Gorbachov pide la comprensi¨®n de Espa?a y del mundo para superar la grave situaci¨®n de la URSS
El presidente de la URSS, Mija¨ªl Gorbachov, pidi¨® ayer la comprensi¨®n de Espa?a y del mundo entero para superar la grav¨ªsima situaci¨®n que atraviesa su pa¨ªs. "No es por casualidad", dijo Gorbachov en el Congreso, "que estoy ante ustedes en los d¨ªas m¨¢s tensos de nuestra tan dif¨ªcil traves¨ªa". El discurso del l¨ªder sovi¨¦tico, que sorprendi¨® a su auditorio sali¨¦ndose del marco protocolario y encarando con toda crudeza los problemas e incertidumbres que afrontan tanto la URSS como la comunidad internacional, fue aplaudido un¨¢nime y largamente por los representantes de las Cortes Espa?olas puestos en pie.
Tras una alusi¨®n m¨¢s o menos ret¨®rica a las relaciones entre los pueblos sovi¨¦tico y espa?ol, Gorbachov entr¨® de lleno en la problem¨¢tica interna, europea y mundial. Es l¨®gico, dijo, que las contradiciones y conflictos de su pa¨ªs hayan generado "seria alarma" en Occidente, pero constituye un buen s¨ªntoma que sus antiguos adversarios no deseen ya la debilidad de la URSS, sino su estabilidad. "Apreciamos altamente esta solidaridad y quisi¨¦ramos que algunas gentes impacientes que hay entre nosotros piensen bien en este fen¨®meno", se?al¨® en una clara alusi¨®n a los sectores radicales, personificados en el presidente de la Federaci¨®n Rusa, Boris Yeltsin.El l¨ªder sovi¨¦tico admiti¨® que la eliminaci¨®n de las viejas estructuras ha provocado una situaci¨®n de inestabilidad que "muchos interpretan como el inicio del caos", pero se mostr¨® convencido de que "superaremos las dificultades". En esta l¨ªnea, asegur¨® que la URSS tiene "mucho que aprender" de la transici¨®n espa?ola, que sin sangre y en pocos a?os super¨® antagonismos arrastrados desde la guerra civil.
"Espa?a y la Uni¨®n Sovi¨¦tica est¨¢n llamadas ajugar un insustituible papel en la construcci¨®n de la nueva Europa", dijo el presidente de la URSS, quien no dej¨® de recordar que los dirigentes espa?oles, "quiz¨¢ antes que algunos otros", comprendieron la profundidad de los cambios que se avecinaban en el viejo continente. Gorbachov advirti¨® del peligro de balcanizaci¨®n y del resurgimiento de conflictos ancestrales que la guerra fr¨ªa s¨®lo consigui¨® adormecer y no dej¨® de poner en guardia contra la tentaci¨®n de crear como resultado del desmantelamiento del sistema de bloques otras esferas de influencia, primero econ¨®mica y despu¨¦s pol¨ªtica".
Tambi¨¦n hizo hincapi¨¦ en lo dif¨ªcil que ha resultado para su pa¨ªs aceptar la unidad de Alemania, ya que a la URSS le tocaron los mayores sacrificios durante la ¨²ltima guerra mundial. "Creo que tengo derecho a decir", y ¨¦sta fue su ¨²nica concesi¨®n a la complacencia, "que sin la perestroika sovi¨¦tica apenas hubiese podido realizarse la unificaci¨®n de Alemania".
La ¨²ltima parte de su discurso, seguido en medio de un se pulcral silencio, la dedic¨® al conflicto del golfo P¨¦rsico. "Se han equivocado tr¨¢gicamente", dijo refiri¨¦ndose a Irak, quienes pensaban que esta crisis iba a provocar una "reanudaci¨®n del enfrentamiento Este-Oeste". La URSS, se?al¨®, es partidaria de agotar todas las posibilidades de soluci¨®n pol¨ªtica, pero nadie debe interpretarlo "por se?al de debilidad, por vacilaci¨®n en la realizaci¨®n de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
Un regalo del zar
Mija¨ªl Gorbachov no se limit¨® a escuchar con asombro que hab¨ªa sido un regalo del zar a Isabel II la mesa que estaba contemplando en el sal¨®n de conferencias, tambi¨¦n denominado de los pasos perdidos por analog¨ªa con una sala similar de la Asamblea francesa, sino que ¨¦l mismo asombr¨® a sus anfitriones. Adem¨¢s de lanzar una abierta carcajada cuando en el hemiciclo Juan Jos¨¦ Laborda, presidente del Senado, le explic¨® que tanto la sede del Congreso como la de la C¨¢mara alta albergaron inicialmente sendos conventos, Gorbachov le pregunt¨® a F¨¦lix Pons, presidente de las Cortes, si los ciudadanos creen que los parlamentarios se ganan el sueldo.
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