El alcalde de Madrid y "Gorby, superman"

Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, alcalde de Madrid, entreg¨® las llaves de oro de la ciudad a Mija¨ªl Gorbachov para que le ayuden a recordar, dijo, que en la capital espa?ola "tiene su casa". Este, por su parte, dese¨® para los madrile?os "salud y felicidad". Sahag¨²n coment¨® al l¨ªder sovi¨¦tico "el m¨¢s cari?oso y entra?able" de los grafitos encontrados por el alcalde de Madrid en sus viajes por el extranjero. Fue el a?o pasado, en Praga. "Dec¨ªa pura y simplemente 'Gorby, superm¨¢n".Sahag¨²n cerr¨® as¨ª un discurso laudatorio para el creador de la perestroika. El alcalde de Madrid confes¨® haber aprovechado todos los foros internacionales en los que ha estado presente para pedir el m¨¢ximo apoyo econ¨®mico y financiero para la URSS.

Gorbachov no fue menos generoso con Madrid, "una obra excepcional del esp¨ªritu creador y maestr¨ªa que lleva el sello. de los siglos". "Estando aqu¨ª", se?al¨®, "uno lo siente de manera m¨¢s viva".

Tras el acto oficial en la Casa de la Villa, Gorbachov sali¨® del Ayuntamiento y a pie, acompa?ado del alcalde de Madrid, sus respectivas esposas y algunos concejales. Durante su paseo por la calle Mayor, el servicio de seguridad se emple¨® a fondo para contener a la gente que pugnaba por acercarse a ¨¦l.

Seg¨²n comentaron algunos testigos, los guardaespaldas llegaron a utilizar unas peque?as porras met¨¢licas para frenar a los m¨¢s atrevidos. Instantes despu¨¦s, y tras algunos comentarios con el alcalde, Gorbachov y su esposa, entraron en el coche oficial del primero y se dirigieron a marcha lenta en direcci¨®n a la Puerta del Sol.

Incidentes

El l¨ªder sovi¨¦tico rompi¨® el protocolo al cruzar la calle Mayor y acercarse a los cientos de personas que se encontraban en la acera. Gritos de "torero, torero" y numerosas manos que intentaban ser estrechadas por las de Gorby, como le aclamaban los presentes, se repitieron durante unos minutos. Al paso del veh¨ªculo, cuyos laterales cubr¨ªan miembros del servicio de seguridad sovi¨¦tico, se produjeron incidentes. Uno de los escoltas empuj¨® a un hombre de edad que fotografiaba la comitiva, quien, por efecto del empell¨®n, cay¨® al suelo. Ante ello, otro fot¨®grafo que se encontraba detr¨¢s respondi¨® a la agresi¨®n realizada contra su vecino, golpeando al sovi¨¦tico cop una c¨¢mara de fotos. Instantes despu¨¦s, Ra¨²l Vall¨¦s, portavoz de un grupo de refugiados africanos que pernoctan habitualmente en la plaza de Espa?a, intent¨®, seg¨²n inform¨® Fernando Bocanegra, concejal de Seguridad, "lanzarse" sobre el coche de Gorbachov. Otro de los espectadores que trat¨® de llegar al coche del sovi¨¦tico fue detenido por la polic¨ªa municipal.