Tibio apoyo al proyecto espa?ol de lanzar la conferencia mediterr¨¢nea
IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL, El m¨¢s ambicioso proyecto de la diplomacia hispano-italiana, la extensi¨®n al conjunto del Mediterr¨¢neo de la distensi¨®n y cooperaci¨®n que prevalecen en el Viejo Continente, recibi¨® ayer en la capital italiana un espaldarazo muy tibio por parte de otros dos pa¨ªses europeos y de los cinco Estados del Magreb.
La ausencia del titular franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, en una reuni¨®n en la que participaron sus hom¨®logos espa?ol e italiano y los de la Uni¨®n del Magreb ?rabe (UMA), pone en peligro el arranque de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en el Mediterr¨¢neo (CSCM), una propuesta que Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y su colega Gianni de Michelis presentaron, por primera vez, p¨²blicamente a finales de septiembre en Mallorca.Dumas, que fue sustituido por un secretario de Estado de Cooperaci¨®n Cultural, no pudo viajar a Roma porque deb¨ªa estar presente en la Asamblea Nacional, pero su ausencia es achacable, en realidad, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, a las discrepancias francesas con la propuesta hispano-italiana. El ministro portugu¨¦s, Joao de Deus Pinheiro, tampoco acudi¨® a la cita romana por tener que acompa?ar a su presidente.
"Marcar un acuerdo"
Convocada inicialmente para lanzar conjuntamente la CSCM, la reuni¨®n de Roma se limit¨® a "marcar su acuerdo" con el proyecto y del borrador del texto de la declaraci¨®n final han sido tachados, por obra de los representantes franceses, frases de apoyo m¨¢s expl¨ªcito y una referencia al marco geogr¨¢fico de la futura conferencia que, se dec¨ªa, pod¨ªa abarcar hasta el Pr¨®ximo Oriente y el Golfo.
"Dadas las reticencias de algunos Estados", coment¨® Fern¨¢ndez Ord¨®?ez ante la prensa, "hay satisfacci¨®n por nuestra parte y por la de Italia ante el resultado alcanzado". En cuanto a la ausencia de Dumas, el ministro espa?ol subray¨® que "no quer¨ªa extraer ninguna conclusi¨®n", aunque otras fuentes aseguran que, a pesar de su comparecencia en la C¨¢mara baja, pod¨ªa haberse escapado unas horas para, por lo menos, almorzar en la Farnesina, sede del Ministerio de Exteriores italiano.
Achacables, en un principio, a que no pod¨ªa atribuirse la paternidad del proyecto de la CSCM, las reticencias francesas son ahora, sobre todo, atribu¨ªdas al deseo franc¨¦s de empezar el proceso en el marco m¨¢s modesto del Mediterr¨¢neo occidental, integrado por los europeos y el Magreb. Tampoco es un secreto que Dumas ve con escepticismo la "diplomacia gesticulante" de su colega De Michelis, que el pasado fin de semana cosech¨® otro fracaso al suspenderse la reuni¨®n en Venecia de los ministros de Exteriores de la CE y de la Liga ?rabe.
Por si no bastase la desconfianza francesa, EE UU tambi¨¦n ha formulado reticencias, seg¨²n reconoci¨® Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, "porque acaricia otros proyectos", probablemente relacionados con la creaci¨®n en el Pr¨®ximo Oriente de una organizaci¨®n inspirada en la OTAN. Entre los magreb¨ªes, el ministro libio, Ibrahim Bishari, dio tambi¨¦n la nota al insistir ayer en que Irak deb¨ªa quedarse con los pozos de petr¨®leo kuwait¨ªes de Rumeilia y la isla de Bubiyan.
"Est¨¢ claro que sin ser aparcada definitivamente", coment¨® un miembro de la delegaci¨®n espa?ola, "nuestra idea de conferencia va a entrar en un per¨ªodo de letargo". "Habr¨¢ que esforzarse en resucitarla una vez acabada la crisis generada por la invasi¨®n del emirato" por Irak y no intentar aprovechar este conflicto para instaurar la distensi¨®n en el mediterr¨¢neo".
Sin, acuerdo entre los asistentes a la reuni¨®n para respaldar con firmeza la CSCM, las nueve delegaciones decidieron darse cita el a?o pr¨®ximo en Argel, y en 1992 en Madrid.
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