El crudo sovi¨¦tico hiberna

La URSS, el primer productor de crudo del mundo, no est¨¢ en condiciones de aprovechar la subida de los precios del petr¨®leo propiciada por la crisis del golfo P¨¦rsico debido a sus propios problemas econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos. Al descenso de la producci¨®n petrolera sovi¨¦tica registrado en los ¨²ltimos dos a?os se ha a?adido la intermitente amenaza de huelga. Desde Siberia occidental, donde est¨¢n los yacimientos m¨¢s ricos de la URSS, los trabajadores del petr¨®leo amenazan ahora con el paro para el 20 de octubre.

El descenso de la producci¨®n petrolera en la URSS se debe a una suma de factores, entre los que se cuentan la falta de tecnolog¨ªa avanzada y de liquidez para importarla, los descensos en la producci¨®n de equipo petrolero en territorios de. la URS S afectados por conflictos nacionalistas, la mala explotaci¨®n sistem¨¢tica de los pozos en busca de un beneficio r¨¢pido y la falta de inversiones de capital en el sector.Hoy, la URS S no tiene divisas para importar equipo de Occidente y, pese a haber aumentado la capacidad de algunas f¨¢bricas en territorio de la Federaci¨®n Rusa, no consigue compensar las deficiencias del suministro de equipo desde Rumania y Bak¨², la capital de la rep¨²blica cauc¨¢sica sovi¨¦tica de Azerbaiy¨¢n, donde est¨¢ la mayor f¨¢brica de producci¨®n de maquinaria para la industria del petr¨®leo de toda la URSS.

En 1987 y 1988, la extracci¨®n de crudo en la URSS alcanz¨® m¨¢ximos de 624 millones de toneladas anuales. En 1989 esta cifra pas¨® a los 607 millones de toneladas, lo que supuso un descenso del 3%. Durante los primeros seis meses de este a?o ha habido un descenso de? 5% en la extracci¨®n en relaci¨®n al mismo periodo de 1989.

Mientras analistas occidentales calculan que la URSS producir¨¢ alrededor de 580 millones de toneladas de crudo en 1990, el economista sovi¨¦tico Aleksei Gorshkov, en un comentario publicado por el servicio de noticias Interfax, manifestaba que la producci¨®n anual estar¨¢ entre los 480 millones y los 490 millones de toneladas de crudo.

Esta cantidad, aseguraba Grshkov, apenas basta para cubrir las necesidades internas del pa¨ªs, lo que puede reflejarse negativamente en la capacidad exportadora.

En 1990, la URSS no tiene posibilidad, seg¨²n este economista, de cumplir, sin perjudicar al consumidor sovi¨¦tico, con sus obligaciones exportadoras, que suponen unos 106 millones de toneladas. El dilema se resolver¨¢ probablemente recortando hasta 80.000 o 90.000 millones de toneladas los suministros de petr¨®leo al extranjero y especialmente a Europa del Este.

A partir de] a?o pr¨®ximo, todas las ventas de petr¨®leo sovi¨¦tico a los pa¨ªses del Este de Europa se realizar¨¢n en divisas. La URSS ha recortado sus suministros de petr¨®leo a los pa¨ªses que, como miembros del Consejo de Ayuda Mutua Econ¨®mica (CAME, mercado com¨²n socialista), ten¨ªan en el pasado asegurados sus suministros por contratos estables y a largo plazo.

En Praga, los dirigentes checoslovacos han pedido a Mijail Gorbachov la celebraci¨®n de una cumbre para regular los suministros de petr¨®leo sovi¨¦tico a Checoslovaquia, en vista de que ¨¦stos se han recortado un 33% en el mes de octubre y s¨®lo alcanzan los m¨ªnimos necesarios para asegurar el funcionamiento de las refiner¨ªas de petr¨®leo del pa¨ªs. An¨¢logos problemas tienen Polonia y Hungr¨ªa. La URSS cubr¨ªa un 70% de las necesidades de petr¨®leo de Europa del Este.

Amenazas diluidas

Hasta ahora, las amenazas de huelga de los obreros de? petr¨®leo de Siberia occidental se han diluido en largas negociaciones con los representantes de? Gobierno sovi¨¦tico para que ¨¦ste aumente el precio de compra del crudo a las empresas productoras. Estas empresas, subordinadas al Ministerio de? Petr¨®leo, dependen totalmente de las condiciones que dicta Mosc¨².

El Estado, que se queda con el ciento por ciento del crudo que se obtiene, paga en la actualidad 23 rublos (38,3 d¨®lares) por cada tonelada extra¨ªda a las empresas productoras y vende este mismo crudo a los precios del mercado mundial. Para aplacar el malestar que este estado de cosas deja en el sector, el Gobierno sovi¨¦tico ha autorizado este a?o a algunas empresas a operaciones de trueque.