"La invasi¨®n de Kuwait concierne m¨¢s al derecho que al petr¨®leo"
La invasi¨®n de Kuwait es m¨¢s grave por su desaf¨ªo al derecho internacional que por sus eventuales consecuencias sobre el mercado petrol¨ªfero y la econom¨ªa mundial, opina el historiador norteamericano Bernard Lewis, de 72 a?os, profesor em¨¦rito en Princeton, especialista en el Oriente Pr¨®ximo y asistente al Congreso Internacional de Ciencias Hist¨®ricas que se desarrolla estos d¨ªas en Madrid. "Si el mundo permite la invasi¨®n, significar¨¢ el final de cualquier apariencia de orden internacional y el regreso a los a?os treinta; es decir, al descr¨¦dito de la Liga de las Naciones, o lo que es lo mismo, de las Naciones Unidas".Lewis considera que nada semejante se hab¨ªa producido en el mundo desde la II Guerra Mundial, pues a su juicio invasiones como la de Hungr¨ªa en 1956, o Checoslovaquia en 1968, por ejemplo, se explicaban en el marco internacional de la guerra fr¨ªa. S¨®lo la invasi¨®n de Afganist¨¢n, en 1979, presenta similitudes.
Con cautela de historiador, Lewis apunta los cuatro escenarios posibles: 1? )Sadam Husein echa marcha atr¨¢s, lo cual es posible (abandon¨® sin m¨¢s las conquistas de la guerra con Ir¨¢n), pero no probable, tras la reciente anexi¨®n de Kuwait. 2?) Sadam Husein es derrocado desde el interior, lo cu¨¢l no parece probable; la situaci¨®n interior tendr¨ªa que empeorar mucho, por ejemplo tras la respuesta de Israel a un eventual ataque iraqu¨ª. 3?) El mantenimiento de la situaci¨®n: una prueba de resistenciaen la que ninguno de los dos contendientes est¨¢ interesado. 4?) La guerra: puede comenzar en cualquier momento.
Aglutinar contra Israel
Uno de los objetivos de Husein, explica Lewis, ser¨ªa el de convertir un conflicto en el que los ¨¢rabes han podido escoger bando en uno que los aglutine frente a Israel. No parece que el Estado jud¨ªo est¨¦ dispuesto a colaborar, y de momento mantiene un perfil bajo. Seg¨²n Lewis, Irak intent¨® un acercamiento a Israel, durante la guerra con Ir¨¢n, a trav¨¦s de jud¨ªos norteamericanos. Israel nunca contest¨®, aunque s¨ª hubo un fuerte debate interno.
Estados Unidos comienza a sentir el conocido desencanto ante el ego¨ªsmo europeo, y m¨¢s en una situaci¨®n en la que Europa es la que depende m¨¢s del petr¨®leo de Oriente Pr¨®ximo, piensa Lewis. Por eso se valora m¨¢s la posici¨®n de Turqu¨ªa, alineada con Estados Unidos desde el primer instante pese a las enormes desventajas: es de mayor¨ªa musulmana, vecina de Irak, ha tenido que renunciar a los derechos de paso de los oleoductos iraqu¨ªes, y sus pretensiones de integrarse en la Comunidad Europea, su aliada, han sido defraudadas. "Su posici¨®n representa un gran sacrificio, y una vez pasado el conflicto recibir¨¢ una mayor atenci¨®n" vaticina Lewis.
Es cierto que los ¨¢rabes en general tienen una cierta tradici¨®n de reg¨ªmenes autoritarios, dice, lo que no quiere decir tir¨¢nicos ni mucho menos ilegales. A su juicio, para encontrar un s¨ªmil europeo que permitiera comprender la situaci¨®n en Irak habr¨ªa que remotarse a Stalin. Existe sin duda una oposici¨®n interna en el pa¨ªs: aunque todos los iraqu¨ªes son musulmanes y aunque la mayor¨ªa es sun¨ª, la elite shi¨ª ha dominado siempre. Esta desproporci¨®n se vio aumentada en la guerra con Ir¨¢n (de mayor¨ªa shi¨ª); la mayor¨ªa de la poblaci¨®n saud¨ª, la otra gran frontera, es en cambio sun¨ª. La oposici¨®n iraqu¨ª es pues de tipo ¨¦tnico: la minor¨ªa kurda del norte; religiosa: la tensi¨®n sun¨ª, en el centro y el sur; y de izquierdas y liberal. Toda ella est¨¢ aplastada. De momento.
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