Las autonom¨ªas negociar¨¢n la inversi¨®n nueva bas¨¢ndose en su participaci¨®n en los ingresos del Estado

La reforma del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial (FCI) refuerza la autonom¨ªa financiera de las comunidades aut¨®nomas (CC AA), que a partir de 1992 negociar¨¢n la inversi¨®n nueva como parte de su participaci¨®n en los ingresos generales del Estado en el marco del nuevo sistema de financiaci¨®n. Esta inversi¨®n nueva, que en el sistema actual tiene car¨¢cter finalista, est¨¢ cifrada en 128.537 millones de pesetas en los Presupuestos Generales del Estado para 1991 y representa ahora la mitad de la dotaci¨®n del FCI, cuyos fondos totales crecer¨¢n un 7,3% con relaci¨®n a 1990. El dise?o del nuevo FCI se expresa en un proyecto de ley actualmente en el Senado.

"El car¨¢cter dual del FCI como instrumento de financiaci¨®n auton¨®mica y como instrumento territorial compensador ha sido corregido para convertirse en un instrumento de la pol¨ªtica regional de la Administraci¨®n central", seg¨²n un documento de trabajo de la secretar¨ªa de Estado de Hacienda, en el que se resumen la larga negociaci¨®n y los acuerdos finales entre el ministerio y las autonom¨ªas en el marco de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera que preside el secretario de Estado de Hacienda, Jos¨¦ Borrell.La reforma, acordada en medio de la aplicaci¨®n de un periodo transitorio que abarca 1990 y 1991, ha facilitado adem¨¢s la labor para la futura revisi¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica al adaptar los instrumentos de pol¨ªtica regional al dise?o de los fondos estructurales europeos (FEDER). "De este modo, el FC1 funcionar¨¢ a base de fondos finalistas que no tienen ya nada que ver con la financiaci¨®n de la inversi¨®n nueva y dirigidos a las regiones m¨¢s pobres, lo que pone de manifiesto su aut¨¦ntico car¨¢cter compensatorio", se?ala Antoni Zabalza, secretario general de planificaci¨®n y presupuestos del Ministerio de Econom¨ªa.

Consenso

El criterio territorial acordado entre Hacienda y las administraciones auton¨®micas supone que el grupo de comunidades beneficiadas por el nuevo FCI debe estar formado por las nueve que ahora reciben fondos del FEDER: Extremadura, Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia, Canarias, Castilla y Le¨®n, Comunidad Valenciana y Asturias.

Antes de alcanzarse un consenso definitivo sobre el nuevo FCI se barajaron dos alternativas: dejar el fondo como estaba, pero modificarlo aprovechando la negociaci¨®n sobre el modelo de financiaci¨®n que debe aplicarse a partir de 1992, o introducir cambios para corregir el excesivo peso de la variable migratoria y, a partir de aqu¨ª, afrontar la gran modificaci¨®n de forma que las comunidades ricas no rebajaran su actual asignaci¨®n neta, mientras las pobres aumentaban su presencia en el conjunto. Se adopt¨® el segundo criterio, aunque los representantes de algunas comunidades manifestaron su disconformidad en el grupo de trabajo de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera.

Las discrepancias que han enfrentado a vascos y catalanes con otras comunidades de menor renta se resumen en el criterio de la Generalitat de Catalu?a, en el sentido de que "el -FCI no debe ser un fondo destinado ¨²nicamente a corregir desequilibrios, sino a financiar inversi¨®n nueva, puesto que la solidaridad debe tener en cuenta los recursos que aporta cada comunidad a los presupuestos del Estado". Durante las negociaciones, otras comunidades, como la valenciana y Asturias, exigieron englobarse en el grupo de las pobres. El acuerdo final, en el que Hacienda destaca "tanto la riqueza del proceso negociador como el rigor constructivo de las CC AA", supone que el FCI realizar¨¢ su funci¨®n de forma autom¨¢tica, separando los instrumentos de pol¨ªtica regional del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica.