"Noticias de la calle"
![Mireia Sent¨ªs](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F09fbc979-732d-4b84-8b64-fd72e9ed9dcc.png?auth=ec77fc32ac88d18ec57ae30d396dfc8325c5eaf2382ac360234e4afc9c3a50d2&width=100&height=100&smart=true)
Hace poco m¨¢s de un a?o sali¨® un peri¨®dico semanal vendido exclusivamente por los sin-casa. Street News (Noticias de la Calle) fue fundado y est¨¢ dirigido por un m¨¢s bien desconocido cantante de rock, Hutchinson Persons, que parece querer convertirse en el Bob Geldof de Manhattan. El peri¨®dico cuesta un d¨®lar. El vendedor se queda con 50 centavos (la mitad) y la Fundaci¨®n Street Aid (Ayuda a la Calle) -tambi¨¦n creada por Persons- con los otros 50. De estos 50, 10 se ingresan en la cuenta de banco de los vendedores.Te¨®ricamente cada vendedor (son unos 200 en total y de momento) tendr¨¢ un d¨ªa suficiente dinero como para pensar en poder pagar un alquiler. El peri¨®dico contiene escritos de personajes conocidos que cuentan su v¨ªnculo con la ciudad. Todos ellos se refieren, en alg¨²n momento, al problema de la gente sin hogar. Hay una secci¨®n con una lista de lugares dispuestos a proporcionar trabajo a gente sin referencias.Servicio comunitario
Larry Locke, ex habitante de la calle, ha fundado un servicio comunitario sin sede que se dedica a la pol¨ªtica: se re¨²nen con Jesse Jackson, ven al alcalde, buscan donaciones, etc¨¦tera. En las ¨²ltimas elecciones votaron 20.000 sin-casa, a ra¨ªz de la campa?a seguida por esta y otras organizaciones. Se vot¨®, casi un¨¢nimemente, a favor de Dinkins, quien, durante la campa?a, dedic¨® m¨¢s atenci¨®n que su rival Edward Koch al tema. No se evitaron, sin embargo, las duras batallas entre polic¨ªas y sin-techo del parque Toinkins, que fueron noticia diaria durante varios meses.
En los sesenta, uno de los libros que m¨¢s impacto caus¨® fue El choque del futuro, de Alvin Toffler, donde se anunciaba, para finales de siglo, una sociedad del ocio: todo el mundo trabajar¨ªa, pero ¨²nicamente unas cuatro horas diarias. Lo que ha ocurrido es muy diferente: unos trabajan cada vez m¨¢s y otros cada vez menos, regresando, as¨ª, a las grandes diferencias de clases que exist¨ªan antes de la era industrial. A poco de acabar los ochenta, el libro de no ficci¨®n m¨¢s vendido fue Ascensi¨®n y ca¨ªda del Imperio americano.
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