Santiago Bol¨ªbar
El comandante de 'la otra expedici¨®n'
Santiago Bol¨ªbar Pi?eiro rechaza con una sonrisa la inevitable comparaci¨®n con Crist¨®bal Col¨®n, cuya haza?a est¨¢ dispuesto a repetir, "aunque no se puede comparar, porque nosotros no vamos a descubrir nada sino a estudiar c¨®mo se comportan los barcos y los hombres en un viaje como ¨¦ste". Bol¨ªbar, un capit¨¢n de corbeta de la Armada, nacido en Pontevedra hace 40 a?os, es el capit¨¢n de la nao Santa Mar¨ªa y comandante de la Flota del Descubrimiento, que zarp¨® de Huelva el 3 de agosto rumbo a Barcelona, adonde tiene previsto llegar en diciembre despu¨¦s de cumplir un apretado programa que estos d¨ªas pasa por Palma de Mallorca.Est¨¢ seguro de que Col¨®n era un hombre de gran experiencia y conocimientos marineros, que adem¨¢s tuvo suerte en su primer viaje porque cogio buena mar. "Nuestro reto no es llegar a Am¨¦rica en menos de los 35 d¨ªas que ¨¦l tard¨®, sino que todo salga bien. La ¨²nica comparaci¨®n entre su viaje y el nuestro es que hemos tratado de reproducir sus naves en lo que ha sido posible, y que el mar es el mismo ahora aunque el tr¨¢fico comercial es enorme".
Ignora las razones que llevaron al Estado Mayor de la Armada a elegirle como responsable pr¨¢ctico de la expedici¨®n. Habr¨¢ influido su trayectoria a bordo de las principales unidades de la Armada y sus dos periplos en el buque escuela Juan Sebasti¨¢n Elcano.
Y como argumento de peso, sin duda, la larga tradici¨®n marinera de sus antepasados. "mi tatarabuelo fue capit¨¢n general de La Habana, otro antepasado ten¨ªa barcos mercantes que iban a Am¨¦rica a finales del siglo XVIII, y en la actualidad tengo dos primos, los Mas¨®, que son campeones de vela de la clase snipe".
Bol¨ªbar aprendi¨® a manejar una vela a los seis a?os, navegando por las r¨ªas gallegas antes de que las planeadoras del contrabando convirtieran las pr¨¢cticas en un peligro. Ahora ense?a a sus cinco hijos, a los que no ve desde hace dos meses, que aguardan en Rota junto a su madre.
Reconoce que su vida ha cambiado desde que hace un a?o se le encomend¨® esta misi¨®n y que antes su inter¨¦s por Col¨®n era el que pod¨ªa sentir cualquier espa?ol y cualquier marinero.
En la cubierta de la Santa Mar¨ªa reflexiona un momento sobre lo que est¨¢ sucediendo en el Mediterr¨¢neo, m¨¢s al Este, donde la historia contempor¨¢nea parece borrar el pasado. "Ojal¨¢ pudi¨¦ramos dedicarnos a recordar hechos hist¨®ricos y no hicieran falta estas concentraciones masivas".
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