f¨¢cilmente comprensibles y que explican a la perfecci¨®n por qu¨¦ los objetivos de Sadam Husein son los que son.Irak es un pa¨ªs con una poblaci¨®n culta, con recursos agr¨ªcolas potenciales enormes, con una fuente de recursos inmediata, el petr¨®leo, que le puede permitir desarrollar sus recursos agr¨ªcolas e industriales. Sin embargo, tiene tres talones de Aquiles, y los tres debidos a la interesada divisi¨®n de la pen¨ªnsula ar¨¢biga por las potencias occidentales tras la II Guerra Mundial:a) Irak no tiene una salida al mar practicable y militarmente defendible. Est¨¢ sujeto siempre a unas relaciones con su vecino iran¨ª ya de por s¨ª conflictivas a causa de problemas sociales, culturales y religiosos. Su salida natural al mar debiera haber sido Kuwait, un emirato creado artificialmente a expensas de Irak por el Reino Unido. El propio nombre de Kuwait (diminutivo de Kut, ciudad del sur de Irak) es una prueba curiosa de este dato. Kuwait ser¨ªa a Kut lo que Madridejos a Madrid.b) La enorme cantidad de agua de la que puede disponer Irak a trav¨¦s de los dos caudalosos r¨ªos, el Tigr¨ªs y el ?ufrates, est¨¢ permanentemente amenazada por la actitud de Siria, Turqu¨ªa e Ir¨¢n, donde est¨¢n todos los manantiales originales de ambos r¨ªos y de sus afluentes.c) La composici¨®n demogr¨¢fica del pa¨ªs es tambi¨¦n conflictiva por naturaleza dada la fragmentaci¨®n entre culturas, lenguas y religiones existentes en el pa¨ªs.Estos tres factores han sido la causa directa de la pol¨ªtica y de los conflictos que han estado presentes en Irak desde su nacimiento como pa¨ªs. La enemistad son Siria y con Ir¨¢n y las reivindicaciones sobre Kuwait son la muestra. No, ha de sorprendernos que una poblaci¨®n culta y potencialmente muy rica soporte mal e? chantaje permanente de Siria con el agua del ?ufrates, el chantaje permanente de Ir¨¢n con la navegabilidad del Chatt el Arab y con la subversi¨®n posible de los shi¨ªes dentro de Irak y el chantaje permanente de los pa¨ªses petrol¨ªferos del Golfo con una pol¨ªtica de precios lesiva para los intereses iraqu¨ªes.Sadam Husein ha luchado en el frente interior con una pol¨ªtica laica y desarrollista en la que no se le pueden negar ¨¦xitos importantes. La alfabetizaci¨®n, la sanidad, la industria aut¨®ctona ' la desalinizaci¨®n de las riberas de ambos r¨ªos, la igualaci¨®n de las minor¨ªas, etc¨¦tera, son algunos ejemplos llamativos.El problema estriba en que todos sus intentos de independencia econ¨®mica y de liderazgo se han chocado permanentemente contra sus tres talones de Aquiles. Y ante estos problemas ha puesto en pr¨¢ctica su pol¨ªtica imposible.Es una pol¨ªtica imposible, tan imposible como es cualquier pol¨ªtica que no reconozca la inexorabilidad del orden econ¨®mico internacional. No se dio cuenta Sadam Husein de que ganar una guerra contra Ir¨¢n no es s¨®lo cuesti¨®n de ej¨¦rcito o de recursos econ¨®micos, sino que los kil¨®metros cuadrados, los millones de habitantes y la motivaci¨®n nacionalista son enemigos que hay que tener en cuenta. Y no se da cuenta en esta ocasi¨®n de que Occidente no puede permitirse el lujo de dejar pasar esta acci¨®n militar iraqu¨ª que amenaza la misma supervivencia del sistema econ¨®mico occidental. No se da cuenta de que la ¨²nica manera de alcanzar sus objetivos ser¨ªa ganarse a la opini¨®n p¨²blica de Occidente, y eso no se consigue con guerras ni amenazas.Espa?a tiene la posibilidad de hacer una pol¨ªtica en este caso no s¨®lo m¨¢s justa, sino tambi¨¦n m¨¢s adecuada a sus intereses, y ello sin abandonar la debida solidaridad que le imponen las alianzas contra¨ªdas.1. Hay que apoyar pol¨ªtica, econ¨®mica y, si es necesario, militarmente las decisiones de la ONU, pero sin ninguna concesi¨®n a depisiones unilaterales.2. Desde la firmeza de, esa actitud que defiende los principios del derecho internacional p¨²blico y privado m¨¢s b¨¢sicos, hay que hacer saber a las autoridades iraqu¨ªes la disposici¨®n de Espa?a a defender en todos los foros en los que est¨¢ presente soluciones a largo plazo que resuelvan definitivamente los problemas geogr¨¢ficos y econ¨®micos que atenazan el desarrollo libre de Irak, pero respetando los derechos de todos los pueblos de la zona.3. Hay que esforzarse por todos los medios en mantener un contacto lo m¨¢s directo posible para que esa pol¨ªtica sea bien entendida y apreciada por Irak y no nos ocurra como de costumbre, que adoptamos una postura correcta, pero, por falta de comunicaci¨®n adecuada, se entiende mal y acaba perjudic¨¢ndonos. En 1980, aunque todas las empresas espa?olas que trabajaban en Irak se quedaron con personal suficiente, conseguimos aparecer ante los iraquies como una de las pocas naciones que abandonaron el barco. Cuba, Francia o Yugoslavia lo supieron hacer mejor.4. Hay que hacer extensiva esta actitud a todos los pa¨ªses ¨¢rabes y conseguir ser percibidos por sus gobernantes, sus pol¨ªticos, sus medios de comunicaci¨®n y sus pueblos como un pa¨ªs occidental y fuerte, pero sensible a sus reivindicaciones y dispuesto a cooperar a su desarrollo. Esto no s¨®lo ser¨¢ coherente con la prudencia y con el sentido de la historia, sino que eventualmente nos aportar¨¢ beneficios directos y defender¨¢ nuestros intereses. Tendr¨ªa gracia que decenas de a?os aline¨¢ndonos con los derechos y reivindicaciones del mundo ¨¢rabe no sirvieran ni siquiera para asegurar el bienestar de los espa?oles residentes en Irak y Kuwait.Al inicio de esta tribuna dec¨ªa que tal vez a¨²n no se hab¨ªa solicitado realmente la repatriaci¨®n de los ciudadanos espa?oles. Esto fue lo que ocurri¨® en 1980. Todo el problema se resolvi¨® simplemente solicitando el visado de salida habitual. El tr¨¢mite fue algo m¨¢s engorroso que lo normal. Quiz¨¢ hoy haya mayores dificultades pr¨¢cticas o tal vez se haya llegado ya a un punto de dif¨ªcil retorno para los iraqu¨ªes. De todos modos, adoptemos una pol¨ªtica clara, expliqu¨¦mosla bien a todo el mundo, y los iraqu¨ªes no podr¨¢n negarnos esa repatriaci¨®n de ciudadanos espa?oles que tal vez a¨²n no hayamos solicitado.Javier Garc¨ªa Monedero, licenciado en Filolog¨ªa Sem¨ªtica, fue canciller de la Embajada espa?ola en Bagdad de 1977 a 1980.
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