Octavio Paz considera a Garcia M¨¢rquez y Carlos Fuentes "apologistas de tiranos"
Cr¨ªticas a la ausencia de intelectuales de izquierda en las jornadas de M¨¦xico sobre la libertad
El encuentro El siglo XX: la experiencia de la libertad, que se ha celebrado en M¨¦xico, ha finalizado con fuertes cr¨ªticas por la ausencia de escritores como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez o Carlos Fuentes. El poeta y ensayista mexicano Octavio Paz, que ha dirigido las jornadas, calific¨® a los dos escritores de apologistas de tiranos y a?adi¨®: "Hay que aprender a decir y a escuchar la verdad: hay que criticar tanto el estalinismo de Neruda como el castrismo de Garc¨ªa M¨¢rquez". El escritor chileno Jorge Edwards tambi¨¦n se refiri¨® a su colega Garc¨ªa M¨¢rquez: "Es un gran novelista, pero un mediocre pol¨ªtico".
La ¨²lima jornada del encuentro, al que asistente cerca de 30 Intelectuales, estuvo dedica da a la discusi¨®n de los nacionalismo en la Europa del Este y los asistentes coincidieron en tal regi¨®n no admite "m¨¢s cambios fronterizos", pues de ha cerlo, vendr¨ªan "cambios indecibles" para esos pueblos. Los reunidos debatieron tambi¨¦n sobre el papel de los intelectuales en la sociedad. Ah¨ª, igual mente, existieron coinciden clas. "Asistimos", dijo, por ejemplo, el ministro espa?ol de Cultura, Jorge Sempr¨²n, "a la desaparici¨®n del intelectual org¨¢nico y al surgimiento de intelectuales inorg¨¢nicos, desorganizadores de los vicios tradicionales del poder".Con la misma fuerza con que se cuestion¨® a intelectuales de la talla de Heidegger y Lukacs, al primero por su apolog¨ªa del nazismo y al segundo por sus v¨ªnculos con el estalinismo, se virtieron elogios al presidente de Checoslovaquia, Vaclav Havel. Se le describi¨® -en palabras del fil¨®sofo h¨²ngaro Ferenc Feher- como "el intelectual activo y posmaquiav¨¦lico. Lo hecho por Havel quiz¨¢ sea la contribuci¨®n m¨¢s importante de un intelectual de este siglo".
Esta f¨¢cil coincidencia que se consigui¨® en la mayor¨ªa de los temas cuando a Europa se refer¨ªan, tuvo su contrapartida en los desacuerdos que surgen al referirse a Latinoam¨¦rica. El ensayista y escritor mexicano Carlos Monsiv¨¢is se?al¨® que los intelectuales de la izquierda latinoamericana, por lo general vinculados al marxismo, han 'hecho menos da?o a sus sociedades que los intelectuales ligados a los Gobiernos.
Un severo Paz le tom¨® la palabra. Como rega?ando a un hijo joven que acaba de ingresar en la universidad y habla con ilusi¨®n sobre sus primeros cursos de sociolog¨ªa marxista, el poeta hizo a un lado su papel de moderador e intervino como un ponente m¨¢s. Critic¨® al moralismo mexicano por "demag¨®gico; a la izquierda de este mismo pa¨ªs por oponerse al control demogr¨¢fico, por apoyar la nacionalizaci¨®n de la banca (en 1982), por su silencio ante los cambios en la Europa del Este y porque aun hoy", acus¨®, "callan sobre lo que sucede en Cuba".
"?sta es la realidad de la izquierda", sentenci¨® Paz, "hay que decirlo y decirlo en voz alta. Hay que aprender a decir y a escuchar la verdad: hay que criticar tanto el estalinismo de Neruda como el castrismo de Garc¨ªa M¨¢rquez". Otro escritor latinoamericano, el chileno Jorge Edwards, tambi¨¦n se refiri¨® a su colega Garc¨ªa M¨¢rquez. "E! un gran novelista, pero un mediocre pol¨ªtico", detall¨®.
Monsiv¨¢is no tuvo oportunidad de rebatir. Pidi¨® la palabra y le fue negada. Hoy escribe una larga nota de respuesta en el peri¨®dico La Jornada. "?Qu¨¦ se quiere o que se obtiene demonizando a la izquierda?, se pregunta. "Creo que en el caso de Am¨¦rica Latina, la descalificaci¨®n a rajatabla de la izquierda es injusta, y, m¨¢s a¨²n, es falsa".
En La prensa liberal mexicana se ha escrito mucho sobre el encuentro de intelectuales, criticando que la mayor¨ªa de los participantes sean pensadores casados con la econom¨ªa de mercado y las tendencias neoliberales. "Cada quien invita a sus reuniones particulares a quien quiere. Es, un privilegio del anfitri¨®n. Por eso fue un poco impertinente que se indagara sobre la ausencia de intelectuales de, por lo menos, talla an¨¢loga a la de Paz, como Carlos Fuentes o Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez". Fue m¨¢s impertinente la respuesta (dada por mismo Paz): "Han sido ap¨®logos de tiranos". Y ello "los excluye del para¨ªso de los bienpensantes", escribi¨® por ejemplo el columnista pol¨ªtico Miguel ?ngel Granados Chapa. "?sa es la paradoja de los liberales: que no lo son en realidad, pues tienen a flor de labio la sentencia excluyente".
El fil¨®sofo franc¨¦s Cornelius Castoriadis, en una conferencia de prensa, puso la nota discordante en el mar de elogios al capitalismo. Dijo que el entorno econ¨®mico es injusto. "El sistema", agreg¨®, "est¨¢ destruyendo el planeta, al ser mismo. Nos est¨¢ transformando en una m¨¢quina de consumo, en individuos que invierten su vida en lo que yo llamar¨ªa una masturbaci¨®n televisiva, y lo que es peor, una masturbaci¨®n sin orgasmo". Ante las caras largas de los organizadores, Castoriadis fue despedido por la prensa con un cerrado aplauso.
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