La CE aprueba la directiva que liberaliza los contratos del Estado en los sectores de agua, energ¨ªa y transporte

El Consejo de Ministros de mercado interior de la CE, el ¨®rgano encargado de poner en pie el mercado ¨²nico de 1993, realiz¨® ayer el primer gran debate sobre las grandes redes europeas de transportes, telecomunicaciones y energ¨ªa. El Consejo aprobo de forma definitiva la directiva sobre liberalizaci¨®n de contratos del Estado en los sectores de agua, energ¨ªa, tranportes y telecomunicaciones.

Esta directiva entrar¨¢ en vigor en 1993, aunque Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses que ha conseguido una excepci¨®n hasta 1996 para defender el mercado de las empresas nacionales que ejecutan obras o suministran equipos a las administraciones p¨²blicas. Estos sectores b¨¢sicos hab¨ªan quedado excluidos d¨¦ la norma comunitaria que establece la libertad de acceso para todos en las ventas a cualquier Estado de la CE.La aprobaci¨®n definitiva de ayer s¨®lo tiene car¨¢cter formal, puesto que los Doce hab¨ªan alcanzado el acuerdo pol¨ªtico el pasado mes de mayo. Faltaba simplemente el requisito del dictamen preceptivo, pero no vinculante, del Parlamento Europeo, que se ha producido sin plantear modificaci¨®n alguna al texto. La apertura de las licitaciones de cualquier Estado a cualquier empresa de la CE estar¨¢ condicionada, sin embargo, a que superen ciertos l¨ªmites de cuant¨ªa. La directiva se aplicar¨¢ a los contratos de construcci¨®n que sobrepasen los cinco millones de ecu (650 millones de pesetas). Para los suministros en general la cifra debe ser superior a 400.000 ecu (52 millones de pesetas), salvo en lo referido a material de telecomunicaci¨®n, en cuyo caso el l¨ªmite es a partir de 600.000 ecu (78 millones de pesetas). Estos baremos permiten un cierto margen de maniobra para que los Estados puedan privilegiar a las empresas de su pa¨ªs al menos en los contratos peque?os.

Reglamento de tr¨¢nsito

Por otra parte, el Consejo aprob¨® el reglamento de tr¨¢nsito comunitario., que en 1993 eliminar¨¢ gran parte de los tr¨¢mites burocr¨¢ticos ahora necesarios para el env¨ªo de mercanc¨ªas de un pa¨ªs a otro de la CE, y la directiva sobre etiquetado opcional de los productos alimenticios. La descripci¨®n de los componentes de los alimentos elaborados ser¨¢ pues un recurso voluntario del fabricante o distribuidor, aunque no podr¨¢n hacer alusi¨®n alguna a la calidad del producto si ¨¦ste no lleva etiqueta y la empresa dispone de los medios, t¨¦cnicos de control de calidad. Los Doce se remiten a la experiencia de este primer paso para decidir en el futuro si la mejor informaci¨®n al consumidor deja de ser opcional para convertirse en obligatoria.

A pesar de su limitaci¨®n a simple debate, la atenci¨®n del Consejo se centr¨® en las grandes redes europeas. Esta primera reflexi¨®n pol¨ªtica de los Doce sobre un programa de gran envergadura, pero todav¨ªa impreciso, cuya idea lanz¨® hace un a?o Francia, sirvi¨® para dejar claro que el mercado ¨²nico no podr¨¢ funcionar con eficacia si se mantienen las actuales diferencias en infraestructuras dentro de la Comunidad. De rnomento el consenso se limita a que es necesaria una acci¨®n en este sentido en los tres sectores b¨¢sicos de transportes (en todas sus modalidades), energ¨ªa (redes de, alta tensi¨®n y gasoductos) y telecomunicaciones. Espa?a, seg¨²n Pedro Solbes, secretario de Estado para la CE, a?adi¨® "la formaci¨®n profesional entre los objetivos y se uni¨® al grupo de pa¨ªses que consideran que la financiaci¨®n p¨²blica es necesaria". Existe una idea espa?ola para crear una universidad a distancia en toda la CE, con cursos impartidos por televisi¨®n y en varios idiomas. El c¨®mo y el cu¨¢nto del dinero ser¨¢ un debate. posterior, cuyas primeras ideas avanzar¨¢ la Comisi¨®n Europea a finales de este a?o.