Israel, condenado
EL VOTO de EE UU a favor de la resoluci¨®n de ayer del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada por unanimidad, significa un cambio profundo de su pol¨ªtica exterior. Por tanto, no puede sorprender que el Consejo haya tardado casi una semana en elaborar el texto. En ¨¦l se condena la violencia ejercida por Israel contra los palestinos, y se instruye al secretario general para que env¨ªe una misi¨®n a la regi¨®n afectada -los territorios ocupados por Israel- y presente, antes de fin de mes, un informe sobre la situaci¨®n.La resoluci¨®n aprobada ha suscitado cr¨ªticas de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), la cual acusa a EE UU de haber presionado para reducir los l¨ªmites de la misi¨®n que ser¨¢ enviada por el secretario general de la ONU. Pero una declaraci¨®n del presidente, brit¨¢nico, del Consejo de Seguridad pidiendo que la rnisi¨®n recomiende medios de garantizar la seguridad y protecci¨®n de los palestinos corrige en parte la debilidad del texto votado. En todo caso, p¨¢rece que la resoluci¨®n satisface en amplia medida las demandas de los pa¨ªses ¨¢rabes. Es significativo, en ese orden, que haya sido votada por los pa¨ªses no afineados del Consejo de Seguridad, incluido Yemen, que mantiene estrechas relaciones con la OLP. En el texto aprobado la condena de Israel es clara: el Consejo de Seguridad, se dice, "condena particularmente los actos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad israel¨ªes que han causado muertos y heridos". Esta condena expl¨ªcita, por obvia que parezca ante hechos tan horribles como los ocurridos el lunes pasado en Al Ahiram el Sharif y otros lugares santos de Jerusal¨¦n, es ins¨®lita en la pol¨ªtica de EE UU.
?C¨®mo se explica que el presidente Bush -sometido, adem¨¢s, a fuertes presiones internas en v¨ªsperas de las elecciones parlamentarias de noviembre- se haya decidido a tomar una actitud que distancia espectacularmente a EE UU de su aliado m¨¢s fiel en la zona? El problema de fondo es que la amplia coalici¨®n formada en la ONU para hacer frente a la agresi¨®n de Irak se ha convertido hoy en el factor determinante para todos los problemas de la regi¨®n, provocando una nueva distribuci¨®n de las fuerzas coligadas. Si EE UU hubiese vetado la resoluci¨®n de condena a Israel, los efectos hubiesen sido desastrosos para la uni¨®n que est¨¢ bloqueando al agresor iraqu¨ª. Los Gobiernos ¨¢rabes participantes en esa fuerza multinacional no hubiesen. podido seguir colaborando con EE UU si ¨¦ste se: hubiese negado a votar contra Israel. Bush tuvo que optar, y lo ha hecho dando prioridad a las exigencias de la operaci¨®n contra Irak. Ello pone de relieve que los efectos de la alianza formada para cercar y derrotar a Sadam Husein van m¨¢s all¨¢ que el problema espec¨ªfico de Kuwalt.
Lo confirman los recientes acontecimientos de Beirut, en los que. repercute la nueva correlaci¨®n de fuerzas en el complejo escenario de Oriente Pr¨®ximo. Despu¨¦s de proclamar que resistir¨ªa hasta la muerte, el general A¨²n ha abandonado la lucha y se ha refugiado en la Embajada francesa. La resistencia de A¨²n, que ha costado mucha sangre, estaba respaldada por todos los interesados en frenar la hegemon¨ªa de Siria en L¨ªbano, sobre todo -curiosa conjunci¨®n contra natura- por Irak e Israel. Ahora Siria, reforzada por su presencia en la asociaci¨®n internacional contra Irak, ha podido eliminar a A¨²n sin temor a repercusiones negativas para ella. Es m¨¢s, la acci¨®n siria facilita que se materialice el acuerdo de Taif, propiciado por los pa¨ªses ¨¢rabes para el futuro de L¨ªbano.
En Israel, la resoluci¨®n de la ONU ha causado "c¨®lera y consternaci¨®n", en un claro ejemplo de incomprensi¨®n de -las fuerzas pol¨ªticas israel¨ªes de la opini¨®n mundial mayoritaria. Es imprescindible que acepten la presencia de la misi¨®n de la ONU. Israel debe prepararse para la celebraci¨®n de una conferencia de Oriente Pr¨®ximo, con la presencia de la OLP. Como ha dicho el ministro franc¨¦s Roland Dumas, la ONU no puede seguir aplicando dos pesos y dos medidas. No ser¨¢ f¨¢cil para nadie, ni siquiera para EE UU, sustraerse a la din¨¢mica de esta idea.
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