Los ingresos de ancianos suponen el 60% de los casos de urgencias cl¨ªnicas
Los ancianos representan aproximadamente el 60% de las urgencias de los grandes centros hospitalarios de Madrid. La deshidrataci¨®n, los problemas gastrointestinales y las complicaciones derivadas de estos procesos son, en los meses de verano, las patolog¨ªas m¨¢s comunes por las que esta parte de la poblaci¨®n precisa asistencia m¨¦dica. Mientras que algunos de estos ancianos regresan a sus casas al cabo de unos d¨ªas u horas de ser atendidos, otros permanecen ingresados durante semanas o meses.
Seg¨²n se?ala Fernando Molina, internista del hospital La Paz, la problem¨¢tica social del anciano que ingresa en un establecimiento sanitario es de dos tipos. Por un lado, est¨¢ el caso del anciano con un problema m¨¦dico que es tra¨ªdo por su familia con la intenci¨®n de aparcarlo; y por otro, el de aquel que es ingresado por un proceso agudo y que, cuando mejora, la familia se resiste a llev¨¢rselo a casa por las secuelas derivadas de ese proceso.La primera situaci¨®n es cada vez menos frecuente, "afortunadamente", dice Fernando Molina, que explica que suele tratarse de personas que no pueden valerse por s¨ª mismas y que sufren procesos cr¨®nicos o sus consecuencias (demencias, trombosis cerebral, fracturas de cadera e incluso c¨¢ncer).
Luego est¨¢ el anciano que llega a urgencias por un proceso agudo que deja secuelas, como la par¨¢lisis producida por una trombosis cerebral, y, cuando es dado de alta, la familia se niega a llev¨¢rselo, alegando que en casa no puede atenderlo en el nuevo estado.
En los grandes hospitales de Madrid suelen ingresar al d¨ªa un promedio de cuatro personas de m¨¢s de 70 a?os con un problema social. Para Ventura Anciones, neur¨®logo de La Paz, hasta hace unos a?os en los meses de verano aumentaba el n¨²mero de ancianos que ingresaba por urgencias en los hospitales, "porque los familiares quer¨ªan dejarlo aparcado para irse de vacaciones".
Liberarse de molestias
"Ahora cualquier momento del a?o es bueno para liberarse de ellos, aunque dicho as¨ª suene tremendamente duro", dice. Sin embargo, esta especie de abandono, que en la gran mayor¨ªa de los casos no es tan dr¨¢stico, puede ser explicable seg¨²n este m¨¦dico."Todos sabemos que en una ciudad como Madrid los pisos no son muy amplios y casi todos los miembros de la familia est¨¢n la mayor parte del tiempo fuera de casa por el trabajo, los estudios y otras obligaciones. Todo ello genera una din¨¢mica que en absoluto es favorable al anciano y que impide que se satisfagan los cuidados que precisa cuando no puede valerse por s¨ª mismo", explica el doctor Anciones.
Dos ser¨ªan las posibles soluciones a esta situaci¨®n, seg¨²n apunta Manuel D¨ªaz Curiel, internista y responsable del servicio de urgencias de la cl¨ªnica de la Concepci¨®n. "Contamos con los centros de cuidados m¨ªnimos y con la asistencia domiciliaria", aclara. "En cuanto a los primeros", matiza, "no quiere decir que ofrezcan m¨ªnimas o insuficientes atenciones, sino que ofrecen todos los cuidados que preci sa un anciano que no puede valerse por s¨ª mismo y que no puede ser atendido en casa, pero quetampoco necesita estar en el hospital", explica.
"Sin embargo, el problema que existe es que estos centros son insuficientes para la demanda que hay, y a veces se requieren largos tr¨¢mites burocr¨¢ticos", a?ade. Respecto de la asistencia a domicilio, el doctor opina que "bien organizada, podr¨ªa resultar barata y muy satisfactoria para una parte de esta poblaci¨®n".
De la misma opini¨®n participa Francisco Javier Torres, jefe de la secci¨®n de medicina de urgencias del hospital Gregorio Mara?¨®n, centro de referencia de una zona con un alto n¨²mero de poblaci¨®n en edad avanzada.
Este problema social es exclusivamente urbano, seg¨²n agrega el internista de La Paz, Julio Cobo: "Cuando ingresamos a un anciano procedente de un pueblo, sabemos a priori que la familia en ning¨²n momento se va a negar a llev¨¢rselo a casa, porque en el medio rural esto est¨¢ muy mal visto y tambi¨¦n porque no se suelen presentar los inconvenientes caracter¨ªsticos de las ciudades".
"Tampoco se da entre los gitanos, que tienen muy arraigado el concepto de lazo familiar", advierte el especialista de la Concepci¨®n, Manuel D¨ªaz Curiel.
Para Ventura Anciones, neur¨®logo de La Paz, "el hospital es un medio hostil para el anciano". "Las largas estancias, cuando no son necesarias desde el punto de vista m¨¦dico, no favorecen en absoluto a este tipo de pacientes, aunque ¨¦l lo acepte por el gran sentimiento de resignaci¨®n que tiene", a?ade.
En palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Delgado, jefe de medicina de urgencias del Doce de Octubre, el motivo m¨¢s frecuente por el que el anciano acude en los meses de verano a urgencias es la deshidrataci¨®n.
Seg¨²n el doctor Jos¨¦ Luis Calleja, internista del Ram¨®n y Cajal, los ancianos son muy sensibles a las altas temperaturas y suelen tener alterado el centro de la sed. No siempre beben lo que necesitan y tienen diarreas e infecciones gastrointestinales, tambi¨¦n frecuentes, que les hacen perder muchos l¨ªquidos.
"No puedo atender a mi madre en casa"
Mar¨ªa M., una granadina de 61 a?os que vive en Madrid, es un caso ejemplar de amor y abnegaci¨®n por sus mayores. Mar¨ªa y su marido, jubilado de 71 a?os, llevan cuidando a su madre desde que hace 10 a?os se puso enferma y su afecci¨®n le impidi¨® valerse por s¨ª misma."Tuvimos que tra¨¦rnosla", explica Mar¨ªa, "porque estaba muy pachucha, y en este tiempo su estado se ha ido deteriorando much¨ªsirno", dice. "Vivimos los tres en un apartamento de un solo dormitorio. Mi marido duerme en el sof¨¢ del sal¨®n".
El matrimonio, que no tiene hijos, asegura que ha decidido consagrar su vida a la anciana y comprenden que la mujer "necesite que siempre est¨¦ pendiente alguien de ella".
Mar¨ªa comprende que la demencia senil de su madre le impide moverse por s¨ª misma, a la vez que imposibilita que se quede sola en casa y lo lleva con resignaci¨®n.
El m¨¦dico le prohibi¨® rigurosamente a Mar¨ªa que cogiera peso por un problema que tiene de columna.
A pesar de ello, no ten¨ªa m¨¢s remedio que ayudar a su marido, "que no es un hombre fuerte y ya es mayor", a trasladar a su madre de un lado a otro de la casa, de la cama al cuarto de estar, al cuarto de ba?o para ba?arla...
"Un d¨ªa lleg¨® el m¨¦dico a casa y, al ver c¨®mo viv¨ªamos con ella, nos dijo que as¨ª no pod¨ªamos segu¨ªr, que ni ella estaba bien atendida, a pesar de nuestros desvelos, ni tampoco nosotros est¨¢bamos en edad ni condiciones de hacer esos esfuerzos", dice.
La madre de Mar¨ªa, que el pr¨®ximo mes cumplir¨¢ 93 a?os, fue ingresada hace dos meses en La Paz con una infecci¨®n de ri?¨®n.
Todav¨ªa no se ha recuperado y los m¨¦dicos consideran que si se pone bien debe ser trasladada a un centro de enfermos cr¨®nicos o cuidados m¨ªnimos. "Estamos a la espera de que se mejore para llevarla a un centro de la sierra. Yo ir¨¦ adonde vaya ella. Si es necesario, alquilamos una casita cerca del centro donde est¨¦ mi madre", advierte la granadina Mar¨ªa.
Isidro A. P., un jubilado de 76 a?os, hospitalizado en La Paz a consecuencia de una trombosis cerebral, est¨¢ deseando irse a casa de uno de sus hijos, en Paracuellos del Jarama.
"Aqu¨ª me han tratado bien", dice con cierta tristeza, "pero estoy mucho mejor en casa, porque juego a las cartas con los amigos y me lo paso bien con mis nietos".
Mi casa
Isidro ya est¨¢ casi recuperado y los m¨¦dicos pronto le dar¨¢n el alta, pero como secuela de la trombosis sufre una hemiparesia que le impide mover como antes las extremidades izquierdas. "Cuando regrese a su entorno habitual", se?ala Ventura Anciones, el neur¨®logo del hospital La Paz que le ha tratado, "y tenga el cari?o y los cuidados de los familiares, seg¨²n las indicaciones que aqu¨ª les hemos dado, volver¨¢ a estar alegre y se recuperar¨¢ mucho antes que si siguiera ingresado".
Los m¨¦dicos no ponen en duda la importancia que tiene para la recuperaci¨®n de las enfermedades el tener ilusi¨®n y sentirse a gusto.
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