Pa¨ªs de metal
La reconversi¨®n de los ¨²ltimos 10 a?os no ha logrado gestar un potente sector terciario
WALTER OPPENHEIMER El final de la reconversi¨®n industrial ha coincidido con el despertar de la econom¨ªa vasca, que ha experimentado tasas de crecimiento superiores a la media espa?ola desde 1988. Un despertar directamente vinculado con el de la actividad econ¨®mica del conjunto de Espa?a y que ha dejado patente que la estructura esencial de la econom¨ªa de Euskadi sigue dependiendo de la metalurgia y careciendo de un sector terciario de suficiente calado. Sociedades como los m¨ªticos Altos Hornos de Vizcaya siguen siendo el estandarte de la cultura industrial vasca.
El viejo dicho que alguien atribuy¨® a los jud¨ªos, "Compra y vende todo lo que puedas, pero nunca fabriques", es de dif¨ªcil aplicaci¨®n al empresariado del Pa¨ªs Vasco. Diez a?os de reconversi¨®n y alrededor de 600.000 millones de pesetas invertidos por las administraciones p¨²blicas han servido para modernizar unas estructuras obsoletas y escasamente competitivas, pero no han podido hacer arraigar la necesidad de crear un sector de servicios de calado suficiente."La cultura de este pa¨ªs es esencialmente industrialista", remarca Jaime del Castillo, director general de Informaci¨®n y Desarrollo, SL. A juicio de Del Castillo y de otros expertos, "la econom¨ªa vasca mantiene una excesiva dependencia del sector metal¨²rgico y sider¨²rgico, muy especialmente del autom¨®vil. Sus nuevas estructuras tampoco han reducido su dependencia de los vaivenes de la econom¨ªa mundial y de la econom¨ªa espa?ola".
Sin embargo, el panorama econ¨®mico actual es absolutamente diverso del existente en las elecciones de 1986. La gran reconversi¨®n industrial ha conclu¨ªdo, con la excepci¨®n de parte del sector naval y de los nubarrones que a¨²n oscurecen el futuro de la sociedad de aceros especiales Acenor. El Indice de Producci¨®n Industrial (IPI), que en 1986 creci¨® apenas algo m¨¢s del 1%, se situ¨® en tasas de incremento del 5,7% a finales de 1989. La tasa de paro, del 23,1 % en 1985 y el 23,3% en 1987, cay¨® hasta el 19,6% en 1989, unos niveles que todav¨ªa est¨¢n por encima de la media espa?ola (17,3% en 1989).
El escaso crecimiento del sector terciario viene a explicar en parte la contradicci¨®n de que la bonanza econ¨®mica no haya venido acompa?ada de un descenso m¨¢s acusado en las tasas de paro. La reconversi¨®n ha convertido las viejas empresas con excesos de plantillas en sociedades tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzadas, sin que la poblaci¨®n parada haya encontrado un sector de servicios donde reciclarse o encontrar un primer empleo.
Mantener la concepci¨®n
Jos¨¦ Mar¨ªa Vizca¨ªno, presidente de la patronal Confebasc, defiende la concepci¨®n industrial del empresariado vasco. "El problema no es que se dependa de sectores maduros o de sectores de demanda fuerte. El problema es no renovarlos. Hoy seguimos dependiendo de los mismos sectores que antes de la crisis, pero se ha superado el modelo de empresa familiar. Se ha profesionalizado la gesti¨®n y empezamos a darnos cuenta de la necesidad que tienen las peque?as empresas de fusionarse o crear sociedades de servicios avanzados que puedan ser utilizados por muchas empresas. La cuesti¨®n es si este cambio se est¨¢ realizando lo suficientemente r¨¢pido".
"No son los sectores lo obsoleto, sino la tecnolog¨ªa", opina Roberto Velasco, director general de la Sociedad para la Promoci¨®n y la Reconversi¨®n Industrial (SPRI), organismo dependiente del Gobierno Vasco. "La diversificaci¨®n de la econom¨ªa vasca es lenta, pero no se puede pretender que 10 a?os de crisis transformen una estructura de 150 a?os de tradici¨®n industrial".
Angel Garay, presidente del Centro Industrial y Mercantil de Vizcaya, explica todo ello por el hecho de que "dependernos mucho de nuestra cultura industrial, que es el metal, y somos m¨¢s fr¨¢giles ante las nuevas demandas. Pero si hay una industria que funciona, los servicios se van a multiplicar. La industria vasca, adem¨¢s, ha tenido problemas adicionales que todos conocemos. Ahora ya no tenemos esa sensaci¨®n de inquietud, de miedo, de falta de valor para seguir adelante. Hoy ya no es as¨ª, y eso es bueno".
ETA no condiciona a Euskadi
El cambio con la coalici¨®n entre el PNV y el Partido Socialista y la ca¨ªda del activismo de ETA, no son ajenos a la recuperaci¨®n econ¨®mica de Euskadi. "ETA ya no es capaz de condicionar la vida vasca", se?ala Jaime del Castillo, para quien el pacto de Ajuria Enea no es s¨®lo un acercamiento de los nacionalistas a la pol¨ªtica de Estado, "tambi¨¦n significa que el nacionalismo ha sido aceptado en el Estado".
La reconversi¨®n le ha costado alrededor de 600.000 millones de pesetas al Estado y otros 35.000 millones al aut¨®nomo, que ha concentrado sus ayudas en las peque?as y medianas emopresas. Altos Hornos de Vizcaya (AHV), la m¨ªtica empresa sider¨²rgica asentada b¨¢sicamente en la muy obrera margen izquierda de la r¨ªa del Nervi¨®n, ha sido uno de los principales beneficiarios de estas ayudas. La empresa eval¨²a en 126.000 millones de pesetas las ayudas recibidas de Madrid desde que se pusieron en marcha los diversos planes de reconversi¨®n de AHV, en 1984.
La reconversi¨®n de Altos Hornos, sin las resonancias dram¨¢ticas del cierre de los astilleros Euskalduna, ha significado la reducci¨®n de casi el 40%. de los empleos de esta sider¨²rgica, que daba empleo a 11.500 personas en 1982 y contar¨¢ con 6.587 trabajadores al final de 1990.
Cuantiosas ayudas
A pesar de las cuantiosas ayudas otorgadas, la Administraci¨®n s¨®lo posee un 16% del capital social de Altos Hornos, a trav¨¦s del Banco de Cr¨¦dito Industrial. Sin embargo, el Gobierno puede obtener la mayor¨ªa en el momento que le parezca oportuno, convirtiendo en acciones la emisi¨®n de obligaciones convertibles por valor de 50.000 millones de pesetas suscrita en su d¨ªa por el Banco de Cr¨¦dito Industrial. Un as que el Ministerio de Industria se ha guardado bajo la manga y que podr¨ªa saltar en los pr¨®ximos meses, en funci¨®n de las prioridades de calendario que otorgue a una eventual fusi¨®n de Altos Hornos de Vizcaya y la sider¨²rgica asturiana Ensidesa. "La Administraci¨®n tiene esa facultad, pero yo entiendo que hoy por hoy tiene, plena confianza en el actual equipo de direcci¨®n de AHV", matiza Antol¨ªn, consciente de las sensibilidades pol¨ªticas que despierta el proyecto en el Gobierno Vasco, temeroso de que se diluya la identidad de uno de los estandartes de la industria vasca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gasto p¨²blico
- Renta per c¨¢pita
- Subvenciones
- Altos Hornos de Vizcaya
- Producci¨®n
- PIB
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Cuenta resultados
- Sector metal
- Pol¨ªtica industrial
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Indicadores econ¨®micos
- Coyuntura econ¨®mica
- Pa¨ªs Vasco
- Empresas
- Finanzas p¨²blicas
- Espa?a
- Industria
- Finanzas
- Administraci¨®n p¨²blica
- Ayudas p¨²blicas
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Econom¨ªa