Gorbachov, en Mendizorroza
Felipe Gonz¨¢lez, vestido en su estilo puro, con la cazadora marr¨®n de antiguo, la camisa azul celeste, el su¨¦ter oscuro y pantalones grises de estudiante de Deusto, le dio esperanzas a J¨¢uregui, y le prometi¨® fidelidad al reci¨¦n inaugurado "Esp¨ªritu de Vitoria". Pero lo que de verdad revolote¨® ayer en el polideportivo de Mendizorroza no fue esa paloma de la paz que invoc¨® el aspirante a lehendakari, sino el esp¨ªritu de Mija¨ªl Gorbachov, cuyo fantasma fue paseado por el presidente del Gobierno como si fuera un invitado d¨®cil en la colmena del mitin.Lo trajo a tiempo, la verdad, porque fue para explicar por qu¨¦ estaba aqu¨ª en mi¨¦rcoles y no en viernes, como era su deber de l¨ªder socialista obligado a cerrar la campa?a de los suyos. "Es que llega Gorbachov". La gente le agradeci¨® la noticia con una ovaci¨®n muy s¨®lida y se dispuso a escuchar con ese ¨¢nimo lo que el espa?ol le va a decir al ruso: "Vamos a hablar de la libertad". Tambi¨¦n esto lo dijo para informar al auditorio, y lo hizo antes de explicar su agenda y de contar esta an¨¦cdota. Acaso los asistentes no sab¨ªan que en 1921 un antecesor de Felipe, Fernando de los R¨ªos, le habl¨® de lo mismo al fundador de Gorbachov, VIad¨ªmir llich Lenin. Fernando de los R¨ªos se, dio cuenta de que el para¨ªso no funcionaba en la URSS, y. le dijo al camarada Lenin: "Pero, ?y la libertad?". "?Para qu¨¦?", le replic¨® Lenin. Setenta a?os es mucho tiempo: ("Dentro de ese tiempo todos calvos", pens¨¦ Felipe en voz alta), pero la verdad es que ya Gorbachov ha respondido, seg¨²n el presidente espa?ol, a la pregunta de Lenin con la misma respuesta que dio entonces el viejo Fernando de los R¨ªos a la interpelaci¨®n del azote del zar: "Libertad para ser libres".
La gente parece agradecer mucho estas an¨¦cdotas hist¨®ricas en los m¨ªtines, y Felipe Gonz¨¢lez las prodiga, seg¨²n ¨¦l para provocar lo que llama una reflexi¨®n de ideas". Tambi¨¦n tiene la costumbre de contar lo que va a hacer, de modo que la gente se siente como de su Gabinete.
En esos juegos de la edad tard¨ªa entraron abundantes referencias a la jubilaci¨®n, lo que no era extra?o en un auditorio poblado de gente de mediana edad y de jubilados: "Nos dicen que somos un partido de jubilados, ojal¨¢ hubiera m¨¢s", grit¨® el veterano Rubial. El propio Felipe fue sujeto de jubilaci¨®n, y Rubial se lo sugiri¨®, pero siempre como presidente del Gobierno de Espa?a. Canoso y activo, Felipe le record¨® enseguida a Rubial que ¨¦l es m¨¢s viejo. Al final del mitin todos,se hicieron la foto com¨²n de la izquierda, y de alguna manera el auditorio esper¨® en vano que por encima de sus cabezas, morenas o canas, estuviera revoloteando tambi¨¦n el semblante calvo del esp¨ªritu de Gorbachov.
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