Ni guerra ni paz, pero hu¨¦rfanos

No hay paz, tampoco hay guerra, pero la bolsa se ha quedado hu¨¦rfana en unas semanas. Sin apoyo del dinero for¨¢neo, el mercado muestra su verdadera faz: apat¨ªa, escaso volumen de negocio y tendencia a la baja. Pese a todo, el dinero institucional, en una mezcla de apoyo a determinados valores y discreta recomposici¨®n de carteras, consigui¨® en la jornada de ayer apuntalar un ¨ªndice que camina hacia m¨ªnimos hist¨®ricos. Los bancos, en el continuo, encabezaron una recuperaci¨®n que afect¨® a la mayor¨ªa de los sectores.La abultada ca¨ªda de la Bolsa de Tokio el pasado martes, la dureza de las declaraciones dirigidas a Irak desde la tribuna de oradores de la ONU y la inquietud en los mercados del crudo colocaron el ¨ªndice y los precios de un buen n¨²mero de valores a tiro del dinero con mayor capacidad de aguante y al final, el descenso y por tanto el nuevo m¨ªnimo anual fue m¨¢s que discreto. Pero pocas cosas han cambiado. El mercado espera acontecimientos, conf¨ªa en repuntes y valora la magnitud de la herida infligida a la renta variable.

El consejo sigue invariable: mantener cartera y confiar en que Sadam se avenga a razones. El nudo que aprieta la garganta de Occidente sigue tenso y mientras no afloje la presi¨®n, los bolsistas tendr¨¢n razones para no relajar el ce?o.